RSS twitter.com Facebook Boletín por Correo
Google+

Foro MiMecánicaPopular
Suscríbete al Boletín
Video del día (9)
Búsqueda personalizada

Webs Amigas
El Taller
de Rolando

Todo sobre Hornos Artesanos







Políticas de privacidad



Click para ver más grande Estás leyendo parte de la revista de Mayo de 1958
Recomienda este artículo a un amigo Recomienda este artículo a un amigo
Noticias de Detroit Por Art Railton Mayo 1958LA CADA VEZ MAYOR aceptación de las marcas extranjeras, unida a la creciente baja en las ventas de coches domésticos, ha obligado a la industria autotécnica norteamericana a tomar medidas radicales.

       Las grandes compañías luchan ya a brazo partido para producir el primer automóvil norteamericano pequeño (sin tomar en cuenta el Rambler American que actualmente se fabrica a razón de 40.000 unidades anuales).

       Como era natural esperar , las negaciones son muchas y enérgicas: las fábricas manifiestan que el interés que hoy sienten en el coche pequeño es el mismo de hace dos años.

       La Ford le ha ordenado a sus funcionarios que se abstengan de expresar sus opiniones acerca de este asunto; y cuando tal cosa sucede, es que ha llegado la hora de estar a la expectativa. A todo el mundo le encanta hablar del futuro lejano, pero no de lo que sucederá el año entrante.

       Las fábricas han escogido el año 1960 para presentar sus modelos pequeños, y algunas tienen esperanzas de hacerlo en 1959. Las distancias entre ejes serán desde 2,59 a 2,69 metros. Estos automóviles norteamericanos deben ser un poco más grandes, un poco más lujosos y más cómodos que los modelos europeos.

       En este momento, Chevrolet parece ir a la cabeza, aunque Ford le sigue muy de cerca. Se conjetura que los diseños serán convencionales; en otras palabras, automóviles norteamericanos reducidos a escala. Esto, de ser cierto, habrá de desalentar a todos aquéllos que esperaban líneas de nuevo estilo.

       Al parecer, la Chrysler Corporation todavía no ha tomado una determinación en este asunto. Tal vez esta compañía tenga que optar por vender un coche fabricado en Europa.

       ¿Qué Le Ha Sucedido a las Turbinas?

       Con todo este jaleo de los coches pequeños, nada se escucha ya de las turbinas: el "motor del futuro" que estaba en los labios de todos hace pocos años. Pero la Chrysler aun tiene trabajando más de 100 ingenieros en ese proyecto. Algún porvenir debe verle esta compañía a la turbina, porque el sostenimiento de ese equipo de técnicos supone una inversión de dinero considerable.

       Algo que se menciona con mayor frecuencia, pero que no por eso es más asequible al público, es la inyección de combustible. Mucho se ha dicho de este revolucionario mecanismo, pero por lo visto su interés ha desaparecido. A pesar de toda la publicidad que hizo por anticipado, la Chrysler no está fabricando coches equipados con inyección de combustible.

       Al parecer, el inyector de combustible de tipo electrónico no era tan infalible como se aseguraba en principio. ¡Hoy en día este dispositivo escasea tanto como el motor Mercury de 400 caballos de fuerza!

       La Suspensión Neumática en el Candelero

       Mientras tanto, la suspensión de aire es la última chifladura en el campo autotécnico. Empero, no todo el mundo está convencido de sus virtudes. Un ingeniero la describe como "un movimiento desesperado para aumentar las ventas en un mercado vacilante."

       (Sin embargo, la Cadillac manifiesta que este mecanismo ha tenido una buena acogida, y que en la actualidad lo emplea en el 22 por ciento de los coches que fabrica).

       La suspensión de aire tiene inapreciable valor en la nivelación de la carga, pero en lo que a aumento de comodidad se refiere se parece bastante al cuento de hadas de la Princesa Real. El lector posiblemente recuerde el relato de la bella princesita que fué identificada entre un grupo de impostores, cuando nada más que ella pudo sentir un pequeño y duro guisante. oculto bajo una enorme pila de colchones. Sólo la princesa real del cuento sería capaz de notar la comodidad adicional de la suspensión de aire.

       En estos días, la ola de rumores en Detroit es de proporciones gigantescas. La realineación llevada a cabo por la Ford en las divisiones Mercury-Edsel-Lincoln es una indicación de incertidumbre, al igual que los grandes cambios introducidos en los departamentos de diseño de la General Motors. Por primera vez desde hace años, el futuro de mucho altos funcionarios de la industria está en peligro.

       Corre la voz de que la General Motors se ha comprometido a introducir anualmente cambios de estilo de grandes proporciones; nada de pequeñas variaciones como hasta ahora. Se dice que cada una de sus divisiones está trabajando en un modelo completamente nuevo para 1959, incluyendo Chevrolet y Pontiac. Es posible asimismo que Ford haya decidido adelantarse un año, al archivar los planes para 1959 y adoptar los de 1960.

       Todo lo anterior puede que no sean más que rumores, pero denota claramente la atmósfera de incertidumbre que hoy se respira en Detroit.

       Los fabricantes norteamericanos han insistido siempre que la fabricación de un coche pequeño cuesta tanto como la de uno grande. Por esta razón, según ellos, la inversión del comprador está más garantizada en un automóvil grande. Sin embargo, un ingeniero que concurrió a la reciente reunión de la SIA indicó que, mediante la adopción de las siguientes medidas, es posible ahorrar una buena suma de dinero en un coche práctico y pequeño: Parrilla y defensa más sencillas; empleo de dos faros y dos luces de cola; eliminación del parabrisas envolvente; tablero de instrumentos más sencillo; empleo de un motor de cuatro cilindros; y eliminación del escape doble y el carburador de cuatro cañones: Con estos cambios, el precio del vehículo se reduciría notablemente, al igual que su costo de conservación.
 
Rambler - Mayo 1958
 

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 22 - Mayo 1958 - Número 5


Mecánica Popular-Copyright (c) 2010 Hearst Communications, Inc. All Rights Reserved.
Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus