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La Historia de POPULAR MECHANICS
Por Wayne Whittaker
H. H. Windsor, fundador, y el primer número de PM que apareció en enero 11, 1902

DURANTE los últimos cincuenta años, las páginas de la revista Popular Mechanics han reflejado el avance de la civilización mientras el mundo ha estado progresando a un paso más rápido que en cualquier otro medio siglo de su historia. Este ha sido un período turbulento, en el cual la humanidad ha pugnado por mantenerse a nivel con las demandas exigidas por los adelantos técnicos. La revista Popular Mechanics no solamente ha reportado esta historia, sino que ha tomado parte en ella y ha contribuído a su progreso. Ha crecido, de unos cuantos subscriptores en 1902, a millones de lectores en 1952. Es leída y apreciada en los cinco continentes y en todos los países del mundo. Sus lectores incluyen al poderoso y al humilde, pero todos ellos comparten un afecto por ella que hace a sus editores sentir un profundo respeto por su responsabilidad.
Los editores reciben continuamente preguntas acerca de ella: ¿Cómo empezó? ¿Cuáles fueron sus comienzos? ¿Dónde consigue tan variado material? En esta edición de nuestro quincuagésimo aniversario, nos parece apropiado repetir su historia. Esta comienza, como es debido, con su fundador, Henry Haven Windsor, porque fue él quien tuvo la idea que había de realizarse el 11 de enero de 1902 con el primer número de Popular Mechanics. Y fue él, durante esos primeros años de vicisitudes, quien tuvo la fe inquebrantable que venció dudas y deudas, frustraciones y desengaños, hasta llegar a establecer su revista como una institución de importancia internacional.
Henry Windsor nació en una cabaña rústica en Iowa, a 150 kilómetros del ferrocarril más cercano. Era hijo de un ministro congregacionalista, el Reverendo Williarn Windsor, que había emigrado al Oeste varios años atrás. Cuando Henry era solamente un niño, la familia Windsor se mudó a Marshalltown, Iowa, donde, a la edad de 12 años, el Joven Henry adquirió una prensa de mano y estableció un próspero negocio imprimiendo anuncios para los comerciantes locales. Mientras crecía, su interés en la imprenta, publicación y redacción aumentaba más y más.

Los altos funcionarios de Popular Mechanics son: H. H. Windsor, Jr., editor, sentado al lado de su esposa Dorothy F. Windsor, vicepresidente y tesorera. De pie: H. H. Windsor, nieto, izquierda, y William Harrison Fetridge, derecha, vicepresidentes de la compañía.

Después de terminar sus estudios en la escuela secundaria y en la Universidad de Grinell, el joven Windsor empezó a trabajar en el Marshalltown Times Republican, periódico del cual llegó a ser pronto editor. Allí aprendió todos los secretos y trucos de la publicación de noticias, los misterios de la redacción, administración y talleres, así como los problemas que se presentan en la publicación de un periódico. Windsor nació con el seguro instinto periodístico que descubre a la primera ojeada las noticias interesantes y dignas de publicación. También se dio cuenta que el poseer
una imprenta cuesta mucho dinero, y calculó que para comenzar a publicar una revista necesitaría varios miles de dólares (en aquellos tiempos calculó él tres o cuatro mil). Este sueño, porque entonces no era otra cosa, lo realizó muchos años más tarde, el 11 de enero de 1902, cuando fundó Popular Mechanics, una revista con cinco subscriptores.
Antes de mudarse a Chicago, Windsor pasó algún tiempo trabajando en el ferrocarril Northern Pacific, en St. Paul, Minnesota. En 1883 llegó a Chicago para aceptar un empleo con el ferrocarril de la ciudad. En sus horas libres fundó la revista "Street Railway" (El Tranvía) .También fundó una revista llamada "Brick" (Ladrillo) para los trabajadores de la construcción. No había manera de hacerlo olvidar el periodismo.
Los años pasaban, y con cada uno aumentaban sus ahorros y se acercaba la fecha de la realización de su sueño. Comenzó un nuevo siglo. Windsor estudió las revistas de su época y las encontró pesadas y difíciles de comprender, especialmente aquéllas que se especializaban en la mecánica o en el campo científico, que eran las que más le interesaban. Con el nuevo "carruaje sin caballos", los vuelos en globo, el telégrafo y los rumores que corrían acerca de la realización del sueño de volar en aparatos más pesados que el aire, Windsor pudo ver los albores de una nueva edad mecánica. Y, con seguro instinto periodístico, pensó que al público le gustaría estar al tanto de las cosas tan interesantes que se descubrían todos los días, en el mundo de la ciencia y la industria.
Cierta mañana, en el verano de 1901, se presentó ante un banquero, con sus escasos ahorros en una mano y una confianza en su idea en la otra. El banquero le oyó. Cuando Windsor salió de su oficina tenía suficiente dinero para publicar su revista, la que hacía mucho tiempo había decidido llamar "Popular Mechanics".

