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Estás leyendo parte de la revista de Julio de 1994
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Instale una cerradura
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La mayoría de los ladrones
son oportunistas, y tanto, que algunas inconveniencias pueden resultar
en algo que los disuada. Una cerradura de pestillo dormido, por
ejemplo, puede hacer que, de otra manera una puerta fácil de
abrir, le parezca menos llamativa. No es que las puertas con pestillos
dormidos no puedan ser forzadas o abiertas con una ganzúa. Es
que los pestillos muertos aumentan la cantidad de ruido y tiempo que se
necesita para entrar ilegalmente, y por ello aumenta la posibilidad de
ser capturado. Cuando se usan otras precauciones de sentido
común, como iluminación exterior y cierres de ventanas de
servicio pesado, la mayoría de los ladrones prefieren hacer sus
fechorías en cualquier otro lugar.
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| Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 47 - Julio 1994 - Número 7
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