RSS twitter.com Facebook Boletín por Correo
Google+

Foro MiMecánicaPopular
Suscríbete al Boletín
Video del día (9)
Búsqueda personalizada

Webs Amigas
El Taller
de Rolando

Todo sobre Hornos Artesanos







Políticas de privacidad



Click para ver más grande Estás leyendo parte de la revista de Junio de 1958
Recomienda este artículo a un amigo Recomienda este artículo a un amigo
Noticias de Detroit Junio 1958 Por Art RailtonQUE PUESTO vendrán a ocupar los coches pequeños que la General Motors y la Ford Motor Co. habrán de presentar en 1960. Esos nuevos modelos obligarán al Ford, al Chevrolet y al Plymouth a competir en el ya harto congestionado campo de precio mediano. Y cuando tal cosa suceda, alguien tendrá que cederle el sitio a estos tres gigantes de la industria. ¿A quién le tocará sacrificarse?

       Para 1959, la General Motors ha decidido descontinuar uno de sus tres cascos básicos. En Detroit todos se preguntan qué efectos tendrá esta medida en sus cinco divisiones.

       Una suposición es que dicha compañía continuará con los cascos "B" y "C," y que Chevrolet y Pontiac (que hoy en día emplean el tipo "A" ) serán enteramente nuevos, basados en el uso del casco "B." Pero tal conjetura parece improbable. No es prudente pensar que la GM vaya a desechar la actual carrocería del Chevrolet, que tan buena acogida ha tenido. En Detroit estamos acostumbrados a ver muchas extravagancias, pero ninguna como ésta.

       Es más verosímil que el Oldsmobile 1959 y los dos Buicks pequeños (pero a lo mejor el puesto de estos últimos se ha esfumado con el plan de los dos cascos) utilicen el que ahora se usa en el Chevrolet y Pontiac.

       A pesar de que corre la voz de que el Chevrolet 1959 tendrá más longitud que el de este año (un aumento de 23 centímetros, dicen los que presumen de estar enterados), el runrún tiene poco viso de veracidad. Si alguna cosa puede contribuir notablemente a que el público pierda la fe en la industria automovilista, es que Chevrolet presente el año entrante un coche más largo. Al parecer, cada día que pasa, el automóvil grande tiene menos partidarios.

       Al eliminar uno de sus tres cascos, la General Motors ahorrará una buena suma de dinero; ¡suma que le servirá para fabricar un coche chico que le haga la competencia a los atrevidos y ruidosos modelos extranjeros!

       Como es natural, la Ford Motor Co. También hará todo lo posible por obtener una buena tajada en el mercado de automóviles pequeños. (En el momento de redactar estas líneas, las ventas de coches importados han aumentado un 100% en comparación con las de 1957.)

       Y mientras tanto, ¿cuál es la actitud de la Chrysler? Pues simplemente, la de un espectador común y corriente que observa con absoluta indiferencia las jugadas que se desarrollan en este campo. Pero cuando los nuevos autos de tamaño pequeño obliguen al Plymouth a competir en el mercado de precio medio (bien aglomerado ya con el Dodge, De Soto y Chrysler), es posible que veamos el comienzo de los Dos Grandes. Si la tendencia actual continúa, la Chrysler Corporation, para poder subsistir, se verá forzosamente obligada a fabricar un coche chico que sea su "pan de cada día."

       Incidentemente, el interés en los futuros coches norteamericanos pequeños es de tal magnitud, que una publicación de Nueva Cork ofrece en este momento hasta 1000 dólares por los bocetos anticipados de los modelos.

       ¿Cuál Es el Secreto del Chevrolet?

       ¿Por qué las ventas del Chevrolet son tan buenas este año, mientras las de otros han decaído? Ni siquiera Ed Cole, jefe de esa división de la General Motors, sería capaz de contestar esa pregunta. Sin género de dudas, el Chevrolet es un automóvil excelente; pero también son excelentes sus dos principales competidores. Ahora mismo, las ventas del Chevrolet son iguales a las del año 1957, en esta época; en cambio, tanto las del Ford como las del Plymouth han bajado de modo alarmante.

       Nuestra opinión es que el público no le presta ya gran atención a la "satisfacción previa," y anda ahora a la caza de todo nuevo modelo que ofrezca algo diferente. Es bastante parecido a lo que sucede con los hoteles en la playa de Miami: Los más nuevos y elegantes se abarrotan, mientras que los otros viven de lo que sobra (si es que sobra algo.)

       Esta condición del mercado pudiera provocar un pánico en la industria automovilista, donde la estabilidad en las ventas es un factor vital. No hay compañía, por fuerte que sea, que pueda permanecer casi inactiva dos años, o tal vez más, en espera de que le llegue el turno de ponerse de moda.

       Mientras tanto, nada de esto le preocupa al público. El cliente tiene la certeza de que la industria es la culpable de sus propios males, al anteponer el estilo de sus modelos a todas las demás características.

       Pero algunos creen que el reinado del estilista está a punto de pasar a la historia. Uno de los que así piensa es George Romney, jefe de la American Motors, quien manifiesta que aun cuando dichos diseñadores son todavía unos personajes en la industria, su importancia es cada vez menor.

       Para fines prácticos, los autos son demasiado largos, pero no excesivamente bajos, declara Romney. El comprador americano exige líneas aerodinámicas, y es de todo punto imposible diseñar un techo más alto sin que el estilo sufra menoscabo.

       Sin embargo, en las encuestas mensuales de Mecánica Popular recibimos un considerable número de quejas sobre la poca altura del automóvil moderno, lo que supone, según sus dueños, un verdadero obstáculo para entrar y salir del vehículo. A nuestro juicio, tan saludable sería aumentar cinco útiles centímetros la altura del coche, como reducir sesenta inútiles centímetros su longitud.

       La General Motors tiene ya proyectado presentar nuevamente su famosa exposición Motorama este próximo invierno. Pero este año, se celebrará únicamente en dos ciudades: en Nueva York primero, y en Boston después.

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 22 - Junio 1958 - Número 6



Mecánica Popular-Copyright (c) 2010 Hearst Communications, Inc. All Rights Reserved.
Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus