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Estás leyendo parte de la revista de Abril de 1992
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Es tan fácil y tentador el convertirse en un comerciante
en sellos, el comenzar a lucrar con algo que nos gusta, que a diario nos
enteramos de algún amigo o cliente que ha comenzado a vender sellos
en su tiempo libre, cuando no está trabajando, y que otros, siempre
ala caza de un dinerito extra, utilizan a sus compañeros de trabajo
como clientes. La vida es un gran teatro comercial en el cual a diario tenemos
que vender algo, material o intangible, y también ser compradores,
unas veces llenos de placer y alegría, y otras porque nos vemos obligados
o tenemos necesidad. Para un filatelista convertirse en comerciante en sellos
es la materialización de un sueño: "ganar dinero mientras
se realiza algo que nos gusta".
Hasta el más pobre de los filatelistas puede convertirse en comerciante
en sellos. Puede comenzar buscando sellos de las cartas que llegan a los
bancos, oficinas, industrias, iglesias, familiares y amigos que reciben
mucha correspondencia. Tras despegar los sellos de las cartas o sobres,
debe clasificarlos por países o temáticas y colocarlos en
una libreta o libro clasificador para catalogarlos con su número
correspondiente, el precio que fija el catálogo y el precio neto
de venta. Si no tiene el catálogo, puede acudir a la Sociedad Filatélica
de su ciudad y pedirle que le dejen utilizar el de ellos; más tarde,
debe tener usted su propio catálogo o ingresar a la Sociedad Filatélica
para tener derecho a la utilización del mismo.
Usted puede comenzar a vender sus sellos a colegas que conozca son filatelistas,
asistir a reuniones de la Sociedad Filatélica cuando permiten la
entrada a los no asociados, o visitar los mercadillos filatélicos
que en muchas ciudades se efectúan los fines de semana.
Una vez que se ha iniciado en el comercio
de los sellos, y desea obtener sellos diferentes a los que generalmente
puede conseguir, debe comenzar a intercambiar con personas que le proporcionen
sellos de los países o las temáticas que ha notado son más
populares entre sus clientes. Así siempre tendrá material
nuevo e interesante que vender.
Tengo un amigo que comenzó vendiendo sellos a los jóvenes
de una escuela en la cual más tarde creó un grupo filatélico,
ponía paqueticos de sellos en los hoteles y comercios para turistas,
asistía a las reuniones de la Sociedad Filatélica para aprender
y vender sus sellos, junto aun vendedor de libros viejos vendía sus
sellos en el Rastro o Mercadillo Dominical; ahora está en pleno centro
de una gran ciudad vendiendo sellos, billetes y monedas. Desde hace varios
años, sólo se dedica a atender su negocio filatélico-numismático,
que de no haberlo iniciado no tendría en que trabajar ahora que se
encuentra impedido de realizar su trabajo anterior. Siempre le he dicho
que él es un ejemplo a imitar por los que quieren triunfar en la
vida, pues si bien es cierto que la obtención de sellos se le facilitó
en sus comienzos, no es menos cierto que se las ideó para "crear"
clientes entre los jóvenes de un colegio y poner de moda el coleccionar
sellos entre los mismos. Si
es usted un filatelista con alma de vendedor, si quiere disfrutar de su
"hobby" mientras obtiene algún lucro, comience a vender
sellos y únase al grupo de los que hacen lo que les gusta mientras
ganan dinero. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 45 - Abril
1992 - Número 4 |
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