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Estás leyendo parte de la revista de Agosto de 1960
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TODO
UN CUADRO de contrastes! Es como se podría describir la Exhibición
Internacional de Automóviles celebrada en el Coliseum de Nueva York.
En cierto punto, un empleado y su familia probaban, una y otra vez, los
cierres de las puertas y la blandura de los asientos de un automóvil
Anglia de 1600 dólares, fabricado en Inglaterra, mientras, a pocos
metros, otra familia, en compañía de un chofer vestido de
librea, consideraba la amplitud de un Rolls-Royce de 25.000 dólares.
En otro lugar, se había congregado
una multitud en torno de un auto Simca del futuro (un producto exhibido
más con miras a promover las ventas de la Chrysler que para mostrar
las excelencias de su técnica), mientras un individuo explicaba que
ese coche podía recorrer cerca de 5000 kilómetros sin cargar
los acumuladores. No muy lejos de allí, se aceptaban pedidos de autos
de carrera Formula Junior, y de un auto tan grande como una casa, que era
precisamente lo que era: una vivienda rodante, provista de calefacción
termostática.
Diez países estaban representados
por 86 fabricantes que mostraban un total de 312 modelos diferentes.
Figuraba un Jaguar sedán
3.8, cuyos adornos y guarniciones eran dorados. Con tal indumentaria, este
auto inglés, que normalmente sienta normas de buen gusto, tenía
un aspecto tan desagradable que no hubiera empeorado ni añadiéndole
aletas de cola. Un empleado informó que si el auto estuviera en venta,
costaría 25.000 dólares. A pesar del estilo de catedral del
recinto, y de las resplandecientes lámparas de cristal, ese Jaguar
contradecía en tal forma la mesura inglesa y la idea que ha creado
en el público de los EE.UU., que, inconscientemente, uno apartaba
la vista disgustado.
El Japón aprovechó esta
oportunidad para dar a conocer el Toyopet Tiara al público de los
EE.UU. Es un modelo económico y liviano que seguramente competirá
vigorosamente con el Volkswagen y el Renault. Gracias a su poco peso y al
motor de 75 HP que lleva, es un vehículo muy ágil. Dicen que
la suspensión es asombrosamente buena, con barras de torsión
(como las del Chrysler) al frente, y muelles voladizos de una hoja, en la
parte trasera. Con buenos métodos de venta, este auto dará
que hacer a los competidores. Se cree que su precio será de 1600
dólares en la costa del Pacífico, lo cual significa que será
un rival poderoso de todos los autos económicos. Considerando el
gran triunfo del Japón con sus cámaras y radios, es muy probable
que repita la hazaña. El tiempo lo dirá.
La Volvo presentó el P-1800
deportivo, un coche de aspecto poderoso y llamativo que, según dicen,
se comporta como debe hacerlo un auto deportivo. Se pondrá en venta
a fines del año en curso, y su precio será de 4000 dólares,
poco más o menos.
Es también la primera
vez que se muestra el Triumph Herald en los EE.UU. Se trata de un vehículo
cuadrilongo, de líneas no muy gráciles, y que ofrece lo último
en materia de economía en gastos de conservación. Sólo
tiene cuatro puntos de engrase. Dos de ellos, se lubrican únicamente
cada 9500 kilómetros, y los otros dos, sólo cada 19.000 kilómetros.
La carrocería se ha construído con siete secciones unidas
con pernos, lo cual facilita las reparaciones y reduce su costo en caso
de averías. Es el precursor del auto de mañana, el cual será
tan confiable y exento de cuidados como un refrigerador.
Y entonces, ¿cómo se
explica tanta actividad de parte de los autos importados en un momento en
que los expertos pronostican una serie de dificultades para los autos pequeños?
Posiblemente por el hecho de que los fabricantes europeos se dan cuenta
que no podrán competir indefinidamente con los nuevos coches compactos
de los EE. UU ., si continúan con los mismos modelos.
Hasta el Volkswagen ha admitido, de
modo semi oficial, que proyecta sacar un auto más grande, de cuatro
puertas, posiblemente en el primer trimestre de 1961. Será un modelo
adicional, pues el de dos puertas seguirá en producción. Otras
compañías muestran también la influencia de la revolución
habida en los EE.UU. Se instalarán transmisiones automáticas,
eficientes y de costo bajo como las que tiene ahora el Hillman, el Singer
y el DAF, en los demás autos europeos, incluyendo los que se destinen
para sus propios mercados.
Se espera que los autos deportivos
y los de lujo no tengan dificultades en mantener el actual nivel de ventas,
y que aun posiblemente las aumenten gradualmente en el curso de los años.
Son, sin embargo, los autos de 1600 a 2500 dólares los que monopolizan
la atención de la industria. Lo único que atrae al público
en estos autos pequeños de cuatro cilindros es su economía
y maniobrabilidad. Consumen menos gasolina cuando los maneja el conductor
común y corriente que los compactos de los EE.UU. bajo el hábil
gobierno de un experto. Para los que deseen realmente transporte barato,
lo único que existe hasta ahora son estos coches; aunque los observadores
de Detroit opinan que el público de los EE.UU. exige algo más.
De todos modos, si los autos importados
se hallan en dificultades, se han olvidado de comunicarlo al público.
Los millares de asistentes al Coliseum estaban más interesados que
nunca en comprar. Ya no se contentaban con lanzar exclamaciones de asombro;
discutían los precios. Ya no se hallaban perplejos ante la gran variedad
de modelos, pues sabían perfectamente lo que les convenía
mirar, y prescindían del resto.
El público de los EE.UU. ha
aceptado los autos extranjeros. De aquí en adelante, todo depende
de la organización de ventas. |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 27 - Agosto
1960 - Número 2 |
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