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Estás leyendo parte de la revista de Septiembre de 1967
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Reguladores
de velocidad
Es posible que se exija la instalación
de reguladores de velocidad en los autos del futuro. La última vez
que se mencionó esto seriamente fue durante la "carrera de velocidad
y potencia" a fines del decenio de 1950. El jefe de seguridad vehicular
nombrado por el Presidente Johnson dijo recientemente que iba a considerar
el uso de reguladores de 145 kph como una de las normas de seguridad para
los autos del futuro. "Creo que ningún fabricante establecería
un límite semejante por voluntad propia, debido a la posibilidad
de problemas con la competencia," declaró el jefe de seguridad
Wihiam Haddon Jr. "Pero esto no constituiría ningún problema
si se obligara a todos a instalarlos," añadió Haddon.
Cinturones invisibles
Tal vez aparezcan por fin carretes
de inercia para cinturones de seguridad en los coches norteamericanos del
próximo año. Los fabricantes se verán obligados a instalarlos,
debido a que es posible que los compradores se nieguen a aceptar los arneses
de seguridad que se instalarán en todos los autos de 1968. Cuelgan
como serpentinas cuando no se están usando. Ralph Nader, el famoso
critico de la industria automovilística norteamericana, dice que
las hebillas sueltas de los arneses son "especies de armas que pueden
encerrar un peligro mortal." Los carretes de inercia podrían
solucionar este problema enrollando las correas cuando no se estuvieran
usando. Más aún, permitirían una completa libertad
de movimiento mientras se estuvieran usando, y sólo se retraerían
en caso de un accidente. Los fabricantes alegan que no tienen experiencia
con estas correas cuando se les presenta porque no las han instalado en
sus vehículos. Sin embargo, los pilotos de aviones de reacción
las han estado usando desde hace años y ya hay algunas de ellas en
ciertos autos europeos.
Contaminación
del aire
La guerra contra la contaminación
del aire causada por los automóviles está creando nuevos problemas
a medida que se van solucionando los viejos. Al reducirse el nivel de los
hidrocarburos sin quemar, "se expulsa al aire una mayor cantidad de
óxido de nitrógeno -y esto produce esa combinación
de humo y niebla que tantos ~fectos nocivos causa," dijo recientemente
un senador norteamericano. Se están creando normas para solucionar
este problema también. El mismo senador -Howard Baker, de Tennessee
-cree asimismo que el auto eléctrico no constituye la "solución
final." Dice él que en el área de Los Angeles "una
alta concentración de autos eléctricos podría producir
grandes cantidades de ozono, el cual es mucho más mortífero
que el monóxido de carbono y los hidrocarburos que despiden los autos
en la actualidad." La industria automovilística cree que de
aquí a diez años podrá eliminar virtualmente el problema
de la contaminación del aire causada por los automóviles.
"Creo que con investigaciones y desarrollos, el nivel de hidrocarburos
expulsados al aire bajará a aproximadamente 100 partes por millón
y el del monóxido de carbono a tres décimos de un uno por
ciento," declaró recientemente Michael Ference Jr., vicepresidente
de la Ford.
Velocímetro
parlante
Un empleado de la Comisión de
Energía Atómica de los Estados Unidos ha inventado un "velocímetro
parlante". Automáticamente da a conocer la velocidad del auto
a intervalos periódicos. El inventor dice que se han llevado a cabo
pruebas que indican que un conductor que utiliza el "velocímetro
parlante" siente menos tensión nerviosa cuando maneja a velocidades
aproximadas a los límites indicados. El método, en que se
graban voces masculinas o femeninas para dar a conocer las diferentes velocidades,
es similar a los sistemas de mensajes automáticos utilizados por
los pilotos de aviones de alta velocidad.
Habrá que
oler los escapes
La industria automovilística
necesita un detector especial. "Lo que queremos desarrollar,"
dice Bob Graham, gerente de servicio de la Ford, "es algún dispositivo
que "olfatee" el escape de un auto y nos diga si está cumpliendo
con las normas sobre la contaminación del aire establecidas por las
autoridades." El sistema de prueba actual que se usa en California
requiere dejar un motor parado durante 12 horas y luego someterlo a una
prueba de 45 minutos con una bolsa de plástico conectada al tubo
del escape. Se recogen todos los gases del escape y se analiza una muestra
para averiguar si cumple con el requisito de no más de 275 partes
por millón de hidrocarburos sin quemar y de 1,5 por ciento de monóxido
de carbono. Será imposible llevar a cabo esta prueba de ahora en
adelante, debido a que todos los autos de 1968 y años posteriores
tendrán sistemas de control de la emisión del escape.
Las normas de
seguridad
Al Gobierno Federal de los Estados
Unidos le está saliendo el tiro por la culata. La Administración
de Servicios Generales de los Estados Unidos (GSA) experimentó grandes
dificultades este año obteniendo autos que cumplieran con las normas
de seguridad que aquélla ha dictado. Se debió esto a que no
era fácil establecer un sistema para certificar que los vehículos
cumplían con las especificaciones de la GSA. y la peor de todo, sin
embargo, es que los requisitos de la GSA para los autos de 1968, dados a
conocer hace ya muchos meses, no pueden ser cumplidos por las firmas norteamericanas.
Esto coloca ala GSA en un dilema: anular los requisitos que no puedan ser
cumplidos y exponerse a los ataques de los críticos de la industria
automovilística, o insistir en que se cumplan esos requisitos y correr
el riesgo de no poder comprar. ningún vehículo para el gobierno
norteamericano el próximo año. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 41 - Septiembre
1967 - Número 3 |
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