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Nivelador para las curvas
¿Crear su propio declive a alta
velocidad en una curva plana? Es posible que su coche pueda hacer esto algún
día. El Dr. Yao T. Li, profesor de aeronáutica del Instituto
Tecnológico de Massachusetts, ha desarrollado un sistema de suspensión
que teóricamente produce el mismo efecto en un coche que una pista
de inclinación aguda. El sistema del Dr. Li hace que la carrocería
se incline hacia la curva y no en dirección opuesta a ella. La clave
del sistema radica en la fuerza que hace que un coche patine. Esta fuerza
de "escape" es captada por una "caja negra" y transmitida
a un dispositivo de control que mecánicamente hace que el coche se
incline en dirección opuesta. El auto se nivela automáticamente
al salir de una curva. Dice Li que, como su sistema contrarresta la tendencia
de un coche a volcarse cuando efectúa un viraje, es posible diseñar
suspensiones más suaves para una marcha más cómoda.
Además, declara él que el aumento en la estabilidad vertical
permitirá diseñar carrocerías más angostas,
reduciendo así su volumen para solucionar ciertos problemas aerodinámicos
(una carrocería ancha y plana tiende a reaccionar como el ala de
un avión a altas velocidades). A pesar de que las ideas de Li han
sido corroboradas en un vehículo experimental, todavía no
se han sometido a prueba en un auto de carreras. Si da tan buenos resultados
en un coche de carreras, entonces el nuevo sistema permitirá desarrollar
velocidades más altas y ofrecerá grandes ventajas en lo que
respecta al manejo de estos vehículos.
Seguridad dentro del coche
En su sensacional libro "Unsafe
At Any Speed ("Peligro a Cualquier Velocidad"), el abogado Ralph
Nader critica a la industria del automovilismo de los Estados Unidos por
no tomar las medidas necesarias para proporcionar mayor seguridad a los
vehículos que produce. Dice él que el 75% de todas las lesiones
sufridas en accidentes de automóviles son causadas por el diseño
ineficiente de los vehículos. Pero son pocos los que se dan cuenta
de que Nader se refiere a las causas de lesiones y no a las causas de accidentes.
Hace él hincapié en la necesidad de reducir la severidad de
las llamadas "colisiones secundarias"-las que ocurren cuando los
pasajeros se golpean contra el interior de un automóvil en el instante
después del impacto inicial. Los expertos en seguridad manifiestan
que las lesiones permanentes o la muerte constituyen consecuencias demasiado
nefastas para un período tan corto de peligro; quieren que se construyan
coches que protejan a los pasajeros cuando ocurre un accidente, sea cual
sea la razón de éste. Así pues, dada la sensibilidad
de Detroit a todas las críticas que se expresan contra sus productos,
no hay duda de que los fabricantes prestarán mucha mayor atención
al diseño de coches cuyos interiores constituyan verdaderas "cápsulas
de supervivencia", en vez de dedicarse a alterar el diseño de
cosas tales como los frenos, las luces, los neumáticos, etc. La Compañía
Ford está desarrollando extremos delanteros y bastidores de chasis
de tipo "corrugable" para amortiguar los impactos delanteros como
otra contribución a la seguridad de sus autos de pasajeros. El objetivo
de la Ford es reducir la fuerza de un impacto delantero a 50 kph a apenas
la fuerza de un choque a una velocidad de 10 kilómetros por hora,
por ejemplo. Se le está prestando atención especial a la parte
delantera del bastidor del chasis. Las extensiones del bastidor por delante
de las monturas del motor se debilitarán utilizando piezas más
pequeñas y empleando una abundancia de agujeros de "reducción
de peso", como las del queso suizo. Las carrocerías de los vehículos
tendrán más secciones de tipo de "caja" para aumentar
su efecto de "acojinamiento" durante deceleraciones súbitas.
Pero no espere usted nada de esto antes del año 1968; los cambios
de producción semejantes tardan tiempo en llevarse a la práctica.
Eliminación de los salientes
Por motivos de seguridad también
se está considerando el uso de tableros de instrumentos inclinados
hacia atrás. El objetivo que se persigue es apartar todas las proyecciones
de los pasajeros del asiento delantero y del conductor. La mejor manera
de lograr esto, según los ingenieros, es moviendo todo el tablero
hacia adelante tal como se hizo en el Toronado y el Riviera. Los expertos
manifiestan que esto será adoptado por toda la industria dentro de
los próximos dos años. Pero hay ciertos problemas que solucionar.
Los conductos del calentador, por ejemplo, así como los limpiaparabrisas,
las conexiones del acondicionador de aire, los aparatos de radio, las unidades
de cintas estereofónicas y los compartimientos de guantes deberán
cambiarse para adaptarse al espacio más angosto entre el nuevo tablero
y la pared ignífera. Habrá que hacer esto o trasladarlos al
interior del compartimiento del motor. Es ésta una de las razones
por las cuales la General Motors y la Ford están experimentando con
un tablero de tipo abisagrado, ya que no hay espacio suficiente para instalar
todos los instrumentos y las conexiones. Pese a todas estas precauciones,
sin embargo, son muchos los observadores y comentaristas que llegan a la
conclusión de que el nervio central del problema de los accidentes
está en la parte humana del automóvil más que en su
construcción mecánica o en su estructura. La parte "humana"
del automóvil es, por supuesto, la persona que conduce. Lo más
que puede hacerse es crear las condiciones para que las consecuencias de
los accidentes se reduzcan aun mínimo. Evitar el accidente mismo
dependerá siempre de la capacidad, prudencia y sobridad del individuo.
Y esto es algo que escapa a la perfección de la máquina. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 39 - Septiembre
1966 - Número 3 |
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