El edificio de Popular mechanics en Chicago se construyó especialmente para dar cabida a todas las actividades de la revista. El dibujo a la derecha muestra (de abajo a arriba) el sótano, donde se almacenan toneladas de papel, y las prensas planas para libros. Los talleres de imprenta con gigantescas rotativas de alta velocidad están situadas en el primer piso. El equipo de encuadernación ocupa el segundo piso con el almacén y departamento de empaque en el centro. En el tercer piso están los departamentos de libros, suscripción y anuncios. Las oficinas de los directores y los departamentos de contabilidad y circulación ocupan el cuarto piso. Las oficinas de los redactores, del departamento de información y la biblioteca se hallan en el piso quinto. En el sexto, están la sala de composición, el departamento de arte, el de anuncios clasificados y los estudios fotográficos. Los talleres mecánicos y el departamento editorial español ocupan el séptimo piso, así como la revista Science Digest publicación también de Popular Mechanics Company.


Windsor dejó su empleo, alquiló una oficina en un viejo edificio y contrató a un empleado para que se hiciera cargo de la correspondencia. Por supuesto que la correspondencia era todavía una cosa hipotética, pero Windsor estaba seguro de que pronto tendría trabajo para su empleado. El siguiente paso fue emplear un tenedor de libros. Este puesto fue llenado por la señorita Helen Elizabeth Toole, que tenía alguna experiencia y que no se mostró grandemente impresionada por su alto escritorio colocado en la pequeña antesala de la oficina del jefe. Sin embargo, aceptó trabajar "a prueba", unas cuantas semanas. La señorita Toole trabajó en Popular Mechanics por 45 años. Cientos de empleados de la revista la conocen como Nellie Toole; hoy, ya pensionada, vive a unas cuantas cuadras de las oficinas de la revista en Chicago, las cuales visita con regularidad para "mantenerse en contacto con el negocio".
"Esos primeros años de la revista-dice la señorita Toole-fueron tan pesados, que aun hoy no quiero recordarlos. La primera semana que apareció, los subscriptores apenas excedían en número a los tres empleados. La revista comenzó a publicarse semanalmente y se vendía por 5 centavos de dólar. El Sr. Windsor había encontrado algunos anunciantes y escribía toda la revista por sí solo."
"En esa época comenzó un período de meses y años de perder dinero, con los préstamos disminuyendo cada vez más, y las cuentas amontonándose en el escritorio. Muchas veces no había dinero para pagar a los pocos empleados y, con vencimientos continuos, aquello parecía la pesadilla de un tenedor de libros. Yo estaba tan segura de que íbamos a la quiebra,-continúa diciendo la Srta. Toole -como el Sr. Windsor estaba convencido de que un último esfuerzo se vería coronado por el éxito. Jamás he conocido a un hombre más intrépido y optimista que él. Muchas veces me daba una palmadita en la espalda, y me decía, "No te apures Nellie, estoy seguro que mañana tendremos dinero en el correo." y su optimismo muchas veces se veía recompensado. Nunca perdió la fe en Popular Mechanics, ni por un solo momento."
Henry Haven Windsor sabía que su idea era buena. Popular Mechanics fue la primera revista que se especializó en material científico y mecánico presentado en un lenguaje fácil de entender. En los días en que la redacción de otras revistas era florida y oscura, Windsor abogó por la sencillez y la claridad. El mismo acuñó la frase "Escrita para que usted la entienda", que todavía hoy, en 1952, es el lema de la revista.
Para el público fue una revelación el que los temas técnicos pudieran explicarse en lenguaje sencillo y comprensivo. Todos los números de la revista llevaban reproducciones fotográficas; lo que es más, la primera página del primer número fue una reproducción fotográfica del interior de un submarino británico.

la composición fotográfica muestra diversas operaciones en la producción de la revista. Arr. Izq: Rollos de papel ante una enorme prensa. Inf. Der: La revista terminada. El resto incluye los departamentos de composición, arte, editorial y fotográfico

