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Estás leyendo parte de la revista de Septiembre de 1960
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COMO
EL FAMOSO PAIS de las Maravillas, que visitó Alicia, parece que Detroit
se torna más y más extraordinario. Después de echar
una ojeada a los modelos de 1961, se ve que los coches grandes están
reduciéndose, y los pequeños se están volviendo más
grandes. Los llamados compactos ya no lo son tanto. Esta tendencia se inició
con el Comet, cuya longitud aumentó en varios centímetros
con respecto al Falcon, del cual se deriva.
Por ejemplo, los retoños del Buick, del Oldsmobile y del Pontiac,
tendrán una distancia entre ejes y un largo total-desde el parachoques
delantero al trasero -superiores a los del Corvair, del cual adoptaron los
cascos básicos que emplean. A modo de ilustración, podemos
mencionar el Tempest de la Pontiac, cuya distancia entre ejes es de 2,84
metros, y su largo total de unos 4,75 metros.
Esta tendencia hacia un "semicompacto" tiene por base la creencia
bien fundada de que el público acogería con entusiasmo un
compacto ligeramente más grande, siempre y cuando conserve la gran
ventaja de la maniobrabilidad.
Es interesante observar que los mencionados compactos de las divisiones
Buick, Oldsmobile y Pontiac serán de dimensiones similares a los
Ford, Chevrolet y Plymouth de hace seis u ocho años. Y nadie observó
que estos autos fueran grandes o difíciles de manejar. Si el éxito
del Comet refleja el sentir del público, es de esperarse que los
otros autos de las divisiones mencionadas serán semejantes.
Aunque en sentido inverso, ocurre algo
similar con las dimensiones-excesivamente grandes-de los coches medianos
y de lujo. Hay noticias de que el Lincoln grande será de dimensiones
más lógicas, que faciliten su manejo en calles muy transitadas.
El Mercury presentará varios detalles elegantes, pero será
más pequeño, pues nuevamente comparte la carrocería
con el Ford. Los coches más
grandes de la GM-Pontiac, Oldsmobile, Buick, y posiblemente el Cadillac-,
que comparten la misma subestructura de caja básica, se beneficiarán
con las reducciones. Lo probable
es que la distancia entre ejes sea de 5 a 8 centímetros menos, y
el largo total se reduzca hasta en 15 centímetros.
Las buenas nuevas se complementan con la promesa de que se brindará
mayor comodidad a los seis pasajeros, gracias al aumento de cinco centímetros
en el franqueo vertical, y al mayor espacio habilitado para las piernas.
Esto será posible mediante el uso de chapas de mayor ancho y más
profundas, y la reducción de altura en los túneles de la transmisión
y del eje de mando. Lo que
suena aún más halagador para los propietarios de garages pequeños,
es la reducción del ancho de estos vehículos hasta en 7,5
centímetros. Como resultado de todo esto, ha disminuido el peso,
lo cual se traduce, automáticamente, en mejor rendimiento o más
economía, según sea la relación que se establezca entre
el motor y el eje. No cabe
la menor duda de que Detroit ha resuelto ingresar en un plan de reducciones,
el cual se debe al descontento general suscitado por los monstruos producidos
en años pasados. La decisión se tomó en el año
1958, pero debido al tiempo que necesariamente debe transcurrir entre la
aprobación de las maquetas de madera y arcilla y el comienzo de la
producción, hubo una demora desalentadora. Merece un caluroso aplauso
la decisión de producir automóviles con interiores amplios,
pero menos voluminosos, ya que esto significa que el año entrante
tendremos, para beneplácito de todos, mejores automóviles
"grandes". ¿Sería
posible que la corriente que dió nacimiento a los autos compactos,
aplicada a los coches grandes, más la nueva tendencia de agrandar
los compactos dé como resultado más de dos docenas de autos
de tipo diferente, pero del mismo tamaño?
No hay nada que justifique esta posibilidad, pues, por el contrario, existen
muchas pruebas de que Detroit trata, más que nunca, de responder
a las diversas preferencias de 50 millones de clientes. En respaldo de lo
dicho podríamos citar los compactos y los coches de estilo personal,
tales como el Thunderbird y el Corvette. Algo que también revela
la tendencia hacia la producción de compactos más grandes
es el American, modelo 1961, de la Rambler, que va a salir con una nueva
carrocería y, por vez primera, su capacidad será, realmente,
para seis pasajeros. El estilo
del American no consistirá en reducir el Rambler de 2,74 metros,
ni presentará, en lo más mínimo, la forma de ocarina
que era familiar en 1950. La distancia entre ejes continuará en 2,54
metros, o sea un verdadero compacto; pero con nuevas dimensiones en los
asiento" como reultado de estar dispuesto el compartimiento de pasajeros
más cerca de las cubiertas de las ruedas delanteras. El número
de modelos del American será mayor, pues se ha incluido una camioneta
rural de cuatro puertas y un convertible.
Si lograse mantener el precio básico del coche de dos puertas en
la cifra mágica de 1795 dólares, el nuevo American de la AM
tendría posibilidades de obtener una gran clientela al ofrecer un
auto de seis pasajeros a unos 100 dólares más que los autos
europeos de gran venta, y una diferencia de menos, de una cifra similar,
con respecto a los competidores un tanto más grandes.
El nuevo compacto Tempest de la división Pontiac ofrecerá
un motor para los clientes de espíritu deportivo. Existe el rumor
de que este motor futurista, de cuatro cilindros, desarrollará 165
caballos de fuerza. Y, para mayor satisfacción de aquellos que se
deleitan en manejar, la transmisión manual de cuatro velocidades
será totalmente sincronizada, con palanca en el piso. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 27 - Septiembre
1960 - Número 3 |
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