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Estás leyendo parte de la revista de Marzo de 1970
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De acuerdo con los dueños del Maverick,
el fabricante ha cumplido la promesa de ofrecer un vehículo muy ecónomico
en cuanto al costo del mismo y además, en cuanto al funcionamiento
y el mantenimiento |
Una investigación basada en
2.000.000 de km recorridos.
De un manejo muy fácil, este auto es el segundo
en economía
Por Bill Hartford
Fotos de Irv Dolin |
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POR SU BAJO PRECIO NO SE PUEDE PEDIR MAS |
EN LOS ESTADOS UNIDOS, ahora es el momento de obtener un buen
precio por un Volkswagen de segunda mano -en cualquier agencia Ford. En
el lote de una agencia Ford de Oakland, California, puede usted ver un auto
semejante de modelo reciente. "Tenía un VW de 1968 antes de
cambíarlo por el Maverick," declara su dueño anterior,
un herrero de California. Ya ha recorrido 2700 millas (4,320 km) en su nuevo
subcompacto y el kilometraje que obtiene es de 24 a 26 mpg (10,2 a 11,1
kpl), por lo que no tiene ninguna queja que dar a conocer.
En la región oriental del país, un analista de Maryland con
una familia creciente se refiere al hecho de que "tenía un VW
antes." Manifiesta que la mano de obra del Maverick no es tan buena
como la del VW, pero que prefiere su tamaño, el espacio para el equipaje
y su marcha.
En el Medio Oeste, un técnico de ingeniería de Iowa confía
lo siguiente: "Quería un auto más grande con un motor
más potente que el de mi VW." Un agente de seguridad del mismo
estado cambió su auto Karman-Ghia por un Maverick. Y otro habitante
de Iowa no podría ser más enfático con respecto al
auto que prefiere: "Créame usted que no cambiaría mi
Maverick por dos Volkswagen."
En el Sur, un superintendente de Florida dice que su concesionario ha sido
sumamente generoso: "Me ofreció un excelente descuento por mi
VW de 1968."
Las razones que dan los dueños que han cambiado sus Volkswagen por
los nuevos Maverick pueden dividirse en tres categorías. Algunas
son emocionales: "Me cansé del VW ," declara un estudiante
de Michigan. Otros han basado sus decisiones en la evaluación de
los productos: "Tenía un Wolkswagen muy bueno," hace saber
un estudiante de Illinois, "pero después de ver el Maverick
pensé que había encontrado un "Volkswagen mejor"
en cuanto a kilometraje, facilidad de estacionamiento, motor, etc."
Un piloto de aviación de Illinois no tenía antes un VW , pero
por poco se compra uno. Finalmente se decidió por el Maverick: "Queríamos
la economía que ofrece un VW. Y el auto norteamericano que más
se le asemeja es el Maverick. Consideramos que valía la pena pagar
más dinero por él en vista de su marcha superior y su potencia
mayor." |
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Este anaquel a todo lo ancho del auto, no es un real substituto para el
compartimiento de los guantes y de eso se quejan varios dueños |
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A los dueños les agrada la facilidad con que se hacen
labores de mantenimiento en motores de 6 cilindros. Una varilla sostiene
el capó |
Muchos alaban el espacio que tiene el asiento trasero de
un auto de su tipo, aunque algunos se quejan de la falta de acojinamiento |
El espacio que ofrece el baúl es grande, pero el uso del tanque de
combustible como piso del baúl ha dado lugar a múltiples quejas
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El estilo de la cubierta limita la visibilidad trasera y
lo mismo hace la ventanilla de atrás |
La palanca de cambios y la posición para manejar no
dejan nada que sear, aunque sería conveniente que tuviera los asientos
de cubo |
Puede obtenerse un seguro para la tapa de la admisión de carburante |
Las ventanillas traseras sólo se abren ligeramente dando lugar a
que la ventilación sea poca |
Una tercera razón dada a conocer por ex dueños
de autos Volkswagen y otros dueños es que, como dice un camionero
de Illinois, "el Maverick es un coche norteamericano." Cierto
estudiante de Louisiana confiesa lo siguiente: "Me gusta el hecho de
que lo fabriquen en los Estados Unidos." y un dependiente de California
dice: "Quería un auto económico hecho en los Estados
Unidos."
Y es la economía lo que más ha atraído a los compradores.
El alto kilometraje dado a conocer en las campañas publicitarias,
el bajo precio de 1995 dólares (aunque un gran porcentaje de los
dueños pagó más de 2800 dólares por haber pedido
una gran cantidad de equipo optativo) y la promesa de un mantenimiento sencillo
y una reparación fácil de un vehículo doméstico
se han combinado para crear la impresión de grandes economías
ante el público comprador.
Y todas las promesas se han cumplido, de acuerdo con las declaraciones de
los dueños. Se han dado a conocer kilometrajes de 21,5 y 24,5 mpg
(9,13 y 11 kpl) para el Seis de 170 pulgadas cúbicas que poseen más
de las tres cuartas partes de los dueños del Maverick. Un oficial
naval de California dice que le gusta "la simplicidad del vehículo."
y esto significa mucho. Por ser el primer "subcompacto" entre
media docena de modelos que se presentarán entre 1969 y 1971, y en
vista de la acogida y las excelentes ventas que ha tenido, el Maverick constituye
una buena indicación de que este nuevo tipo de auto tendrá
un gran éxito en los Estados Unidos. "Es una indicación
de que los fabricantes están volviendo a ser racionales," de
acuerdo con un inspector de Minnesota que también alaba "la
práctica distribución de los componentes bajo el capó."
Un capataz de carpintería de California que, de hecho, compró
un Maverick para poderse encargar él mismo de las reparaciones, declara
que ha estado "sumamente disgustado con los altos precios que cobran
en los garajes." Un inspector de laboratorio de Kentucky no pudo hacer
que le repararan correctamente el flotador de su carburador en el taller
de su concesionario, por lo que declara que él mismo se encargará
de esta labor. De hecho, manifiesta que, en lo futuro, será él
quien realizará todas las labores de mantenimiento y servicio en
su automóvil, debido al "alto costo del servicio en el taller
del concesionario." Un barbero lo resume todo al declarar que compró
su Maverick con la esperanza de que "sería la solución
de todos nuestros problemas con automóviles."
No muchos dueños han comprado el auto con esta misma esperanza, aunque
es posible que el Maverick sí llegue a cumplir el anhelo del barbero
mencionado. Cuatro de cada cinco dueños declaran que no han tenido
ningún problema mecánico. Este porcentaje -81,6- es algo mayor
que el dado a conocer por los dueños del Cadillac Eldorado.
Las pocas quejas de los dueños se relacionan principalmente con el
diseño del auto y ocasionalmente con las técnicas de producción
que permiten vender el Maverick por ese bajo precio que fue lo que más
los atrajo. La falta de un compartimiento de guantes, por ejemplo, es lo
que más censuran los dueños. En Detroit, un auto económico
no es más que eso. Cuesta dinero instalar esas bisagras, seguros
y piezas de plástico. Si quiere usted un Maverick por menos de 2000
dólares, tendrá que contentarse con un anaquel que se extiende
por debajo del tablero y del cual se caerán continuamente los mapas,
la linterna, las bombillas, los fusibles y otros artículos que generalmente
se guardan en el compartimiento de guantes. Sucede esto cada vez que el
auto efectúa un viraje y cada vez que se abren las ventilas.
Las bisagras con contrapesos para el capó también cuestan
dinero, por lo que no se usan en el Maverick. En vez, hay que alzar una
varilla de soporte para sujetar el capó. Ahorra dinero y ha dado
lugar a muy pocas quejas de los dueños. Sin embargo, una secretaria
de Colorado declara lo siguiente: "Los empleados de las gasolineras
siempre corren el riesgo de que el capó les caiga encima de la cabeza
cada vez que lo abren."
No hay otras cosas que molesten mucho a los dueños, aunque ha habido
dos de ellos que hacen comentarios muy pintorescos: "La próxima
vez que visite a una agencia, iré acompañado de un abogado,"
declara un ingeniero de Illinois. Y un ama de casa de Minnesota asegura
que "todos los vendedores son mentirosos."
Un podador de árboles aconseja instalar un deflector de aire en el
Maverick. Tiene dieciséis años de edad, por lo que es uno
de los dueños más jóvenes, aunque también hay
muchos estudiantes que han comprado el nuevo auto. Por cortarse la melena
y afeitarse la barba, los padres de un estudiante de Nueva York le regalaron
un Maverick cargado de equipo optativo como obsequio de graduación.
Y tomemos también el caso de una chica de diecisiete años
que vive en Michigan, a quien también le regalaron un Maverick cuando
se graduó de la escuela secundaria. Bonito regalo en substitución
del tradicional reloj-pulsera. |
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y claro |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 46 -
Marzo 1970 - Número 3
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