Popular Mechanics se convirtió en la primera revista gráfica norteamericana. Desde su primer número, tuvo una esfera de acción nacional e internacional. La revista se dedicó, y aún se dedica, a publicar sucesos presentes, con ojeadas al futuro, sin casi nunca referirse al pasado. Ha ignorado siempre la política y los sujetos contenciosos; a través de los años ha presentado un cuadro de la vida moderna, reportando los adelantos humanos en los campos de la mecánica, la ciencia y los descubrimientos.
Desde sus comienzos, la revista se ha dividido en dos secciones generales. Una, dedicada a las noticias; la otra, a artículos y planos de interés para el constructor.
En el primer número, las noticias importantes describieron el primer submarino británico, un nuevo faro eléctrico para locomotoras, un automóvil eléctrico que podía recorrer un kilómetro en 40 segundos y la rápida expansión del sistema telefónico en los Estados Unidos (2,278,717 aparatos). Otra noticia reseñaba la increíble innovación que suponía la instalación de teléfonos en todos los cuartos del hotel Auditorium de Chicago. Para el constructor, tenía el principio de una serie de Estudios Elementales de Electricidad, artículos sobre cómo limpiar esponjas, cómo preparar cemento para reparar tanques de hierro, un nuevo método para grabado en cristal, y otros de interés práctico. Es obvio, pues, que desde el primer numero el Sr. Windsor decidió cuidadosamente el formato de su revista, marcando ya entonces la pauta que se ha seguido ininterrumpidamente, y que muchos han tratado de imitar.
Los primeros años de dificultades económicas no dejaron su marca en las animadas páginas de la revista. El caso del Canal de Panamá fue presentado con mapas, dibujos y textos. Otras noticias de 1902 fueron la descripción del yate del Kaiser Wilhelm Hohenzollern, el cual tenía "espléndidos accesorios, incluyendo un servicio de plata que pesaba 2 toneladas y valía 1,250,000 dólares." Un vapor" británico fue el primero en , cruzar el Atlántico utilizando petróleo como combustible, Chicago estaba tratando de hacer correr un río al revés, y creando el Canal Sanitario de Navegación. Se presentaron también fotografías sobre la perforación del "gran subterráneo" en Nueva York.
Directivos y personal de redacción de MECANICA POPULAR. Sentados, de Izq. a Der. Enrique A. Arias, Gerente de Producción, Samuel Melo, Director Gerente, Clover L. Perkins, Gerente de Publicidad. Parados, de izquierda a derecha, Iván Torres, Royal Lee, Skaidrite Escalona, Felipe E. López, Gloria Guillont, Fernando Rubio y Lister Simons-Quiroz

 
La cubierta de abril 1910 , arr., ilustraba una emocionante carrera entre un auto y un extraño avión   Esta es la portada de la primera edición de Mecánica Popular que hizo su aparición en mayo de 1947

 
En 1916 se construyó en Cleveland esta bicicleta de siete ruedas para cinco personas. El Maniubro de dirección accionaba la rueda delantera derecha.   El popular fonógrafo del año 1917 fué empleado en ejercicios de marcha, por un regimiento del ejército británico, para reemplazar a la banda de música.

 
Un entusiasta automovilista del año 1915 cruzó una bahía occidental de los EE. UU. en esta barcaza, impulsada por el mismo automóvil que transportaba.   La balsa salvavidas para aviadores, inventada en el año 1921, fue de tal novedad que la revista Popular Mechanics le dedicó la portada de uno de sus números.

 
En marzo 1924 alguien descubrió en la Oficina de Patentes que Abraham Lincoln habia ideado un dispositivo para izar embarcaciones en aguas poco profundas.   La portada de este número de 1935 correspondía a un artículo de inventos y profecías. La línea superior indica que DeForest escribía ya sobre TV hace 17 años.

 
El ala voladora era sólo un sueño del ingeniero en jefe de la Lockheed, quien escribió un artículo sobre ella. Northrop fue el primero que la construyó.   Cuando en 1941 esta máquina diesel del FC Santa Fe apareció en la portada era la locomotora más potente del mundo, presagio de una nueva era ferroviaria.

 
Una de las mejores portadas presentadas por PM en 1944 fué este dibujo de un navío dedicado al desembarco de soldados y equipo en las playas enemigas.   Otra portada de navíos de guerra (1945) fue este dibujo al óleo del acorazado Missouri. El original se envió como obsequio al Presidente Harry S. Truman.

 
El avión cohete de la postguerra, Bell XS-1, apareció en una de las portadas del año 1947. El aparato inició la nueva era de la velocidad supersónica.   La casa rancho de PM adornó la cubierta de la edición del pasado julio. Es una de las diversas casas diseñadas para ser construídas por el dueño mismo.

F O R E I G N   E D I T I O N S
Al Celebrar Popular Mechanics las Bodas de Oro, sus Cuatro Ediciones Extranjeras se Leen en Todo el Mundo
     
 
Mecanique Populaire, la primera edición extranjera publicada por Popular Mechanics, tiene cientos de miles de lectores entre los pueblos de habla francesa.   A través de 24 naciones de habla hispana, incluyendo España, Portugal y el Africa del Norte, circula Mecánica Popular, que hoy cumple cinco años.
 
La edición de Popular Mechanics se traduce y publica en Copenhague, capital de Dinamarca. Esta revista vió la luz por vez primera en el año de 1950.   La primera de las ediciones escandinavas fue la danesa, que se publica en Copenhague, La revista tiene numerosos lectores en Noruega y Dinamarca.

El personal que compone el Departamento de Circulación de Mecánica Popular aparece en esta fotografía junto con su Gerente, Alan M. Deyoe, a la extrema izquierda

En el número de noviembre de 1902 puede leerse un artículo titulado "El feroz automóvil ha sido por fin domado", en el cual se señala el progreso del automovilismo en esa época. Véase lo que dice, "Como un caballo salvaje de las llanuras de Texas, brincaba y se revolvía con tal furia que muy pocos tenían la osadía de manejarlo. A veces saltaba hacia atrás cuando el conductor lo quería hacer caminar hacia adelante, o se deslizaba de lado, brincando y haciendo cabriolas. Era muy difícil adivinar dónde iría aparar la bestia mecánica. Pero ahora, todos estos defectos del automóvil han desaparecido.."
Las columnas de anuncios también muestran los cambios ocurridos durante los pasados cincuenta años. Las Escuelas Internacionales por Correspondencia invitan a 109 lectores a doblar sus sueldos con un simple problema de aritmética, demostrando que 15 dólares más 15 dólares es igual a treinta dólares. La compañía Century Manufacturing, de St. Louis, anuncia un coche ligero por 33.50 dólares; también, elegantes Órganos de sala de 25 dólares en adelante, pianos verticales a 125 dólares, elegantes máquinas de coser por 13 dólares. Otro anuncia una pluma fuente como "un milagro de la inventiva."
Otras innovaciones de este primer año incluyen la introducción de las "Notas de Taller", en la sección "Para el constructor". Un saludo a la locomotora de vapor, que cumplía entonces 100 años, y un aumento en la circulación de los cinco ejemplares originales a un total de 17,000!
En 1903, la revista alcanzó su primera marca de distinción con un artículo escrito por Guglielmo Marconi, inventor de la radio. Marconi tenia solamente 28 años de edad, y su artículo se titulaba: "telegrafía Inalámbrica, tan práctica como el Cable."
La firma de Marconi fué la primera de muchas muy distinguidas que han aparecido en Popular Mechanics. Artículos escritos por Thomas A. Edison, Theodore Roosevelt, El Almirante Dewey y Pierre Curie también aparecieron en los primeros años. Cirie escribe: "Es difícil adivinar el futuro del radio (metal), pero yo creo que su utilidad está más bien en sus aplicaciones médicas que en la guerra o en el comercio."
Durante los primeros diez años de la existencia de Popular Mechanics, la revista reflejó el pulso de un país tratando de resolver el problema de aprender a guiar un automóvil, y, lo que era más importante, mantenerlo caminando; de un mundo intensamente interesado en los frenéticos esfuerzos que hacía el hombre por volar; de una humanidad que se maravillaba con el teléfono, la radio, el fonógrafo, y los millares de usos de la electricidad. A través del orbe se comprendía que los laboratorios de experimentación y las herramientas mecánicas podían ayudar a acabar con el tráfago de la vida ordinaria y convertir a este planeta en un lugar más agradable para vivir. Una de estas herramientas, el pequeño motor de gasolina, ha sido una bendición para el campesino.
En el verano de 1903, un automóvil realizó la hazaña de subir una montaña. Esto fue cuidadosamente registrado en la primera aparición mensual de Popular Mechanics, en septiembre de ese año.
La posición relativa del automóvil en aquellos tiempos se describe mejor en un artículo "Cruzando el continente en automóvil" que reporta: Cruzar el continente en automóvil ha dejado de ser una heroicidad. Desde el primer viaje de San Francisco a Nueva York, hace ya unos años . . . un Packard y un Winton han hecho el viaje, y un Oldsmobile está ahora mismo en camino de Pasadena a Nueva York. Sin embargo, una curiosa observación de Popular Mechanics es que "no es probable que alguien quiera repetir esta hazaña más de una vez durante su vida."
El 17 de diciembre de 1903, dos jóvenes de Dayton, Ohio, llamados Wilbur y Orville Wright, legaron su nombre a la posteridad al volar en su rústico aparato en Kitty Hawk, North Carolina. En aquellos días, como hoy, Popular Mechanics no podía imprimir las noticias inmediatamente. El tiempo mínimo necesario para publicar una revista mensual es de 5 a 6 semanas. Aunque esto impide publicar reportajes inmediatos, tiene la ventaja de permitir a la revista el presentar una historia más completa y mejor documentada que la que presentan los periódicos. Esto es lo que PM tuvo que hacer cuando publicó "La verdad sobre la máquina voladora" en el año de 1904, en la cual llega a la conclusión que: "Habiendo la primera máquina realmente despegado de la tierra, puede considerarse que la conquista del aire es ya solamente cuestión de tiempo, paciencia, dinero e ideas."
Durante los primeros diez años de su publicación, los lectores de PM siguieron las aventuras del Capitán Robert E. Peary (luego Almirante) en sus esfuerzos para llegar al Polo Norte. Esto fue coronado por el descubrimiento del Polo en 1909 y por un artículo publicado por el Almirante en Popular Mechanics, con el título de "Lo que gana el mundo con el descubrimiento de los Polos." Ese año, 1909, la revista publicó también un artículo en el que se discutió el nuevo record de los hermanos Wright, los cuales se sostuvieron en el aire por una hora 53 minutos y 59 segundos; el invento en Europa del "giróptero," que tenía dos hélices superiores en forma de sombrilla y que fue el precursor del moderno helicóptero. El record de altura de un francés que alcanzó los 600 metros. El primer vuelo a través del Canal de la Mancha por Bleriot, y las primeras armas antiaéreas en Alemania. Los aficionados al taller en los Estados Unidos construían muebles al estilo de las misiones californianas, y la revista publicó los planos de una casa con siete cuartos, incluyendo cuatro recámaras, que se podía construir por 5500 Dls. Este fue el primer año en que Popular Mechanics anunció con orgullo en su cubierta: "La revista mecánica con mayor circulación en el mundo," anuncio éste que hasta la fecha se mantiene. Después de siete años, la revista había logrado finalmente el éxito que Henry Haven Widsor había anticipado
con su fe inquebrantable.
Uno de los puntos cardinales en el éxito de la revista, lo constituye el optimismo que tuvieron dos de los miembros de! Departamento de anuncios-Clyde Blair y Charles Minor-que comenzaron a trabajar con Windsor en 1907 y continúan aún en sus puestos. Cuando las dificultades hacían dudoso el futuro de PM, compartieron la fe que en ella tenía su fundador. Esta visión juvenil los ha hecho dos de los más prósperos y famosos publicistas en el mundo.
A principios de 1912, Windsor reunió a su personal editorial para discutir una idea:
"Todos conocen las siete maravillas del mundo antiguo-dijo-¿Qué les parece la idea de hacer una encuesta entre los hombres de ciencia más famosos del mundo para descubrir las siete maravillas de la edad moderna?"
Esta resultó una de las más famosas series de artículos que jamás hayan aparecido en una revista norteamericana. El resultado de esta encuesta entre 1000 hombres de ciencia fue publicado en la revista del mes de agosto de 1912. Las siete maravillas seleccionadas fueron: La radio, el teléfono, la aviación, el radio (metal), los antisépticos y las antitoxinas, el análisis espectral de la luz y los rayos x. Otras maravillas que también ganaron muchos votos fueron: el Canal de panamá, la anestesia y la química sintética. Alexander Graham Bell escribió un artículo sobre el teléfono en ese número.
Durante los años que precedieron a la primera Guerra Mundial, los lectores de Popular Mechanics supieron del desastre del trasatlántico Titanic (páginas de fotografías y editorial con énfasis en los botes salvavidas); estudiaron los hidroaviones en artículos de Glenn H. Curtiss; siguieron paso a paso la construcción del Canal de Panamá. Fueron de cacería en Africa con Roy Chapman Andrews; leyeron con ojos incrédulos que un hombre llamado Charles F. Kettering había inventado un aparato para hacer arrancar automáticamente motores de automóvil; y escribieron al editor Windsor diciéndole que no debería publicar esas exageraciones en Popular Mechanics. Leyeron que se había inventado una lámpara de gasolina "mucho mejor que cualquiera otra, eléctrica o de gas", y un "tostador que volteaba el pan automáticamente"; vieron también fotografías de la primera línea telefónica transcontinental (el último eslabón entre San Francisco y Denver).
La Primera Guerra Mundial, desde sus comienzos en 1914 hasta el Armisticio de 1918, fue reportada con gran número de fotografías. En un solo número (diciembre de 1914), se publicaron 50 fotos sobre la guerra, de entre las 300 que aparecieron en la revista. Hubo artículos sobre el tamaño y poder de los cañones alemanes, una de las sorpresas más grandes de los comienzos de la guerra. En el artículo se publicó qué "nunca en la historia se habían concebido tan terribles instrumentos de destrucción; un howitzer, con un solo disparo de 406 mm, destruyó la defensa principal de Lieja."
Submarinos Alemanes, Espías, Camuflaje, Torpedos, Peleas de Aviones en Francia, el Lusitania, la Batalla de Jutlandia, El Presidente Wilson, El General Pershing, 1917, La Conscripción, Desertores, Bonos de Guerra, La Infantería de Marina, Chateau Thiérry, Máscaras contra gases. Todas las fases de la guerra, desde la ayuda civil hasta el último y sensacional tanque inglés, fueron publicadas en las páginas de Popular Mechanics.
En noviembre de 1918, Windsor.escribió: "Con un silencio parecido al que sigue a la última nota de un gran concierto de órgano, la Guerra Mundial ha terminado."
Para entonces, la Popular Mechanics había cambiado sus oficinas al número 6 de la avenida Michigan, donde disponía de más espacio. Aun no se había cumplido el deseo de Windsor de tener su propia planta para imprimir la revista. Esta continuaba siendo impresa en talleres ajenos. Envidiosos del éxito de Popular Mechanics, los imitadores empezaron a publicar revistas similares, algunos de ellos con nombres casi idénticos. Entre tanto, la circulación y los anuncios iban en continuo aumento. Miles de negocios deben su éxito a un anuncio de unas cuantas líneas en Popular Mechanics. Los archivos de la revista están llenos de cartas de agradecimiento que reconocen la parte qué ésta ha desempeñado en el desarrollo de muchos florecientes negocios.
Después de la guerra, Popular Mechanics concentró su interés en la aviación para mantener al público informado de sus adelantos. Todo el mundo estaba interesado en este nuevo desarrollo. El futuro de la aviación era el tema obligado de las conversaciones de esa época. ¿ Quién cruzaría el Atlántico por primera vez? ¿Qué tipo de avión o de hidroavión? ¿Civil o militar? ¿Norteamericano o Europeo? Había gran interés en especular sobre el alcance de los diferentes tipos de aviones, tanques de combustible auxiliares y rutas posibles. Gran cantidad de premios esperaban al primer piloto o tripulación que llevara a cabo esta hazaña.
Muchos pilotos intentaron el viaje para morir en la prueba, hasta que, el 14 y 15 de junio de 1919, dos pilotos militares ingleses, el capitán John Alcock y su navegante, el teniente Arthur W. Brown, volaron en un biplano Vickers-Vimy desde Terranova hasta Irlanda, recorriendo 3500 kilómetros en 16 horas 12 minutos, ganando 75,000 dólares en efectivo y alcanzando fama mundial. El mismo año, el dirigible inglés R-34 hizo el primer viaje de ida y vuelta a través del Atlántico. Pilotos militares norteamericanos circunavegaron el globo recorriendo 38,616 kilómetros en solo 5 meses y medio. Esta hazaña hizo que el general de brigada William Mitchell pronosticara "un servicio transcontinental en 16 horas, y viajes
de pasajeros alrededor del mundo."
Otro interés universal en esa época más cercano a los lectores de PM, era la radio. La revista introdujo su departamento de radio en 1920 y Frank L. Brittin empezó inmediatamente a enseñar a los lectores a construir radios de galena, un aparato de 2 bulbos (que medía 1.5 metros y utilizaba audífonos) y en rápida sucesión llegó a enseñarles a construir receptores hasta de 9 bulbos. Poco después de 1920 la fiebre de la radio se apoderó de todos. La revista publicó fotografías de bailarines saltando sobre altavoces, radios instalados en botes, automóviles, sombreros de paja, en la playa, en pianos, en las cocinas y las aulas. Hubo fotos de Mary Pickford y Douglas Fairbanks en su debut radiofónico, y de una encantadora de serpientes con su reptil favorito enredado en un micrófono. Brittin es todavía editor del departamento de radio, pero para mantenerse a nivel con los tiempos modernos, su título es ahora "editor de radio, televisión y electrónica".
Sintiendo lá influencia de la época del jazz, Popular Mechanics publicó uno de los poquísimos artículos musicales en su historia: "Orígenes del Jazz". También la prohibición influenció a los editores, pues hubo un artículo titulado "Actividades de los Guardacostas en la Batalla del Ron." Otro artículo descubrió los secretos de "Los Batazos de Babe Ruth".
Durante la turbulenta época de la postguerra, H. H. Windsor tranquilamente proyectó, construyó y ocupó el edificio del número 200 de la calle Ontario, en Chicago, que hoy sigue siendo la sede de Popular Mechanics. En el número de Junio de 1923 se publicó una fotografía a colores del edificio de ladrillo de 7 pisos. Por fin, el muchacho de Marshalltown había realizado su sueño dorado de tener prensas gigantescas imprimiendo cientos de miles de números de su revista. Durante los años que siguieron, estas prensas han sido reemplazadas por otras más grandes, más eficientes y más rápidas, incluyendo una modernísima de cinco colores, y una enorme rotativa de dos colores que puede imprimir 1,190,000 páginas por hora y que consume 30 toneladas de papel al día. Como dato curioso, Lyle R. Howard, superintendente del departamento de máquinas, nos cuenta que una sola edición de la presente revista necesita más de 20 furgones de ferrocarril cargádos de papel. Popular Mechanics es la única revista norteamericana en la cual casi todas las operaciones necesarias para su publicación se desempeñan bajo un mismo techo.
Henry Haven Windsor vivió únicamente lo necesario para ver realizado su sueño dorado. Aun no había transcurrido un año desde la fecha de la inauguración del edificio cuando falleció, el 11 de mayo de 1924. Las últimas palabras que escribió para su revista fue un artículo sobre la radio y sus infinitas posibilidades, tanto en las comunicaciones como en la educación. "No puede uno cruzar las enormes llanuras del Oeste, sin darse cuenta del gran número de antenas de radio instaladas en todas partes. . . . Seguramente la radio es un hada madrina que tiene algún don para resolver toda necesidad . . . ."
H. H. Windsor, Jr., su hijo único, lo sucedió como editor y publicista, cargo que ha desempeñado en la revista hasta la fecha, dirigiéndola hacia un éxito aun mayor. Hoy día, la revista cuenta con un personal de más de 500 personas. y su circulación se ha duplicado desde 1924.
Henry Windsor nieto, fue el primer miembro de la tercera generación que empezó a trabajar en el negocio.
El clímax de los reportajes de Popular Mechanics en la fabulosa década de 1920 a 1930, fue la historia de Lindbergh. Cuando el "Espíritu de San Luis" aterrizó en el aeródromo de Le Bourget, en París, un joven bajó del avión y dijo al embajador norteamericano, Myron T. Herrick, "Me llamo Charles A. Lindbergh," sin saber que todos los periódicos del mundo llevaban su nombre en los titulares durante las horas angustiosas en que volaba sobre el Atlántico. En el número de agosto de 1927 apareció un artículo describiendo el vuelo, y en el número de noviembre, una entrevista-"Lindbergh habla sobre el futuro de la aviación". Han pasado 25 años, pero estos artículos conservan todavía gran interés. En un artículo que apareció en 1928, titulado "Televisión en Casa," se describe un aparato que funcionaba por medio de un disco giratorio y que nunca tuvo éxito apreciable. Sin embargo, las predicciones del artículo se han cumplido. El día 29 de octubre de 1929, que marca la debacle de la Bolsa de Valores y 61 comienzo de la terrible crisis económica, el articulo de fondo de la revista que apareció ese día se titulaba "Volando en alas del viento". El tema era aeronáutico, no económico, pero para muchos debe haber encerrado una lección irónica.
El taller casero tuvo un enorme desarrollo durante los años de la depresión. Más lectores que nunca construían sus propios muebles, reparaban sus casas, componían sus automóviles, pintaban y empapelaban sus paredes, revelaban e imprimían sus fotografías, y hasta construían sus rompecabezas. La introducción de las locomotoras diesel y los grandes aviones de pasajeros ayudaba al público a olvidar su mala situación pecuniaria.
En 1939, las páginas de Popular Mechanics comenzaron a parecerse a las de 1913. La Guerra volvía atender su sombra sobre los artículos de la revista. Las descripciones eran ahora de nuevas armas y bombarderos, paracaidistas y aviones de carga. Poco después de que Adolfo Hitler encendió la mecha de la Guerra Mundial II, los editores de PM se asombraron al saber que el enemigo estaba lo bastante interesado en la revista para sacarla de contrabando en las valijas diplomáticas de naciones neutrales. Con Pearl Harbor llegó la censura, que fué bien recibida.
Casi todos los artículos publicados estaban relacionados con la guerra y los armamentos. La revista trabajó en cooperación con el ejército, la marina y la fuerza aérea. En muchas ocasiones tuvo la satisfacción de saber que un soldado había aprendido algo que le permitió pelear mejor, en los números de Popular Mechanics.
Los redactores de la revista estuvieron muchas veces en posesión de secretos militares, pero nunca, durante la guerra, tuvo la revista dificultades con la censura por descubrir algo que pudiera haber sido de ayuda para el enemigo. Popular Mechanics fue una de las primeras revistas que fueron invitadas a producir una edición para los soldados. Al fin de la guerra, más de un millón de hombres leían la revista cada mes en todos los campos de batalla del mundo.
Guadalcanal, Las Fortalezas Volantes, Corregidor, Torpederos PT, Bonos de Defensa, Plantas de Guerra, La Mira Norden para Bombarderos, La Guerra Mecanizada, Volando sobre las Himalayas, el Presidente Roosevelt, El General Eisenhower, El General Doolittle, Bombas sobre Tokío, Iwo Jima, Detectores de submarinos, El Acorazado Missouri, La Invasión de Francia, La Bomba atómica. Mes tras mes, la historia de la guerra se desenvolvía en las páginas de PM.
En los primeros días de la guerra, el Sr. Windsor y otros editores, recibieron órdenes del Departamento de Guerra de no mencionar más el Uranio 235. Durante muchos años, la revista había seguido muy de cerca las investigaciones sobre el átomo. Uno de los primeros artículos que trató de este tema fue escrito por Winston Churchill. (Un extracto de este artículo aparece en el presente número; se titula "Cincuenta años después".)
En enero de 1941, un artículo describió "El Milagro del U -235" y en noviembre del mismo año, otro artículo "Atormentando a los Atomos", fue el último que se publicó sobre este tópico, hasta después de Hiroshima y Nagasaki.
Al terminar la guerra, las páginas de Popular Mechanics vuelven a reflejar la conversión de Norteamérica a las industrias de paz con una energía que se compara favorablemente al esfuerzo hecho durante la guerra. Millones de automóviles nuevos, televisión, aviones más grandes y más rápidos, aviones de reacción, nuevas casas, nuevos muebles, máquinas lavadoras, refrigeradoras, cámaras fotográficas, clima artificial.
Durante los diez años que acaban de pasar, la revista ha cambiado también. Un nuevo tipo de impresión facilita su lectura. El nuevo arreglo de sus páginas la hace más atractiva y las ilustraciones a todo color han gustado mucho a sus lectores. Los últimos modelos de máquinas encuadernadoras arman la revista de una manera tal, que puede resistir un trato mucho más rudo sin desencuadernarse. Podemos decir sin exageraciones que no pasa un mes sin que se agregue nuevo equipo a los talleres, las prensas, sala de composición, grabado, o encuadernado. En el departamento de suscripciones se utilizan los métodos más modernos para acelerar el servicio. Con excepción de la temporada de fiestas de Navidad, todas las subscripciones se despachan en tres días.
Una pregunta que nos han hecho muchos lectores y amigos es: ¿Dónde consiguen tanto material?
Aproximadamente la mitad de los artículos de fondo son escritos por los miembros de la sección editorial sobre temas buscados en todas partes del mundo. El jefe de redacción, Sr. Roderick M. Grant, manda redactores a todos los rincones de la tierra en busca de temas para sus artículos, Bikini, Alaska, Japón, América del Sur. Los artículos cortos se obtienen de 5000 corresponsales, de fuentes industriales y gubernamentales, de agencias de informaciones públicas y de cualquier fuente cercana a cualquier lugar donde algo nuevo se invente en el campo de la mecánica y la ciencia. La revista tiene su propio estudio fotográfico y personal para trabajos especiales; además, se subscribe a muchos servicios fotográficos que le mandan miles de fotos cada mes.
La sección "Para el Constructor" lleva gran cantidad de ilustraciones; James R. Ward, redactor a cargo de esta sección, y Frank Beatty, director artístico, se aseguran de que cada detalle especificado en los dibujos sea correcto. A veces, el artista y el escritor pasan una semana en una sola ilustración. En la sección de noticias de la revista aparecen dibujos de artistas de la categoría de G. H. Davis, de Londres, famoso por sus diagramas y cortes seccionales, y de A. Leydenfrost. Las portadas son de artistas tan conocidos como Dave Mink, (que pintó la portada de este número), Bruce Bomberger, Wendell Kling, John Howard, Roswell Brown, James Sessions y Robert Korta.
Desde el final de la guerra, Popular Mechanics no solamente ha aumentado su circulación a más de un millón de números al mes, sino que ha agregado cuatro ediciones extranjeras. El jefe del Departamento de Circulación es Alan M. Deyoe. Poco después de la guerra, uno de los héroes franceses más destacados, el mayor Adrien Albarranc, de París, hizo un viaje a Chicago entusiasmado con la idea de publicar una edición francesa de la revista. Durante la guerra, Albarranc se impresionó al ver sus camaradas norteamericanos pelearse por leer la edición militar de Popular Mechanics. En Francia no existía una revista del tipo de Popular Mechanics y se dio cuenta él de la necesidad que había en su país por ella. H. H.Windsor, Jr. y William H. Fetridge, vicepresidentes, oyeron los argumentos de Albarranc y como resultado de estas gestiones nació Mecanique Populaire. Esta revista se traduce en París y se imprime en Estrasburgo. Tuvo un éxito inmediato, y es leída ahora en Francia, Bélgica, Suiza, partes de Alemania y África del Norte. El gobierno francés mostró su aprecio al nombrar en 1949 al Sr. Windsor Oficial de la Academia Francesa y otorgarle la condecoración de la Orden de las Palmas, "por servicios prestados ala cultura francesa propagándola con Mecanique Populaire."
La edición en español, Mecánica Popular, fue fundada en México por Samuel Melo y Rafael Reynoso y M. en 1947. La primera edición, mayo de 1947, tuvo un tiraje de 45,000 ejemplares que se vendieron totalmente. Después del segundo número, julio de 1947, dificultades de transporte y de impresión obligaron a trasladar la sede de la edición en español a Chicago, donde se imprime ahora en los propios talleres de Popular Mechanics. Su circulación ha subido de los 45,000 ejemplares originales a unos 150,000 en la actualidad, y varios estudios indican que el número de lectores mensuales pasa del medio millon. Se distribuye en todos 105 países de habla española, en Brasil y en Portugal. El Sr. Samuel Melo continúa como director gerente y Rafael Reynosos y M. es ahora el representante de Mecánica Popular en la República Mexicana. El cuerpo de redactores está formado por Felipe E. López, cubano, Lister Simons-Quiroz, panameño, Iván Torres, puertorriqueño y Fernando Rubio, mexicano. La responsabilidad de la producción de la revista, pesa sobre Enrique A. Arias, panameño, y el resto del personal cuenta con representantes de casi todos los países de la América Latina. La edición danesa, Populaer Mekanik, y la sueca, Popular Mekanik, se imprimen en Copenhague. Las dos ediciones escandinavas están bajo la supervisión de Jorgen Grusgaard y Jorgen Norredam. Estas ediciones han tenido tanto éxito, que se proyecta comprar para ellas un nuevo local, mucho más amplio, en Copenhaguen. La revista también mantiene oficinas en Londres, en la famosa Baker Street, con el Sr. Douglas W. Wedderspoon como representante.
En los Estados Unidos, la revista tiene oficinas en Nueva York, Detroit, Cleveland, Los Angeles, y San Francisco. Estas oficinas mantienen un personal editorial y publicitario. Clover L. Perkins es el Gerente de Publicidad.
Sabemos que el 28% de nuestros lectores tienen más de 26 años de edad, y solamente el 6% menos de 17. Siendo el otro 66% de edades que fluctúan entre estos dos grupos. Nuestro lector típico (1) tiene su casa propia, (2) ha tenido casa propia o (3) quiere tener casa propia. Puede ser rico o pobre, pero tiene una cosa en común con todos los demás; es el tipo de hombre a quien le gusta saber qué es lo que tiene su automóvil debajo del cofre, o como funciona su radio. Las cosas mecánicas le interesan, y también el porqué de ellas. Gusta de construir cosas con sus propias manos. En resumen, es un individuo alerta, con la mente despejada, que mira hacia adelante y que vive con mayor interés en el futuro que en el pasado. En otras palabras, es un individuo progresista, que es lo que siempre hemos querido pensar de Popular Mechanics durante los pasados 50 años.


Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 10 - Marzo de 1952 - Número 3


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus