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Click para ver más grande Estás leyendo parte de la revista de Junio de 1955
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Por Floyd Clymer
CONDUJE el auto de prueba de Los Angeles a Fresno, y de esta ultima ciudad a San Luis Obispo, siguiendo una ruta a través de montañas. El viaje de regreso a Los Angeles lo efectué por la Ruta de la Costa. Incluyendo ciertas pruebas en caminos vecinales, la distancia total que recorrí fue de 1290 kilómetros. El auto que empleé fue el modelo Belvedere Sport Coupe, provisto del nuevo motor V8 de 167 caballos de fuerza.
El automóvil se comportó maravillosamente, tanto en la carretera. como a través de las montañas ya lo largo de accidentados caminos en pleno desierto. Le proporciona a uno la sensación de estar manejando un coche de tamaño grande ya pesar de que cabecea un poco y muestra cierta tendencia a inclinarse en las curvas (lo mismo que sucede con los Plymouths anteriores), toma éstas sin perder estabilidad y marcha divinamente sobre caminos accidentados. El nuevo vehículo con motor v S pesa 1472 kilos: 109 más que el modelo de seis cilindros de 1954. La marcha y la estabilidad en las curvas están perfectamente controladas. El auto ofrece sensación de seguridad, aun al moverse a alta velocidad o al efectuar virajes con rapidez. Sus cualidades de marcha son superiores alas de cualquier otro Plymouth que haya yo manejado.
El consumo de gasolina del Plymouth V8 es algo más elevado que el de su hermano menor, el modelo de seis cilindros; pero al parecer, a su dueño no le preocupa mucho este gasto ligeramente mayor. El automovilista moderno prefiere la transmisión automática, a pesar de que el rendimiento de un coche equipado con sobremarcha puede ser hasta de 1.5 k.p.l. más. Cierto es, que el consumo del gasolina del nuevo Plymouth es aceptable, y que el modelo funciona perfectamente con gasolina ordinaria. Durante la prueba no añadí una sola gota de aceite. Aparentemente, el nuevo V8 es una panacea en ese respecto.
De acuerdo con el velocímetro, la velocidad máxima del vehículo es de 162 kilómetros por hora. Sin embargo, como sucede con todos esos instrumentos, la verdadera velocidad máxima es aproximadamente un siete por ciento menor. El motor tiene el mínimo de vibraciones, debido a sus montajes de caucho (la Plymouth fue la primera en usarlos) y debido también a que se trata de una máquina de carrera corta, bien equilibrada.
Como siempre, los frenos del Plymouth son insuperables; muestran poco debilitamiento, son fáciles de aplicar, y están perfectamente equilibrados.
El auto de prueba estaba equipado con transmisión automática PowerFlite. Es ésta una excelente unidad planetaria de tamaño grande, enfriada por aire, que emplea un convertidor de torsión con engranes. Para un coche del peso y la potencia del Plymouth, la unidad es de un tamaño mayor que lo necesario, por lo que puede uno estar seguro de que tendrá larga duración y de que su servicio supondrá muy pocos gastos.
La aceleración en todas las velocidades es buena, pero el V8 se destaca especialmente cuando el motor gira a altas revoluciones por minuto. Si el conductor se descuida, el cambio a alta y baja puede ser muy violento; sin embargo, con un poco de práctica en la presión que ha de ejercerse en el pedal del acelerador, en el momento que ocurre el cambio automático, la transición de una velocidad a otra es bastante suave. El cambio automático ocurre a diferentes velocidades, dependiendo de la presión en el pedal del acelerador. El cambio mínimo a alta es a 42 kilómetros por hora. Si el pedal del acelerador se mantiene totalmente oprimido, el cambio a alta tiene lugar a una velocidad de aproximadamente 93 kilómetros por hora. El engrane de paso no funciona a velocidades superiores a 93 k.p.h. A menos de 93 k.p.h., con el acelerador a fondo, se escucha un fuerte zumbido del motor y se siente un gran incremento de fuerza a medida que el automóvil aumenta súbitamente de velocidad. Su potencia es sensacional.
Las luces de estacionamiento están bien protegidas por la sólida parrilla. Hay amplio espacio en el baúl (96 cms. cúbicos). La tapa del baúl no es fácil de alzar y debe tirarse fuertemente para cerrarla; defecto éste que debe corregirse.
La visibilidad delantera y la forma del parabrisas son excelentes, a pesar de que noté cierta distorsión en las esquinas curvas. La visibilidad hacia atrás y hacia los lados es satisfactoria.
Las ventanillas pueden alzarse o bajarse rápidamente, dándole sólo tres vueltas a la manivela; pero debiera ser más fácil accionar ésta. Las puertas se abren y cierran con facilidad, y la carrocería parece muy sólida. No descubrí ninguna filtración de agua o polvo al interior del coche. Al moverse el auto a alta velocidad, se oye un ruido peculiar al rozar el viento contra la carrocería. No escuché traqueteos ni chirridos y el montaje del vehículo parece haberse hecho cuidadosamente.
La Plymouth se ha esmerado en presentar interiores de lo más atractivos. Indudablemente, no hay coche dentro de su clase que tenga un interior más lujoso. Sin embargo, hay que exceptuar el tablero de instrumentos, cuya apariencia no guarda relación con las otras vistosas características del interior. Los otras vistosas características del interior.
El sistema de ventilación es excelente y la Plymouth ha hecho bien en usar nuevamente el ventilador con malla situada en la parte posterior del capó, bajo el parabrisas. Funciona ahora moviendo lateralmente una palanca colocada debajo del compartimiento de guantes central. En mi opinión, el calentador del Plymouth es mucho mejor que los de tipo corriente. Cuando está conectado, el. soplador es bastante ruidoso. Sin embargo, el calor entra con tal rapidez que hay que mover la perilla de control de dos velocidades a la posición de baja o desconectarla por completo.
Una excelente característica la constituye el pedal de 20 centímetros para el freno, el cual puede activarse con cualquier pie. Es más conveniente para los que manejen autos con transmisión automática aplicar el. freno con el pie izquierdo, que con el derecho. No hay coche que tenga los pedales del freno y del acelerador mejor ubicados que el Plymouth. El. freno de estacionamiento, que se manipula con la mano izquierda, es muy fácil de aplicar y liberar. El freno manual continúa operando sobre el eje cardán, característica ésta que la Chrysler considera excelente; sin embargo, prefiero el tipo que actúa sobre las ruedas traseras.
No me gusta el diseño del velocímetro. El aro de la bocina se halla situado en tal forma que su mitad superior obstruye parcialmente la vista del conductor, al tratar éste de observar el velocímetro. Las luces del tablero de instrumentos se reflejan en el parabrisas durante la noche, pero muy poco durante el día.
Me agrada que la Plymouth continúe usando medidores en vez de luces de advertencia para los indicadores de amperaje, combustible, presión de aceite y temperatura del agua. Dos de estos medidores se hallan bien situados enfrente del conductor, pero los medidores de la presión de aceite y de la temperatura, colocados enfrente del pasajero, quedan muy alejados del conductor.
El compartimiento de guantes está bien situado, en el centro del tablero de instrumentos, pero el cenicero se halla más cerca del pasajero que del conductor.
La palanca selectora de la transmisión automática en el Plymouth, situada en el tablero de instrumentos, es algo verdaderamente diferente. Al principio no me gustó; sin embargo, después de manejar el auto unos días, comprobé que tiene ciertas ventajas. Es muy fácil de operar. La palanca se halla situada a unos 12 cms. del interruptor del encendido. No sé por qué los estilistas de la Chrysler decidieron cambiar la posición de la palanca de cambios. Esto confunde a los que acostumbrados a manejar otros autos, tienen ocasionalmente que conducir un coche construido por la Chrysler o viceversa. Manifiestan los estilistas de la Chrysler que la nueva ubicación es mucho mejor, pues ahora la palanca está cerca de la llave del encendido, en un lugar donde no estorba, ya que con la transmisión automática se han suprimido los cambios; todo lo que tiene que hacer el conductor es seleccionar la velocidad deseada. Es posible que la Chrysler haya iniciado algo enteramente nuevo; amanecerá y veremos.
Y hablando de luces, creo que la del techo o la lateral debieran encenderse al abrir cualquiera de las dos puertas, no sólo la derecha. Además de los nuevos modelos V8, pueden obtenerse automóviles Plymouth con motores de seis cilindros y de cabeza en L, de 117 caballos de fuerza. La Plymouth ofrece tres diferentes transmisiones: la ordinaria de tres velocidades, de tres velocidades con sobremarcha, y la automática PowerFlite. Todos los modelos pueden comprarse con frenos motrices, asientos de regulación motriz, dirección motriz y ventanillas de regulación motriz.

LOS DUEÑOS del Plymouth no parecen compartir la misma opinión con respecto a las características más sobresalientes de sus vehículos.
Generalmente son una o dos las características que más alaban los dueños que toman parte en nuestras encuestas sobre automóviles. Pero esta vez fueron tres: 1. Facilidad de Manejo; 2. Estilo; y 3. Funcionamiento. Los porcentajes correspondientes a estos tres distintivos fueron casi exactamente iguales.
Como el Plymouth de este año es un coche mucho mayor (25 cms. más largo que el modelo de 1954), resulta sorprendente el que los dueños alaben tanto su facilidad de manejo. Constituye ello evidencia de que no se han sacrificado ninguna de las excelentes características de manejo del Plymouth por cuestiones de estilo o de un tamaño mayor .
"Siempre estoy de viaje. Puedo decir que vivo virtualmente en mi coche. Sin embargo, nunca me siento cansado, gracias a su facilidad de manejo y de marcha. No necesito frenos motrices ni dirección motriz," hace saber un empleado municipal de New Jersey.
"En mi opinión, el Plymouth es el coche ideal para todos. Es sumamente fácil de manejar," declara un ama de casa que vive en Michigan.
Cierto obrero de fábrica escribe así desde Michigan: "El auto más fácil de manejar que haya yo tenido. Se comporta maravillosamente en medio del tráfico. Su marcha es verdaderamente uniforme sobre rutas escabrosas."
"Es muy fácil de estacionar, aun sin dirección motriz," manifiesta un camionero de Ohio.
Pocos son los coches que han cambiado de estilo tan drásticamente de un año al otro como ha sucedido con el Plymouth 1955. y todos sus cambios han resultado beneficiosos, manifiestan los dueños. El estilo exterior del vehículo constituyó la segunda característica más alabada por los dueños, con un porcentaje ligeramente inferior al correspondiente a la
facilidad de manejo.
"Me siento orgulloso de tener un coche tan atractivo; despierta la admiración de todo el mundo," alega un vendedor de seguros de New Jersey.
"Es ésta la primera vez que he tenido un automóvil que haya dado motivo a que personas totalmente extrañas me pidan permiso para examinarlo y admirar su interior," escribe un director de publicidad de New York.
"Las largas y bajas líneas del coche hacen que parezca estar moviéndose aun cuando se encuentra estacionado," dice un obrero de Michigan.
Y así se expresa un químico de Illinois: "Es el auto más atractivo de su clase. Su tamaño es ideal tanto para el tráfico de la ciudad como para el de la carretera. La parrilla es muy fácil de limpiar."
La potencia y el rendimiento del nuevo motor V8 constituye una característica tan altamente alabada por los dueños como el estilo del automóvil.

"Me gusta su facilidad de arranque. Nunca más volveré a comprar un motor de seis cilindros. No es muy silencioso al marchar en vacío, pero estoy muy sorprendido con su bajo consumo de aceite, especialmente después de las malas experiencias que he tenido en este sentido con otros V8," declara un vendedor de Michigan.
"Lo sometí a una prueba de velocidad, y el velocímetro marcó 185 kilómetros por hora," alega un inspector de Michigan.
Un veterinario que vive en New York escribe lo siguiente: "Tengo dos Plymouth ahora: un seis con Powerflite y un V8 con transmisión ordinaria. Tanto mi esposa como yo preferimos manejar el V8. Se comporta maravillosamente."
"Tiene el motor de arranque más rápido, no obstante la temperatura que impere, de todos los automóviles que haya poseído," afirma un inspector que trabaja en Montana.
"Siendo yo mecánico, puedo decir que tiene un excelente motor, fácil de reparar, y de funcionamiento silencioso. Sin embargo, su carburación es inadecuada a aproximadamente 50 kilómetros por hora, en alta," hace saber un mecánico de autos y camiones de Ohio.
"Su costo de mantenimiento es muy bajo. Todos las partes del motor son muy asequibles," manifiesta un inspector de aviones de Ohio.

Clymer dice que, a pesar de que el nuevo automóvil cabecea un poco, es muy estable al tomar las curvas
También se Exponen Quejas
A pesar de que los dueños del Plymouth no llegaron a un acuerdo respecto a la característica que más les gusta, si tienen todos una queja en común. Se refiere ésta a los reflejos del tablero contra el parabrisas, al manejar de noche.
"Las luces del tablero de instrumentos reflejan contra el parabrisas. Tuve que cubrir el lado de cromo alrededor del velocímetro para eliminar esa molestia," expone un agricultor de North Dakota.
"De noche las luces del tablero reflejan contra el parabrisas, por lo que es necesario apagarlas," declara un maestro de escuela de Tennessee.
He aquí la queja de un maquinista de New Jersey: "Tengo que manejar con las luces del tablero apagadas, durante la noche, debido a que aquél se halla inclinado. La luz del velocímetro refleja contra el lado izquierdo del parabrisas envolvente."
Un ingeniero, que también vive en New Jersey, ofrece el siguiente consejo: "El reflejo del tablero de instrumentos puede eliminarse insertando una pieza de plástico obscuro con un ancho de 15 cms. sobre dicho panel. Esto se hace fácilmente quitando los tornillos de las guarniciones decorativas e insertando el plástico entre éstas y la parte superior del tablero.
El Plymouth ha retenido la ventila en el cubretablero. A Clymer le gusta, pero algunos dueños dicen que deben eliminarla
 

