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CUANDO SE HA ALCANZADO EL TRIUNFO MÁXIMO
¿QUÉ HACER?

Los dueños del Mustang no tienen suficientes palabras para encomiar su más preciosa posesión. Pero hay algunos que también censuran a este automóvil en términos muy duros
EL MUSTANG ya ocupa un lugar muy señalado dentro del automovilismo norteamericano. Por ser el primer auto de pequeño tamaño que apareció en los Estados unidos, se convirtió en el patrón de la industria durante el decenio de 1960. De no haber aparecido el Mustang, no existirían hoy el Camaro, el Barracuda, el Javelin, el Firebird, el Challenger y todos los otros vehículos semejantes. Tampoco tendrían estos autos el estilo de capó largo y de cubierta corta que los singulariza.
Sea buena o mala, la influencia del Mustang sigue siendo fuerte. También afecta grandemente los sentimientos de los dueños. Ninguno puede permanecer imparcial ni objetivo en relación con su Mustang.
Así pues, en vez de seguir nuestra práctica de dividir las opiniones de los dueños en categorías, hemos permitido esta vez a cinco dueños típicos dar a conocer todo lo bueno y todo lo malo que ofrece este auto. Aparecen estas opiniones tal como las recibimos en los cuestionarios que enviamos.
Antes de comenzar, sin embargo, debe usted recordar que casi todos los dueños de automóviles, cuando se les da la oportunidad de emitir una opinión, muestran una tendencia a irse a los extremos. Si el concesionario o la fábrica no los ha tratado bien, es ésta la oportunidad que tienen de desquitarse. Por otra parte, los que se encuentran satisfechos con sus autos muestran una tendencia a pasar por alto defectos que a veces resultan imperdonables. En MECANICA POPULAR, cuando preparamos nuestros Informes de los Dueños, tratamos de eliminar o atenuar las opiniones extremas. Pero en este caso es muy difícil hacer esto.

Un experto en publicidad de Minnesota contestó el cuestionario de la siguiente manera: ¿Alguna dificultad mecánica? "Sí, las dos ventanillas se cayeron. El fluido de los frenos empapó los forros y hubo que cambiarlos". ¿Es satisfactorio el servicio de reparaciones del concesionario? "El concesionario no podía obtenerme ventanillas de repuesto". ¿Por qué compró usted
su Mustang? "Deseaba cambiar un Maverick muy malo que no podía soportar después de tres meses de uso". ¿Qué tal es la mano de obra? "El motor es excelente, pero la carrocería y el interior son pésimos. Todo se halla pegado con cola". ¿Qué puede decir con respecto a la comodidad? "El asiento delantero es cómodo, pero el asiento trasero es horrible". ¿Elogios específicos? .'El rendimiento del vehículo. Además, su apariencia es formidable". ¿Quejas? La calidad de la carrocería deja mucho que desear. El capó monta sobre la defensa. El interior carece de suficiente espacio".
A continuación, he aquí los comentarios de un arquitecto de Alabama: ¿Problemas mecánicos? "Ninguno". ¿Servicio del concesionario? "Excelente". ¿Por qué compró el auto? "Me hallaba complacido con nuestro Mustang del año 1965 después de 80,000 millas (128.000 km) de recorrido, así como con nuestro Ford de 1959 después de 130.000 millas (208.000 km)". ¿Mano de obra? "Excelente". ¿Comodidad? "Los asientos delanteros son muy cómodos, pero los respaldos son demasiado altos. El asiento trasero resulta adecuado para un auto pequeño". ¿Quejas? "Ninguna". ¿Alabanzas? "No se puede obtener un vehículo mejor por la misma suma de dinero. No requiere reparaciones, su kilometraje es bueno y su estilo es excelente".
He aquí lo que dice un instalador de teléfonos de Nueva York: ¿Dificultades mecánicas? "Menores". ¿Concesionario? "Muy malo. Me cotizó un precio de 3178 dólares, pero cuando fui a recoger el auto me cobró 3378 dólares. Lo acepté sólo porque no tenía otro medio de transporte". ¿Por qué compró un Mustang? "Quería un Camaro de 1970. Pero cuando me dijeron que no llegaría sino hasta después de enero, decidí obtener este Mach I". ¿Mano de obra? "No es mala. Pero la reparación de la abolladura de un guardafango trasero me costó 598 dólares". ¿Comodidad? "El asiento trasero es inservible". ¿Quejas? "El servicio del concesionario, la garantía, los traqueteos". ¿Elogios? "El manejo es excelente; también me gusta el sistema estereofónico, la apariencia y el kilometraje con el V8 35.1".

Opiniones de un empleado de una compañía de seguros de Eats Orange, New Jersey: ¿Dificultades mecánicas? "Sí. El capacitor de supresión de radio en el alternador se desprendió, desequilibrando el motor y echando a perder la unidad". ¿Concesionario? "Servicio muy rápido; tiene todas las piezas de repuesto a la mano!' ¿Por qué compró el Mustang? "Es un auto rápido, ágil y de apariencia muy impresionante. Me gusta conducirlo". ¿Mano de obra? "Mejor que el término medio". ¿Comodidad? "El asiento delantero es muy cómodo pero nunca he usado el asiento trasero". ¿Elogios? "Alcanzó los 400 metros desde la inmovilidad en sólo 12,56 segundos". Su kilometraje no es malo para un 351 de cuatro velocidades. Es muy cómodo cuando efectúa uno viajes en él. Se trata de un vehículo de excelente apariencia". ¿Quejas? "Los ruidos. Gasté 24 dólares en espuma de plástico y la encolé dentro de los paneles de la carrocería para impedir la entrada de los ruidos de afuera. Todavía tengo que eliminar ciertos ruidos y traqueteos".
Un estudiante universitario de California declara lo siguiente: "El motor de arranque se descompuso apenas obtuve el auto". ¿Lo arregló el concesionario? "Sí, pero el servicio por lo general es pésimo". ¿Qué piensa usted del concesionario? "Es un charlatán. Después de efectuar una venta, no quiere saber nada de uno". ¿Mano de obra? "Tan buena como la de cualquier otro auto". ¿Comodidad? "El asiento delantero es muy cómodo, pero el asiento trasero es para los masoquistas. El baúl tiene el tamaño de un compartimiento de guantes, y el compartimiento de guantes no da cabida al manual del dueño, a no ser que lo doble uno". ¿Quejas? "Demasiado costoso. Su consumo de combustible es absurdo. El servicio del concesionario es pésimo". ¿Alabanzas? "Excelente apariencia, gran potencia, capacidad para atraer a chicas guapas".


El conductor no puede ver el reloj y el compartimiento para los guantes ofrece muy poca capacidad. A todos gusta la cabina del coche
La marcha y el control del vehículo sobre el camino son inmejorables. El auto de una sensación de cosa sólida, nos dice un diseñador
Me gusta tal como es, es muy cómodo y fácil de conducir. Un excelente coche de tamaño pequeño que me agrada, declara otro dueño
Es muy difícil salir del compartimiento trasero aunque las puertas son grandes y pueden abrirse totalmente para entrar con facilidad.
El peso de la tapa del baúl es aumentado por el deflector al punto que ésta no puede permanecer abierta si no se sujeta con una mano 
Afirma un propietario que alcanzó los 400 metros desde la inmovilidad en sólo 12.56 segundos

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 47 - Agosto 1970 - Número 2


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus