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Estás leyendo parte de la revista de Mayo de 1958
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LA
CADA VEZ MAYOR aceptación de las marcas extranjeras, unida a la creciente
baja en las ventas de coches domésticos, ha obligado a la industria
autotécnica norteamericana a tomar medidas radicales.
Las grandes compañías
luchan ya a brazo partido para producir el primer automóvil norteamericano
pequeño (sin tomar en cuenta el Rambler American que actualmente
se fabrica a razón de 40.000 unidades anuales).
Como era natural esperar , las negaciones
son muchas y enérgicas: las fábricas manifiestan que el interés
que hoy sienten en el coche pequeño es el mismo de hace dos años.
La Ford le ha ordenado a sus funcionarios
que se abstengan de expresar sus opiniones acerca de este asunto; y cuando
tal cosa sucede, es que ha llegado la hora de estar a la expectativa. A
todo el mundo le encanta hablar del futuro lejano, pero no de lo que sucederá
el año entrante.
Las fábricas han
escogido el año 1960 para presentar sus modelos pequeños,
y algunas tienen esperanzas de hacerlo en 1959. Las distancias entre ejes
serán desde 2,59 a 2,69 metros. Estos automóviles norteamericanos
deben ser un poco más grandes, un poco más lujosos y más
cómodos que los modelos europeos.
En este momento, Chevrolet
parece ir a la cabeza, aunque Ford le sigue muy de cerca. Se conjetura que
los diseños serán convencionales; en otras palabras, automóviles
norteamericanos reducidos a escala. Esto, de ser cierto, habrá de
desalentar a todos aquéllos que esperaban líneas de nuevo
estilo.
Al parecer, la Chrysler Corporation
todavía no ha tomado una determinación en este asunto. Tal
vez esta compañía tenga que optar por vender un coche fabricado
en Europa.
¿Qué Le
Ha Sucedido a las Turbinas?
Con todo este jaleo de los coches pequeños,
nada se escucha ya de las turbinas: el "motor del futuro" que
estaba en los labios de todos hace pocos años. Pero la Chrysler aun
tiene trabajando más de 100 ingenieros en ese proyecto. Algún
porvenir debe verle esta compañía a la turbina, porque el
sostenimiento de ese equipo de técnicos supone una inversión
de dinero considerable.
Algo que se menciona con
mayor frecuencia, pero que no por eso es más asequible al público,
es la inyección de combustible. Mucho se ha dicho de este revolucionario
mecanismo, pero por lo visto su interés ha desaparecido. A pesar
de toda la publicidad que hizo por anticipado, la Chrysler no está
fabricando coches equipados con inyección de combustible.
Al parecer, el inyector
de combustible de tipo electrónico no era tan infalible como se aseguraba
en principio. ¡Hoy en día este dispositivo escasea tanto como
el motor Mercury de 400 caballos de fuerza!
La Suspensión Neumática
en el Candelero
Mientras tanto, la suspensión
de aire es la última chifladura en el campo autotécnico. Empero,
no todo el mundo está convencido de sus virtudes. Un ingeniero la
describe como "un movimiento desesperado para aumentar las ventas en
un mercado vacilante."
(Sin embargo, la Cadillac manifiesta
que este mecanismo ha tenido una buena acogida, y que en la actualidad lo
emplea en el 22 por ciento de los coches que fabrica).
La suspensión de aire tiene
inapreciable valor en la nivelación de la carga, pero en lo que a
aumento de comodidad se refiere se parece bastante al cuento de hadas de
la Princesa Real. El lector posiblemente recuerde el relato de la bella
princesita que fué identificada entre un grupo de impostores, cuando
nada más que ella pudo sentir un pequeño y duro guisante.
oculto bajo una enorme pila de colchones. Sólo la princesa real del
cuento sería capaz de notar la comodidad adicional de la suspensión
de aire.
En estos días,
la ola de rumores en Detroit es de proporciones gigantescas. La realineación
llevada a cabo por la Ford en las divisiones Mercury-Edsel-Lincoln es una
indicación de incertidumbre, al igual que los grandes cambios introducidos
en los departamentos de diseño de la General Motors. Por primera
vez desde hace años, el futuro de mucho altos funcionarios de la
industria está en peligro.
Corre la voz de que la
General Motors se ha comprometido a introducir anualmente cambios de estilo
de grandes proporciones; nada de pequeñas variaciones como hasta
ahora. Se dice que cada una de sus divisiones está trabajando en
un modelo completamente nuevo para 1959, incluyendo Chevrolet y Pontiac.
Es posible asimismo que Ford haya decidido adelantarse un año, al
archivar los planes para 1959 y adoptar los de 1960.
Todo lo anterior puede que no sean
más que rumores, pero denota claramente la atmósfera de incertidumbre
que hoy se respira en Detroit.
Los fabricantes norteamericanos han
insistido siempre que la fabricación de un coche pequeño cuesta
tanto como la de uno grande. Por esta razón, según ellos,
la inversión del comprador está más garantizada en
un automóvil grande. Sin embargo, un ingeniero que concurrió
a la reciente reunión de la SIA indicó que, mediante la adopción
de las siguientes medidas, es posible ahorrar una buena suma de dinero en
un coche práctico y pequeño: Parrilla y defensa más
sencillas; empleo de dos faros y dos luces de cola; eliminación del
parabrisas envolvente; tablero de instrumentos más sencillo; empleo
de un motor de cuatro cilindros; y eliminación del escape doble y
el carburador de cuatro cañones: Con estos cambios, el precio del
vehículo se reduciría notablemente, al igual que su costo
de conservación. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 22 - Mayo
1958 - Número 5 |
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