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Filatelia - De Cali a Quito - por Ignacio A. Ortiz BelloFilatelia - De Cali a Quito - por Ignacio A. Ortiz Bello




Recientemente, efectué un viaje por carretera desde la cálida y bella ciudad de Cali, en Colombia, hasta la colonial y barroca ciudad de Quito, capital del Ecuador. Este viaje, motivado por asuntos familiares, terminé por convertirlo en visita a corresponsales coleccionistas de sellos, monedas y billetes; en charlas e intercambios de ideas en sociedades filatélicas; en visitas a correos y dependencias filatélicas; y en indagaciones sobre el comercio filatélico-numismático.

       El material humano en todo el recorrido es excelente, ahora más que nunca me siento orgulloso de ser coleccionista y pertenecer al mundo hispanoamericano. Esta buena gente es coleccionista de verdad, venciendo mil dificultades y sin la ayuda de los organismos oficiales como es usual en los Estados Unidos y en muchos países que hemos visitado, donde los comerciantes y las dependencias del correo facilitan a los coleccionistas el desarrollo de su colección.
      
Filatelia - De Cali a Quito - por Ignacio A. Ortiz BelloFilatelia - De Cali a Quito - por Ignacio A. Ortiz BelloEn Cali es casi imposible conseguir las nuevas emisiones postales y, si usted decide ir en busca de las mismas, al igual que yo experimenté, tendrá que visitar tres dependencias distintas: el Correo, ADPOSTAL y Avianca. En un pueblo pequeño conseguí algo en TELECON, y ya con cuatro dependencias distintas. Eso sí, en ninguna se encuentra o puede resolverse la compra total de los sellos emitidos por Colombia.

       Billetes y monedas es mucho peor, las dan por cuenta gotas y tras suplicar más que una vieja a San Antonio para que le consiga novio. En el Banco de la República, de Cali, es casi imposible obtener monedas y billetes sin circular. El comercio filatélico-numismático de Cali es casi nulo, aunque parece que está naciendo una empresa bastante dinámica que ya cuenta con dos .locales. El muy eficiente y amable empleado de correos UNICENTRO, sólo vi un empleado, me informó que allí funciona el Museo Filatélico, pero yo no vi nada.

       Quito tiene una vida filatélica de gran envergadura, gracias a un grupo muy selecto de filatelistas que sostienen la Asociación Filatélica Ecuatoriana, con oficina o local abierto a reuniones nocturnas y la próxima inauguración de un edificio o casa propia. El comercio filatélico es bastante pobre, compensado por la amabilidad de sus propietarios, como es el caso de Don Julio Montalvo, propietario de la Librería Nacional, en la esquina de García Moreno y Olmedo, un entusiasta filatelista de Ecuador. Aquí también es curiosa la forma de adquirir sellos para los coleccionistas o los extranjeros que no conocemos el mecanismo local, pues fui al correo central, en pleno centro del Quito colonial, y allí hay que comprar los sellos en quioscos particulares, de mano de revendedores, los cuales no tienen series completas ni cuidan mucho de los sellos. La oficina filatélica, donde pueden obtenerse los sellos y hojitas filatélicas, está en las afueras de la ciudad, nuevo centro postal en la calle 10 de Agosto.

       Esta más o menos, en pocas palabras, fue mi odisea filatélica en busca de sellos y contacto con coleccionistas. Sin lugar a dudas llena de mil obstáculos, pero compensada por el trato amable de nuevos amigos y de aquéllos que ahora tuve la oportunidad de conocer personalmente, tras tantos años de amistad epistolar.

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 42 - Mayo 1989 - Número 5



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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus