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Estás leyendo parte de la revista de Enero de 1971
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Detroit sabe que tiene que hacer
coches totalmente nuevos y los hará
¿Cuándo aparecerá un auto de tres
ruedas? ¿O uno de dos asientos? ¿Un motor Wankel
o uno de turbina para automóviles? ¿Algo
verdaderamente nuevo y diferente en cuanto a tamaño, forma y
motor en los automóviles de producción en serie?
Autos que pueda uno comprar como se se tratara de latas de conservas en
un supermercado y no esos extraordinarios modelos de ensueño
que inventan los fabricantes para atraerlo a uno a las salas de
exhibición de sus agencias y sólo mostrarle
vehículos comunes y corrientes. La revolución
podría acaecer mucho antes de que lo sospeche uno.
Posiblemente en tres o cuatro años. Lo que
obligará a la industria a crear autos enteramente diferentes
no tiene nada que ver con las críticas de los
vehículos actuales, con la gran preocupación de
todos con respecto a la contaminación del aire, con la
posibilidad de que se prohíba el uso de motores de
combustión interna y con otras campañas que tiene
como objetivos hacer que Detroit se reforme. Lo que obligará
a la industria a crear nuevas configuraciones y nuevas plantas de
fuerza es el hecho de que el público se está
aburriendo de los automóviles de tipo convencional.
Los fabricantes de automóviles se muestran preocupados por
la creciente indiferencia del público hacia sus productos.
Henry Ford II es el único que ha admitido esto con
franqueza. “Creo que el atractivo que ejercía el
automóvil sobre el público está
disminuyendo”, declara él. “La gente lo
está considerando como una máquina para ir de un
sitio a otro con objeto de hacer algo diferente”. Esto no
quiere decir que el público se halla en contra de los
automóviles, que no los necesita ni los quiere. Pero es una
nueva actitud que coloca a los automóviles en la misma
categoría que los cepillos de dientes y los abrelatas. Los
tiene uno a la mano para cuando los necesita, como dice Ford, pero no
les concede uno demasiada importancia. Esta indiferencia ha sido
confirmada en encuestas celebradas por las
compañías de automóviles para
averiguar las intenciones de compra del público. Numerosos
dueños han manifestado que seguirán usando sus
autos actuales durante más tiempo de lo que acostumbraban
antes. ¿De qué vale la pena gastar dinero en un
coche nuevo, cuando no hay mucha diferencia entre los modelos actuales
y los nuevos? Detroit sabe que tiene que actuar pronto y con
determinación para despertar de nuevo el interés
del público en el automóvil. Significa esto que
tendrá que crear modelos verdaderamente diferentes,
máquinas genuinamente nuevas. Y lo hará.
Será de
cuatro pasajeros el auto pequeño que va a fabricar
Oldsmobile . .
Aparentemente la GM ha dado el vito bueno a la producción de
autos pequeños de parte de la Buick, la Oldsmobile y la
Pontiac, aunque todavía no se sabe si la Buick
producirá coches de este tipo. Si el Opel, el coche
alemán que vendes concesionarios de la Buick en los Estados
Unidos, lo gra resistir la competencia de los autos pequeños
norteamericanos que están apareciendo hoy día, es
posible que la Buick siga con el Opel y abandone sus planes de producir
un miniauto propio. La Oldsmobile ya ha concluido las labores de
diseño e ingeniería con su miniaunto y espera
colocarlo en el marcado durante el otoño de 1972.
Será un modelo de cuatro pasajeros y no de dos pasajeros
solamente, como se pensaba antes.
El Riviera es
actualmente un coche más deportivo de lo que era antes
Algo curioso ha sucedido en la GM este año, en
relación con dos de sus líneas de
automóviles: la del Buick Riviera y la del Oldsmobile
Toronado. Antes de 1971, el Riviera era un auto de estilo conservador
para el mismo tipo de público que compra coches Cadillac. De
gran solidez y de gran tamaño. El Toronado, aunque no
podía ser considerado como un auto deportivo genuino, era
más bien un vehículo especial, de tipo personal.
Pero este año se han invertido los papeles. El Riviera es un
coche mucho más deportivo que antes, y sin duda el motivo de
esto es atraer a compradores jóvenes. Por otra parte, el
Toronado ha aparecido con una carrocería alrgadaque lo
asemeja a un Cadillac. Es difícil comprender qué
es lo que persigue la GM al hacer un cambio semejante. Pero
tendrá sus razones.
El uso de gasolina
sin plomo aliviará el problema de la
contaminación del aire . .
Las compañías fabricantes de
automóviles ya han realizado suficientes pruebas con coches
de 1971 provistos de motores comunes y corrientes para saber los
efectos que habrá de producir la alteración de
estas plantas de fuerza para que funcionen con gasolina de bajo
octanaje sobre l rendimiento de los vehículos,
así como sobre ciertas condiciones especiales, como la
contaminación del aire. Si, de aquí a dos o tres
años, todos los coches usan gasolina sin plomo, sin duda se
aliviará notablemente el problema de la
contaminación del aire. Además,
funcionarán con menos vibraciones, cosa que
mejorará su rendimiento, que reducirá las
reparaciones y que, en general, prolongará la
duración de los motores. Pero también hay
desventajas, como lo han descubierto los ingenieros. Es probable que
tenga usted que gastar más en gasolina si compra un modelo
de 1971 con motor grande.
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 48 - Enero 1971 - Número 1 |
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