La segunda queja mencionada con mayor frecuencia se refiere también al tablero de instrumentos. De prestarle atención a los dueños, la Plymouth tendrá que cambiar el estilo del panel de instrumentos en los coches de 1956. Esta segunda queja se relaciona con el hecho de que los medidores de la presión de aceite y de la temperatura del motor se encuentran demasiado a la derecha, por lo que el conductor no los puede ver fácilmente.
"Me gusta observar la presión del aceite y la temperatura mientras manejo. Es difícil ver estos medidores, los cuales son mucho más importantes que el del combustible," declara un gerente de ventas de Illinois.
"Los instrumentos más importantes se hallan en el lado derecho del tablero. Pienso mover los medidores de la presión de aceite y de la temperatura a los lugares ahora ocupados por el amperímetro y el medidor de combustible," hace saber un inspector gubernamental de Oklahoma.
La tercera queja más frecuente de los dueños se refiere a los traqueteos y chirridos del vehículo.
"Traqueteos y chirridos. Tablero de instrumentos ruidoso. Ruido muy extraño en el motor," alega un capataz de Illinois.
El 30 por ciento de los dueños del Plymouth V8 no exponen queja alguna.

¿Qué Debe Cambiarse?
En todas las encuestas se les solicita a los dueños mencionar qué cambio específico desearían en sus coches. Un alto porcentaje de los dueños del Plymouth manifestaron que debieran cambiar la posición de los medidores de la presión de aceite y de la temperatura del motor, a fin de que pudieran ser vistos con mayor facilidad por el automovilista. Un 19 por ciento de los dueños solicitaron esto.
El segundo cambio que más solicitan los dueños es la eliminación de los reflejos en el parabrisas cuando las luces del tablero de instrumento están encendidas.
He aquí otros cambios ordenados de acuerdo con la frecuencia en que se mencionan:
"La luz del techo debe encenderse cada vez que se abra cualquiera de las dos puertas delanteras no sólo la delantera derecha," aconseja un hacendado de Idaho.
"El altoparlante del radio debiera estar en otra posición y no tener esos bordes afilados," manifiesta un jardinero de Michigan.
"El PowerFlite debiera disponer de cierto engrane de estacionamiento para no tener que depender enteramente del freno de emergencia al dejar el coche en una pendiente," manifiesta un experto en estadísticas de Utah.
Un policía de New Jersey dice que, "el interior debiera ser de apariencia más sobria."
"Que eliminen esa anticuada ventila de aire en el cubretablero," pide el empleado de una compañía de teléfonos de Illinois.
Desde Illinois, un fabricante escribe lo siguiente: "El filtro de aceite debiera estar en un lugar mucho más accesible."

¿Qué Autos Tenían Antes?
La mayoría de los dueños del Plymouth V8 que tomaron parte en la encuesta entregaron un Plymouth a cambio de sus nuevos coches -el 55 por ciento de ellos. Un 12 por ciento entregaron diversos modelos de la Chrysler Corporation (Chrysler, DeSoto o Dodge).
Otras Características Preferidas
Los siguientes comentarios ponen de manifiesto las características que más satisfacen a los dueños del Plymouth V8.
"Marcha con gran facilidad. Tiene características de automóvil grande. El espacio del baúl es amplio," declara un representante de ventas de Illinois.
"Excelente visibilidad. Los asientos le permiten a una persona de baja estatura manejar con comodidad, sin tener que estirar el cuello," afirma un hombre de negocios de New Jersey.
Un obrero de Michigan dice que "la tapicería y los colores del interior son muy atractivos."
Cierto maquinista de Illinois manifiesta que "la transmisión PowerFlite proporciona toda una nueva experiencia al automovilista."
Alega un inspector de Michigan que "en un viaje a West Virginia, el kilometraje del Plymouth fue de 7 kilómetros por litro de gasolina, a una velocidad promedio de 136 a 145 kilómetros por hora. En viajes a una velocidad normal, rinde casi 8 k.p.l."
"El coche está exento de deslizamiento y no ofrece sensación de pesadez al tomar las curvas a altas velocidades. A una marcha de 110 kilómetros por hora, parece volar como una pluma, pudiendo aumentar súbitamente su velocidad si uno lo desea," hace saber un camionero de Ohio.
"Su gran amplitud interior proporciona comodidad durante viajes largos," dice un papelero de New Jersey.
Mecánica Popular combina mensualmente dos tipos de informes; primero, el de los propios dueños, quienes describen con absoluta franqueza los puntos buenos y malos de sus coches; y segundo, la prueba de Floyd Clymer, en la cual el nuevo modelo de auto es sometido a toda suerte de ensayos

Algunos dueños dicen que el cierre de presión de las puertas está demasiado embutido en la manija "La mejora más grande ha sido el cambio de la toma del tanque de gasolina, de la parte trasera del auto al guardafango," opina un plomero de New Jersey.
"El motor se me dañó a los 800 kilómetros de recorrido. El concesionario me proporcionó un motor enteramente nuevo, sin cobrarme un centavo. No creo que jamás compre otro auto que no sea un Plymouth," asegura un carpintero de Florida.

Más Quejas del Plymouth
A continuación se mencionan algunas quejas comunes de los dueños del Plymouth, ordenadas de acuerdo con su frecuencia.
"El kilometraje que obtenía con mi Plymouth 1953 era de 8.5 k.p.l. Aun no he manejado mi nuevo V8 lo suficiente para juzgar su consumo; sin embargo, el PowerFlite hasta ahora sólo me rinde menos de siete kilómetros por litro en carretera y cinco en la ciudad," asegura un auditor de Illinois.
"Cuando llueve, el agua entra al abrir la puerta debido al diseño de la carrocería en el punto donde se unen el parabrisas con el poste," se queja un vendedor de Florida.
Un inspector de la Fuerza Aérea, destacado en Michigan, hace saber lo siguiente: "La lluvia se cuela entre el techo y la moldura del parabrisas."
Un superintendente de New Jersey hace el siguiente comentario: El PowerFlite pega demasiados tirones y es ruidoso. Los mecánicos no saben cómo arreglarlo."
"El engrane de paso del PowerFlite se desconecta a los 90 k.p.h.," asegura un guarda de Ohio."
"El servicio que prestan los concesionarios es pésimo. Podría escribir un libro sobre la ineficiencia de estos agentes," manifiesta un médico de Illinois.
"Las manijas exteriores de las puertas son difíciles de accionar. A veces, hay que tirar de ellas con fuerza debido a que el botón de presión parece que se traba," dice un gerente de oficina de New Hampshire.
"Al llover, los neumáticos lanzan el agua sucia de la calle hacia arriba, a través de la parrilla," escribe un ministro protestante que reside en Tennessee.
"El espejo retrovisor está ubicado en un punto demasiado alto, lo que no permite ver bien lo que hay detrás. El interruptor del regulador de la intensidad de la luz se encuentra en una posición muy elevada en el piso," declara un empleado de la Marina, residente en Virginia.
"No me gusta el diseño de 1a defensa delantera.. La placa de circulación sobresale demasiado, por lo que se deforma fácilmente a causa de los impactos de otros coches," escribe un contador de Illinois.
"Los neumáticos sin cámara producen un ruido molesto a una velocidad de 30 y de 90 k.p.h.," alega un camionero de New Jersey.
"¿A qué se debe que la visera a la derecha se haya diseñado en tal forma que interfiere con el espejo retrovisor cada vez que se baja?" pregunta un miembro de la Fuerza Aérea en
Idaho.
"El concesionario le añadió 200 dólares al precio del auto," se queja un técnico de laboratorio de New Jersey.
"Tiene demasiados rótulos. Mi automóvil parece un cartelón de anuncios," dice un oficinista que vive en Illinois.
"Le es difícil a una persona alta ver los semáforos suspendidos sobre las calles, a través del parabrisas," dice un empleado municipal de Ohio.
"Es difícil limpiar el cromo alrededor de las luces de cola," manifiesta un tramoyista.
Es esto, pues, lo que piensan de su nuevo vehículo los dueños del Plymouth V8 1955. Para un análisis detallado de los diversos porcentajes, vea la tabla en la página 41.
En la página 38 aparecen los resultados de la prueba del Plymouth V8 efectuada por Floyd Clymer

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 16 - Junio 1955 - Número 6


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus