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Estás leyendo parte de la revista de Octubre de 1955
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AUN
CUANDO la potencia de los nuevos modelos de motores de autos ha
de aumentar progresivamente año tras año, es éste un
asunto que merece el más cuidadoso estudio por parte de los diseñadores
e ingenieros de las grandes fábricas norteamericanas. Es
fácil comprobar que ninguna marca de motor de automóvil de
pasajeros ha reducido su índice de compresión, y que muy pocas
han conservado el mismo que tenían. Los modelos de 1956 han de seguir
este mismo ejemplo ascendente. Dichas máquinas tendrán una
aceleración más rápida en todo su régimen de
velocidad. Pero todo esto es algo que se planea y lleva a cabo concienzudamente.
Por ejemplo, hay muy pocas posibilidades de que la Ford Motor Co. presente
en sus autos Ford un motor cuyo funcionamiento general supere al de la línea
Lincoln; de igual manera que la General Motors no haría lo mismo
con el Chevrolet en relación al Cadillac.
Los ingenieros de automóviles, que trabajan en combinación
con los técnicos de la industria del petróleo, no ven la razón
para un súbito aumento a índices de compresión de 10
a 1, ya que en el momento presente no se dispone del combustible de mayor
octanaje que se requiere. Algunas refinerías en los Estados Unidos
ya han comenzado a vender gasolina de 98 octanos, algo que no se esperaba
hasta 1960. Pero el motor con compresión de 10 a 1 precisará
de combustible de 100 octanos.
Cada día que pasa, los ingenieros de automóviles adquieren
mayores conocimientos para "intensificar dentro del propio motor"
la potencia del combustible. Esto ha podido lograrse mediante el diseño
de cámaras de combustión que permiten índices de compresión
mayores, sin necesidad de aumentar apreciablemente el octanaje de la gasolina.
En muchos motores experimentales, las formas de dichas cámaras
se han alterado hasta asemejarse a ollas de diferentes formas y contornos,
con objeto de producir una combustión más eficaz. Una combinación
de cámaras de combustión más efectivas y gasolinas
de mayor octanaje, lo cual se espera en 1960, podrá servir para alcanzar
la meta de los índices de compresión de 12 a 1, conjuntamente
con un ahorro considerable en el consumo anual de combustible.
¿Cuándo llegará el día de los
motores de turbinas de gas? La gran mayoría de los técnicos
opina que tal cosa no ocurrirá en los próximos diez años;
y ni aun entonces, a menos que se desarrollen aleaciones de acero más
baratas, que sean capaces de resistir las altísimas temperaturas
generadas por este singular tipo de planta de fuerza.
A pesar de que la mayoría de los modelos 1956 no aparecerán
hasta mediados de este mes y principios del próximo, en el momento
de escribir estas líneas la industria ya ha comenzado su temporada
de "preestrenos". El nuevo Lincoln ya ha sido exhibido en privado,
y por Detroit circulan actualmente fotografías, tomadas furtivamente,
de la gran mayoría de los modelos del próximo año.
Los horarios de trabajo indican que estos nuevos modelos se presentarán
como sigue: en octubre, Chrysler, Plymouth, Dodge, De Soto, Lincoln, Continental,
Studebaker, Packard y los coches de la American Motors; en noviembre, Buick,
Cadillac, Clievrolet, Oldsmobile, Pontiac, Ford y Mercury; el Rambler probablemente
aparecerá a principios del mes de diciembre.
Muchos viejos concesionarios aseguran que septiembre es la mejor época
del año para la compra de coches; es en ese mes que la industria
aminora su producción, a fin de darle tiempo a los distribuidores
a que dispongan de los coches nuevos que aun tienen en sus salones de exhibición.
Todos los fabricantes están de acuerdo que la intensa competencia
de este año se repetirá en 1956; y según ellos, la
mayor de todas las batallas hasta el presente ocurrirá en 1957. Se
asegura que la industria completa se está preparando para llevar
a cabo los cambios más intensos en la historia de sus productos.
Dichas alteraciones incluirán nuevos tipos de carrocerías
y motores, así como amplia variedad de innovaciones mecánicas.
Estas últimas posiblemente comprendan un sistema de lubricación
automático y un sistema motriz hidráulico centralizado para
accionar los frenos, los asientos, los izadores de ventanillas y demás
dispositivos opcionales.
El efecto acumulativo de los nuevos contratos de trabajo, con salario anual
garantizado, más el aumento de los jornales en general, se espera
que se refleje en los precios de los modelos 1956. Estos, con toda seguridad,
presentarán ciertas modificaciones, a pesar del alto costo que le
supone a los fabricantes de automóviles la adquisición de
nuevos troqueles y máquinas-herramientas.
Al haber en lo que va del año recuperado mucho del terreno perdido
en la competencia de ventas, Chrysler pondrá aún más
empeño en obtener una mayor parte del mercado en 1956. Se especula
que el Plymouth tal vez se convierta en una línea independiente,
desligándose por completo de sus hermanos Chrysler, Dodge y De Soto.
Aunque la tendencia al uso de varios colores se cree que disminuya en los
modelos del próximo año, debe esperarse que la General Motors
ofrezca una variedad aun mayor de estilos de carrocerías, como resultado
de su programa de expansión. Es posible que Cadillac y Chevrolet
presenten sus propias versiones del tan popular ntodelo de cuatro puertas
desprovisto de postes centrales. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 17 -
Octubre 1955 - Número 4
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