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Estás leyendo parte de la revista de Abril de 1959
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UN MODELO DEL CHEBEC FRANCES |
PARTE IV |
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Jarcia muerta y velas
AUNQUE LA TAREA de aparejar este modelo pueda parecer complicada, es
en realidad completamente sencilla si se efectúa paso a paso. Tenemos
primeramente la jarcia muerta (o jarcia de firme), representada en la
vista de babor de la figura 54. Esta sujeta los palos y está fija,
lo que la distingue de la jarcia móvil, que sirve para manipular
las vergas y velas. Comiéncese por la jarcia muerta del bauprés,
y continúese hacia la popa.
Materiales para el Aparejo
Con excepción del hilo negro que se usa para las ataduras que simulan
sostener unidos los dos miembros de cada verga, como se ve en la figura
53 de la Parte III, todo el hilo que se utiliza en el aparejo de este
modelo debe ser de color de café claro. El cordel de lino fuertemente
retorcido, que parece un cabo en pequeño, es mejor para esto, ya
que las variaciones de temperatura y humedad no alteran apreciablemente
su longitud. Conviene frotarlo con cera de abeja, para aumentar la invariabilidad
de sus dimensiones. Después de ello, se envuelve en una bombilla
eléctrica tubular, pues el calor de ésta hará penetrar
la cera. Sin embargo, hay quien dice que el hilo de algodón resulta
igualmente satisfactorio cuando está bien impregnado de cera de
abejas, pues ésta disminuye su variabilidad y elimina el pelillo
de su superficie. Si bien es cierto que el hilo de nilón se dilata
y contrae mucho más que los anteriores, puede usarse en distancias
cortas, como en los rizos, por ejemplo, o para cabos que tengan seno y
para amarras y ataduras.
Tamaño
dejos Cabos
Todos los cabos que se usan en este modelo, tanto los de la jarcia muerta
como los de la jarcia móvil, son de aproximadamente 0,018 pulgada
(un poco más que 1/64 de pulgada) de diámetro, salvo donde
se especifique otra cosa. Los tamaños se darán en décimas
de pulgada, pues los proveedores de artículos para aparejos se
refieren al hilo en términos vagos, tales como grueso, mediano,
delgado y muy delgado. Además, un mismo tamaño puede ser
mediano para uno y delgado para otro. El hilo de 0,018 pulgada de espesor
corresponde al hilo de lino de tapicero No.18, y este último puede
servir asimismo para aparejar, en caso que no pueda obtenerse el primero.
Sin embargo, como es relativamente suave, se asemeja menos a los cabos
que el hilo de lino fuertemente retorcido.
Para las relingas de las velas, úsese hilo de 0,018 a 0,025 pulgada
de diámetro. Para las ataduras en los mástiles y vergas,
los rizos, las drizas de las banderas, candelizas, racamentos, y también
para los cordeles dobles que sujetan los casonetes que se emplean para
sujetar los obenques, utilícese hilo de 0,009 pulgada de diámetro.
Para atar los motones y en los puños de las velas, empléese
hilo del No.70 al No.50, cuyos diámetros varían entre 0,004
y 0,006". |
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Aparejo del Bauprés
Antes de comenzar a aparejar, instale en la base de los palos mayor y de
trinquete pequeñas armellas o grapas en la posición que se
ve en la figura 55. Los detalles del aparejo del bauprés se indican
en la figuras 56, 57 y 58. Observe el diminuto anillo con su gancho, y la
cornamusa asegurada a la roda, casi directamente debajo de la contrarroda.
Estas piezas se hacen primero.
En vez de usar cabillas de maniobra en el travesaño que está
junto al palo de trinquete, con objeto de amarrar varios cabos, se prefiere
sujetar éstos de dos maneras distintas, a fin de evitar el amontonamiento.
Algunos se hacen pasar por agujeros en el travesaño, y se anudan
bajo éste, mientras que otros se atan, simplemente, a él.
Los cabos del bauprés se hacen pasar por los diminutos agujeros C
y D, figura 58, y se anudan debajo del travesaño. El que pasa por
la cornamusa sirve de barbiquejo. Después de anudar un extremo, pásese
el hilo por el agujero de. la borda, A, luego por debajo de la cornamusa
y, finalmente, hacia arriba por un agujero No.75 abierto en el bauprés.
Estírese el hilo hasta que quede moderadamente tirante y encólese
en el agujero. Manténgase el hilo tenso hasta que se seque la cola,
engánchelo luego en la parte inferior del gancho, y aplique un poco
de cola.
El hilo que parte del agujero D en el travesaño pasa por un motón
asegurado al anillo del bauprés y vuelve al agujero C en el travesaño.
El estay del trinquete, que se extiende desde el gancho del bauprés
a un motón asegurado al tope del palo, y luego baja hasta el agujero
del travesaño, se instala después que los obenques del trinquete.
Observe que el extremo inferior del estay del trinquete forma un ojal que
se introduce en el gancho del báuprés. El motón asegurado
a la atadura del medio del bauprés es para la troza de la verga del
trinquete, que a pesar de formar parte de la jarcia móvil, puede
asegurarse en su posición ahora. |
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Brazalote de los Obenques
Los cabos que soportan los mástiles, que se extienden desde las bordas
hasta el tope de los palos, se denominan obenques, y constan de los brazalotes
(de los cuales cuelgan los obenques) y poleas. Los primeros constituyen
la parte superior, de la cual cuelgan las poleas, y se atan a los mástiles
como se indica en la figura 61. Mediante una ranura poco profunda abierta
alrededor del palo se evita que la atadura se corra hacia abajo en caso
de que llegara a aflojarse. Antes de sujetar los brazalotes, provéalos
de motones de tamaño apropiado, que se indica en los detalles de
los obenques. A continuación, encole los extremos de los brazalotes
a los mástiles, encima de la ranura, de modo que aquéllos
cuelguen verticalmente. Después se hacen las ataduras. Los extremos
de éstas se sostienen como ya se indicó en el detalle de la
figura 53 de la parte III. Para reforzar la atadura y preservarla de la
humedad, cúbrasela con una capa de cola. El palo de trinquete tiene
cinco brazalotes, cuatro para los obenques y uno para el estay de este palo.
Después de instalados los brazalotes, apareje los obenques. Hay cuatro
tipos diferentes de obenques, indicados respectivamente con las letras A
a D inclusive. Todos ellos se muestran en conjunto en la figura 54, y por
separado en las figuras 60, 62 y 66. Los situados a un lado del mástil
son idénticos a los que se encuentran al otro lado. Comience por
el obenque delantero de estribor del palo de trinquete. Como es sabido,
se llama estribor al lado del buque que queda a nuestra derecha cuando damos
frente a la proa; babor, por lo tanto, es el que queda a nuestra izquierda.
A continuación, haga el obenque delantero de babor, y continúe
después la instalación hacia popa, alternando los lados, con
objeto de igualar las fuerzas que actúan en ambos. |
Obsérvese en las figuras 54, 59 y 60 que los obenques
del palo de trinquete se aseguran a cazonetes, tres de ellos a cada lado,
sostenidos cada uno por un par de cabos. Estos tres pares de cabos pasan
a través de la borda, después de lo cual uno de ellos rodea
el poste delantero del escobén, y los otros dos, los macarrones segundo
y tercero, respectivamente. La distancia aproximada entre los puntos de
sujeción extremos de los obenques a las bordas se da en la figura
54. Los extremos libres de los obenques de trinquete y mayores de tipo A
se aseguran a los cazonetes, mientras que los de mesana lo hacen a la borda.
La figura 54 es una fotografía de cerca de los obenques mayores,
(con el fondo eliminado). Dos de éstos pertenecen al tipo A, cuatro
al tipo E, figura 62, y dos al tipo C, figura 66. En este conjunto se incluyen
dos obenques de tipo A y dos de tipo D, estos últimos detallados
en la figura 66. En los obenques de tipo E y D, los motones y brazalotes
quedan en el medio, poco más o menos, de la distancia entre el tope
del palo y la cubierta. |
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Motones
Para las jarcias muerta y móvil cómprense los siguientes motones:
20 de una roldana, de 3/32 de pulgada, 10 de una roldana, de 1/8 de pulgada;
23 de una roldana, de 5/32 de pulgada, 15 de una roldana de 3/16 de pulgada,
y 4 de dos roldanas de 5/32 de pulgada. Se usarán motones de madera,
salvo cuando se especifique otra cosa. La mayoría de los motones
de varias roldanas que se usan en este modelo tendrán que hacerse.
Los motones dobles y triples para los obenques se detallan en la figura
63. Estos motones difieren también en tamaño. Los del palo
de mesana son, aproximadamente, un cuarto menores que aquellos de los palos
de trinquete y mayor. La mejor madera para hacer los motones y otros accesorios
pequeños es el boj. Una regla de carpintero rota servirá muy
bien para esto. Abra los agujeros y labre la ranuras antes de separar los
bloques de la madera.
Los motones tienen una ranura en su periferia que sirve para pasar el cabo
que los sostiene. Para esto último, figura 61, pase el hilo una vez
alrededor del motón, ajústelo y encole el extremo libre al
propio hilo. Si se separan los ramales de éste antes de encolarlo,
la unión resultará menos abultada. Con objeto de aumentar
la resistencia y la duración de la unión, puede envolverse
ésta o atarse con hilo fino, que también se cubre luego con
cola.
Para las velas se usa tela de lino blanco, ya sea
de una prenda de ropa blanca vieja, de una funda de almohada o de pañuelos.
Todas las velas del modelo pueden hacerse con un trozo de tela de 16 x 20
pulgadas. Después de haber planchado el género para eliminar
todas las arrugas, instálese sobre una base de madera dura o madera
terciada. Asegúrense las orillas con cinta de dibujante, poniendo
al hacerlo especial cuidado en que la tela quede moderadamente tirante,
con los hilos del tejido dispuestos paralelamente en ambas direcciones.
A continuación, corte patrones de papel grueso o cartón delgado,
de las dimensiones que se dan en la figura 67. Al disponer los patrones
sobre la tela, coloque el gratil de la vela, esto es, la orilla por donde
se une al palo, paralelo al tejido. |
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Trazado de las "Costuras"
Para representar las fajas de rizos y las costuras de las velas, trácense
líneas finas con tinta azul, mediante una estilográfica de
punta fina y una regla o plantilla, según sea necesario. Pruebe antes
la estilográfica en un retazo de tela, con objeto de determinarla
velocidad con que debe moverse aquélla a lo largo de la regla, para
que la tinta no se corra sobre la tela. Evítese pasar dos veces la
pluma por la misma línea, para no engrosarla demasiado.
Comience por trazar líneas a 1/8 de pulgada del borde de la vela,
y paralelas a él. Para trazar el pujamen use la plantilla. Trace,
luego la faja de rizos, y prosiga con las "costuras" verticales.
Dos líneas distantes 1/16 de pulgada representan una costura, y las
costuras distan 1/4 de pulgada entre sí. Después hay que trazar
las rayas del otro lado de la vela, para lo cual será necesario sacarla
de la base, darle vuelta y volverla a asegurar. Para esto use cinta nueva
y no despegue los trozos adheridos a la vela. Si se pega la vela sobre el
vidrio de la ventana, las líneas ya trazadas se transparentarán
y será fácil calcarlas. Relingas Encoladas a la
Vela
A continuación, con la tela todavía asegurada a la base,
encole las relingas (0,018 a 0,025 pu1gada de diámetro) a lo largo
de los bordes de las velas. Las relingas se colocan por un solo lado.
Usese un hilo continuo para cada vela, y comiéncese a pegar la
relinga aproximadamente en el punto medio del borde de la vela que queda
junta a la verga. En cada una de las esquinas enrosque la relinga para
formar un puño, que luego se ata, figura 67. Encole las orillas
de la vela y el hilo, y cuando la cola se ponga pegajosa, apriete firmemente
uno contra el otro.
Para hacer que las velas se abolsen, (al hacerlo, las velas reales toman
el viento), se recogen uniformemente los gratiles al instalar la relinga.
Primeramente, afloje la cinta que sostiene la tela, en los puntos alineados
con el gratil, para suprimir la tirantez. Con unas pinzas, levante el
gratil la distancia necesaria, véanse los dibujos, y encólese
luego la relinga por puntos, sosteniéndola tirante, a la esquina
inferior. Encole después de igual manera el centro de la relinga
al centro de la orilla de la vela, a fin de que queden senos iguales en
ambos lados. Continúe dividiendo las distancias restantes y soldando
la relinga por puntos. La relinga ha de encolarse a la vela en toda su
longitud, para aumentar la resistencia. |
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Rizos
y Ataduras a las Vergas
Después que la cola se haya secado, corte las velas a lo largo de
las relingas con una navajita de afeitar bien afilada. Encole luego los
rizos, que tienen 7/8 de pulgada de largo y 0,009 pulgada de diámetro,
a las fajas de rizos marcadas a cada lado de las velas, como se ve en la
figura 69. Los rizos están situados a igual distancia de los costuras.
A lo largo del borde de la orilla de la verga hay una segunda hilera de
rizos, los cuales son los extremos de las ataduras que aseguran las velas
a las vergas, como puede verse en la figura 69. Para cada atadura, haga
pasar el hilo, con una aguja, a través de la vela, y hágale
dar dos vueltas alrededor de la verga, después de lo cual se hace
un nudo. El hilo pasa por el mismo agujero tres veces, con lo cual sus extremos
quedan en lados opuestos de la vela. Ate también los puños
a la verga. A continuación, instale los motones de la driza de bandera
y los pares de motones de candelizas, como se ve en las figuras 66 y 68.
Los motones de candelizas inferiores del trinquete y mayor son dobles, con
objeto de pasar las candelizas superior e inferior. La verga de mesana tiene
solamente un par de motones de candeliza de una roldana. (Continuará) |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 24 -
Abril 1959 - Número 4
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