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Estás leyendo parte de la revista de Diciembre de 1962
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Lubricar o no Lubricar - Una Tragicomedia.
Ahora, Combustible Filtrado para un Tanque Más Limpio |
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Hemos descubierto que todo tiene su pro y su contra,
incluyendo los automóviles "exentos de servicio" y los
de tipo "vea al concesionario cada 1600 kilómetros." Nos
gustaría relatar una experiencia que habrá de añadir
más confusión a un tema. que ha sido objeto de tantas polémicas.
Recientemente, llevamos el objeto de nuestro orgullo (hasta los que escriben
de automóviles compran nuevos coches de vez en cuando) a la estación
de servicio para que lo lubricaran por primera vez. Según el fabricante,
el vehículo era de aquéllos que había que lubricar
con bastante frecuencia.
La estación era una moderna instalación perteneciente a una
importante cadena. Un grupo de jóvenes mecánicos con nítidos
trajes almidonados se congregó alrededor de mi pequeño y resistente
Seis. Nos pusimos a observar todo con gran cuidado, al igual que una madre
que lleva a su primogénito a la barbería para que le corten
el cabello por primera vez. Lo que observamos nos dejó con la boca
abierta. Pasaron por alto cuatro graseras bastante importantes en la suspensión
delantera. También pasaron por alto las
graseras del embrague y del cambio de engranajes, olvidándose por
completo de que existían. A nadie se le ocurrió consultar
las nuevas tablas de lubricación que había en la pared. Nadie
le echó un vistazo a la caja de los engranajes de dirección.
y esto nos preocupó grandemente, ya que una vez nos entregaron un
auto nuevo con una caja de dirección desprovista totalmente de lubricante.
Para colmo de los colmos, los sonrientes y elegantes
mecánicos se olvidaron de registrar el kilometraje y la fecha de
este importante acontecimiento, dejando de colocar el rótulo correspondiente
en el marco de la puerta delantera izquierda. Llegado este
momento, tuvimos ganas de invertir la suma de 1.75 dólares
que debíamos pagar por ver esta comedia de errores, en un telegrama
dirigido al ingeniero jefe de la firma fabricante de nuestro automóvil,
aconsejándolo substituir las graseras por otras de tipo sellado,
llenas de grasa de bisulfuro de molíbdeno.
Antes de dar su asentimiento, espérese usted, que hay más
que contar. Algo que los mecánicos no pasaron
por alto, sin embargo, fue el tapón de admisión de la caja
de la transmisión manual. Uno de los muchachos descubrió que
en la fábrica habían puesto menos de 1/2 litro de lubricante
alrededor de un juego de engranajes que requería un litro completo.
No había indicios de un escape. Después que le añadieron
la cantidad correcta de SAE 90, notamos una verdadera mejora en la acción
sincronizada de los engranajes. De haberse tratado de un componente "lubricado
permanentemente", en vez de un punto que requería exámenes
periódicos, los resultados finales hubieran sido desastrosos y costosos:
una nueva transmisión, en vez de unos cuantos engranajes que se desgastaron
con mucha mayor rapidez que lo indicado. Y allí
termina nuestro relato, que no puede considerarse como un caso
aislado. Rara es la semana que pasa en que no escucha uno algo semejante.
Durante los últimos 18 meses hemos tenido que sufragar el costo de
dos nuevos juegos de juntas universales. Se trataba de juntas que habíamos
llevado a una estación de servicio para que las engrasaran (pero
no presenciamos la operación). Nos gustaría ofrecer una buena
solución a este problema, pero sólo tenemos un consejo que
darle: compre una pequeña pistola de lubricación manual y
pásese media hora al mes acostado de espalda sobre el piso del garaje.
Pero, por cada mala noticia que hay, también
hay una buena, y este mes tenemos una. Las estaciones de servicio de la
American Oil Company en los Estados Unidos han estado instalando un dispositivo
llamado "Filtro Final" en las mangueras de todas sus bombas.
El Filtro Final es un tubo con una longitud de unos 29 centímetros,
hecho de aluminio, que tiene un cartucho perforado en cuyo interior hay
un elemento plegado de papel impregnado. De acuerdo con la American Oil
Company, el papel puede detener el paso de partículas con un tamaño
hasta de un micrón.
En suma, el Filtro Final es una versión gigante de los filtros de
plástico (o metal) que algunos fabricantes han insertado en el conducto
de combustible, entre la bomba y el carburador. Evita la entrada de tierra
y partículas de óxido (aparentemente un derivado inevitable
del transporte y almacenamiento de gasolina) a los conductos y tanques de
combustible. Tales partículas pueden atascar las toberas y evitar
que las válvulas de aguja se asienten correctamente. Los resultados
de esto son bien conocidos de todos: ahogamientos del motor, marcha en vacío
deficiente, fallas, transmisión desigual de la fuerza y un bajo kilometraje.
La American Oil merece nuestras gracias por lo que representa colocar un
filtro en el auto de todos y cambiarlo continuamente, sin que le cueste
esto un solo centavo al automovilista. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 31 - Diciembre
1962 - Número 6 |
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