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Estás leyendo parte de la revista de Mayo de 1957
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APESAR
DE LAS GRANDES campañas de anuncios que las fábricas de automóviles
y sus agentes están llevando a cabo, la venta de los nuevos modelos,
hasta ahora, es menor de lo que se esperaba. Esto ha dado lugar a que los
dirigentes de esa industria hayan tenido que enmendar sus predicciones.
Verdad es que el nuevo estilo de los coches del '57 le ha dado cierta animación
al mercado, pero no al grado que se anticipaba. En
lugar de 6,800,000 automóviles, ahora se dice que en 1957 se producirán
6,250,000 modelos. y hay quien manifiesta que la cifra sólo llegará
a 6,000,000.
¿A qué
se debe esto? Es posible que los concesionarios prefieran vender ahora 10
coches con un margen de utilidad saludable, que 15 con descuentos lesivos.
La romería del año pasado tal vez les haya enseñado
algo a estos señores.
La caída más
grande parece ser en los modelos de precio mediano, aunque se comenta que
Dodge y De Soto están teniendo mucho éxito. El Imperial tiene
buena demanda, al igual que los Chryslers grandes. Cadillac y Chevrolet
marchan a la cabeza de la GM, delante del Pontiac, Oldsmobile y Buick. Hasta
este momento, Mercury no ha dado mucho que hablar. Una
explicación de ese descenso es que los autos de bajo precio son tan
atractivos, que los compradores marginales se han decidido por los modelos
de la escala inmediata inferior.
Si verdaderamente ocurre
esa declinación en el mercado de precio mediano, tal cosa será
motivo de serias preocupaciones para los dirigentes de la Edsel, quienes
tienen planeado vender más de 200,000 coches de esa nueva marca el
año entrante. ¿Más
Suspensiones Neumáticas?
No esperemos que el Edsel se parezca
aun Ford o a un Mercury, aun cuando su mecanismo empleará ciertas
piezas de ambos. Richard E. Krafve, jefe máximo de la Edsel y antiguo
funcionario de la Mercury, es alérgico a las apariencias. Krafve
recuerda perfectamente cuando el Mercury era, para muchos, sólo un
Ford "grande."
El Edsel necesita algo sensacional para
comenzar su campaña de ventas, por lo que es muy posible que ofrezca
la suspensión neumática en un número .limitado de modelos.
Se dice que el estilo de la parrilla y defensas de este nuevo coche habrá
de causar sensación. L.
H. Middleton, ingeniero jefe de Auto-Lite, asegura que en 1958 no habrá
cambios radicales en los actuales dispositivos eléctricos. No obstante,
dice él, para 1960 todos los accesorios funcionarán eléctricamente.
Esto requeriría un rendimiento del generador varias veces mayor que
el de hoy en día. Tal vez la transmisión automática
(la cual, después de todo, gira como un generador de gran tamaño)
pueda suministrar la corriente alterna de alto voltaje. O tal vez la solución
estribe en un suministro eléctrico auxiliar, del tipo emplean los
autobuses.
Middleton predice que
cierto fabricante norteamericano presentará en 1958 un sistema hidráulico
central. ¿Será éste el notición de la Edsel?
A pesar de las negras perspectivas que
se vislumbraban para el Hudson y el Nash, en la última reunión
de accionistas de la American Motors, parece que las cosas no han de salir
del todo mal, al haber decidido los dirigentes de esa compañía
que esas dos marcas presenten camionetas de estación en 1958.
El volumen de ventas del Hudson-Nash
no amerita la compra del nuevo equipo de máquinas herramientas que
se necesitaría para la producción de dichas camionetas. Pudiera
ser que el casco del Rambler se adaptara a los autos más largos.
Esto le resolvería un gran problema a la AM: su inventarío
de piezas para los tres autos se reduciría notablemente, con las
consiguientes economías en costos de producción.
Dos Rumores Diferentes
Un periódico financiero publicó
recientemente que la Studebaker-Nash tal vez produzca un auto pequeño,
para venderlo a menos de 1800 dólares. Pero no esperemos nada de
esto por varios años. En el momento actual, esa famosa fábrica
de South Bend no tiene prototipo alguno para esa clase de coche, y todos
sabemos que del modelo original a la producción en serie media mucho
trecho.
Otro rumor es que el Volkswagen habrá
de cambiar de estilo en 1958. Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que tal
aseveración carece de fundamento. La VW piensa, con sobrada razón,
que sería tonto invertir grandes sumas de dinero en nuevos equipos
y máquinas para variar las líneas de un coche que, tal como
es, tiene una aceptación sobrenatural. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 20 -
Mayo 1957 - Número 5
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