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Estás leyendo parte de la revista de Agosto de 1958
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EN
CONTADAS OCASIONES hemos oído tantos rumores diferentes en Detroit
como ahora. Todo el mundo presume de saber la "última noticia"
y, por supuesto, la enorme mayoría de las hablillas se refieren al
automóvil pequeño.
Ningún tema en años recientes ha sido investigado y analizado
con tanto cuidado como éste. Las fábricas norteamericanas
creen (con cierta justificación, sin duda) que la crítica
que se les hace es injusta. Después de todo, la industria autotécnica
no ha hecho más que fabricar .los coches que el público prefiere,
de acuerdo con el índice de venta de los modelos.
Si estos críticos, que abundan en todas partes, verdaderamente creen
que la demandada del coche pequeño es abrumadora, ¿por qué
no acompañan sus opiniones verbales de una inversión en metálico?
Si tuviera usted varios millones de dólares, ¿se atrevería
a aventurarlos en un auto pequeño?
Esta es la pregunta que la industria se hace a sí misma. Los fabricantes
todavía no están completamente convencidos de que usted, el
comprador, desea un auto más pequeño. Tanto la Ford como la
General Motors prosiguen con sus programas para la producción de
ese tipo de coche, pero hasta el momento de redactar estos párrafos
ninguna de esas dos compañías sabe qué éxito
puede tener ese modelo.
Sin embargo, parece que el horizonte se despeja. Por primera vez, desde
la terminación de la Segunda Guerra Mundial, los hábitos de
los compradores muestran una transición; El que esto se debe a la
recesión económica o aun cambio de gusto, nadie lo sabe; pero
lo cierto es que las ventas de los modelos más baratos (el Chevrolet
Del Ray y el Plymouth Plaza) indican un aumento poco usual, mientras que
la salida de las series de lujo ha mermado. Tal vez sea ésta la prueba
que la industria necesita para entusiasmarse con el automóvil pequeño.
La única garantía que las fábricas piden es que el
público demuestre que habrá de comprar automóviles
pequeños. La gigantesca industria autotécnica, a pesar de
que de vez en cuando comete sus errores, siempre está dispuesta a
dar los pasos que más beneficiosos le resulten.
Pero en el momento actual, cualquier mejora significativa en la venta de
los nuevos coches pudiera dar como resultado que se archivara todo el programa
de los modelos pequeños.
¿Le Perjudicará al Chevrolet?
Algo que le preocupa a la General Motors es el efecto que el coche pequeño
pueda ejercer en las ventas del Chevrolet. Buick y Pontiac son las dos divisiones
de la GM que han tenido problemas en las ventas este año, y son las
dos que disponen de coches pequeños (Vauxhall y Opel). ¿Será
esto una coincidencia, o se deberá ello a que estos últimos
modelos influyeron en dicha merma?
Una vez que Chevrolet saque al mercado el auto pequeño de la General
Motors, ¿cómo serán las ventas de su coche grande?
El estilo de las líneas del Chevrolet 1959 dará mucho que
hablar. Los "espías" dicen que este coche tendrá
10 centímetros más de ancho, 10 centímetros más
de largo, y un extremo frontal de automóvil futurista. De acuerdo
con uno de los informantes, sus dos faros de luces de carretera estarán
situados en el centro de la parrilla, y los dos de haces bajos en los guardafangos.
Pero no olvidemos que todo esto no son más que rumores.
Pero lo que sí es cierto es que el Chevrolet de 1959 será
un coche enteramente diferente al actual. Su carrocería en nada se
parecerá a la del modelo del '58.
También el Ford será totalmente distinto, pero conservará
ciertos detalles familiares. Su extremo frontal tendrá una defensa
dividida, similar a la del Mercury y el Edsel. Nuevamente, sus luces de
cola serán redondas.
El cambio principal en los coches de la Chrysler se llevará acabo
en el Plymouth. Su extremo frontal enteramente diferente, sus luces de cola
de nuevo diseño y su fastuoso interior cambiarán por completo
su aspecto. Y exactamente igual sucederá con el Dodge.
Cada Vez Más Largo
Las aletas de cola del Cadillac serán más llamativas que nunca.
Su nuevo modelo (con casco totalmente distinto) medirá casi 3 centímetros
más de largo. Los modelos más cortos tal vez dejen de fabricarse.
¿Por qué? Sencillamente porque el público no compra
el Cadillac corto. ¡No en balde los fabricantes norteamericanos cada
día aumentan más la longitud de sus modelos!
La suspensión neumática, que virtualmente ha desaparecido
de los salones de exhibición, tal vez sea equipo de norma en las
series de lujo del Cadillac del '59. Es difícil vender la suspensión
de aire como equipo optativo, ya que para ello el agente se vería
obligado a censurar la marcha de sus modelos provistos de muelles de acero.
y menudo trabajo le va a costar a usted encontrar un vendedor de la Cadillac
que haga eso; primeramente, porque no es verdad, y aunque lo fuera, ya se
libraría él de decirlo.
El Buick será más ostentoso, más largo y más
bajo. La General Motors hará todo lo que esté a su alcance
por revivir esta marca. El Buick, que en una época no lejana fué
la estrella del equipo de la GM, ha perdido considerable popularidad. El
Oldsmobile no necesita atención especial, ya que se ha encargado
de demostrar que los adornos cromados constituyen el factor determinante
en la aceptación de un automóvil. Su excepcional venta, en
lo que va de año, es prueba evidente de lo anterior. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 23 -
Agosto 1958 - Número 2
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