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UN DESTACADO psicólogo dice que "la tabla patinadora es un símbolo de rebeldía; los jóvenes quieren demostrar ante sus mayores que desdeñan todo aquello que se les ha enseñado acerca de la preservación de la vida y la protección contra peligros."
De ser esto verdad, entonces toda la juventud de la América del Norte se halla participando en una rebelión de grandes proporciones, ya que hoy día los muchachos pasan del biberón a la tabla patinadora sin apenas la menor dificultad. Y además de utilizarlas para lanzarse en carrera por los cruces de calles con el fin deliberado de asustar a los automovilistas; los que se dedican a este deporte le han añadido algunos refinamientos: se paran de cabeza sobre las tablas, efectúan saltos, dan espectaculares vueltas y se lanzan en carrera con una tabla en cada pie. Para fines de competencia, celebran carreras a lo largo de pistas de obstáculos similares al "slalom" de los esquiadores. Los mejores de esta nueva estirpe de patinadores son los integrantes de un grupo que ha reunido la Vita-Pak Co., fabricantes de tablas patinadoras de California. Actualmente se encuentran estos muchachos dando exhibiciones a través de todo el país.


Si puede el cuerpo en posición vertical apoyando las manos en el suelo, también lo podrá hacer sobre una tabla patinadora. La cosa es mantener el equilibrio a la velocidad


 

Esta tabla patinadora especial lleva faros delanteros, luces de cola y una bocina para poder transitar legalmente por las calles. La escena tiene lugar en el estado de California, donde hay gran afición por las tablas.

Las tablas patinadoras se guían desplazando el peso del cuerpo. Desarrolan una velocidad máxima de apenas 27 kilómetros por hora, pero cuando monta uno sobre la tabla delgada cerca del suelo, parece como si estuviera corriendo vertiginosamente por una autopista.


Dos de los números más espectaculares que presentan son el salto de obstáculos y el salto a tierra. Para el saldo de obstáculos, rueda el patinador hasta una vara horizontal suspendida sobre dos palos. Mientas su tabla de patinar se mueve por debajo de la vara, salta él por encima de ésta para luego caer de pie sobre la tabla en movimiento. El salto a tierra es como el saldo de esquí -se salta desde el extremo de una rampa manteniendo la tabla bajo control tanto en el aire como después de caer a tierra.
Y si esto no fuera suficiente, ahora han añadido un motor para celebrar carreras con tablas de 8 kilos de paso, como si se tratara de "karts". Se guían estas tablas desplazando el peso del cuerpo. A pesar de que sólo desarrollan una velocidad de 27 kilómetros por hora, cuando se mueve uno sobre una tabla con ruedas de patines a sólo unos cuantos centímetros del suelo, esta velocidad parece ser igual que la que desarrolla un rápido auto de carreras. -John Boykin y Bob Grant.


Los modelos a motor para carreras pueden moverse sobre suelos accidentados o sobre cualquier lugar donde pueda llevarlos un conductor experimentado.


En las carreras de "slalom" hay que moverse con rapides y efectuar virajes pronunciados. Estas carreras se celebran generalmente en una colina y se emplean latas vacías como "compuertas" adecuadas



El moverse con dos tablas sobre el cuerpo de otro requiere bastante pericia. Los muchachos demorarn cuatro meses aprendiendo a controlar un par de tablas.



Esta tabla patinadora, que no es para carreras, lleva un motor para poder subir pendientes. Los engranajes se desconectan en la parte superior de la tabla de patinar.


El record del salto de obstáculos es de 1.22 metros. El patinador rueda hasta la vara, salta por encima y cae de pie en la tabla.


Para efectuar saltos hay que desplazar el peso hacia la rueda trasera con objeto de mantener alzada la parte delantera de la tabla; luego, desplazar el peso al frente.


 


Sólo los expertos pueden efectuar este truco. Un muchacho se acuesta de lado sobre su tabla y otro lo salta

Las ruedas traseras en los modelos a motor de 8 kilos de peso tienn un diámetro de 13 mcs. Delante llevan ruedas de patines comunes. El motor es de gasolina y de 0.85 caballos de fuerza.

 

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 37 - Octubre de 1965 - Número 4


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus