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Estás leyendo parte de la revista de Febrero de 1954
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LA POPULARIDAD del caballito mecedor, uno de los juguetes
favoritos de la gente menuda desde fecha inmemorial, es cada vez mayor con
las películas del Oeste que continuamente aparecen en los programas
de televisión. Para representar todas las proezas de los llaneros
durante los días de la diligencia, el pequeño vaquero de la
familia, generalmente se sube a la banqueta del piano o se trepa sobre el
brazo de un butacón. Imagínese la emoción que sentiría
el pequeñuelo, si contara con este magnífico corcel para "recoger
ganado," y "perseguir a los bandoleros y cuatreros que campean
a su albedrío por las llanuras." y para que el regalo lo satisfaga
plenamente, obsequie: al niño con una indumentaria completa de vaquero.
El cuerpo del caballito está
hecho de varias tablas de pino blanco, tallándose las capas exteriores
al contorno apropiado. Al seguir los planos de la página siguiente,
corte las piezas del cuerpo y de la cabeza con una sierra de cinta. La cabeza
se ensambla con cola y puntillas de acabado, y se alisa burdamente con una
lijadora. A continuación, se arma el cuerpo, también con cola
y puntillas de acabado; acto seguido, las patas, hechas de roble de 1"
para que proporcionen 1a mayor solidez posible, se cortan para darles forma
y después se lijan en principio.
Los balancines que sostienen el caballito, se hacen con varilla de 3/8"
que se calienta y dobla al tamaño apropiado en un tornillo de banco.
Coloque los bujes en las patas del caballo e instale los colgadores en el
interior de aquéllos. Llegado este momento, encole y clave las patas
al cuerpo, ajustando éstas a los colgadores.
El cuerpo total del caballo se conforma con una escofina. Rellene y lije
toda la superficie hasta dejarla bien lisa. Hecho esto, déle una
mano de goma laca a todo el conjunto; más tarde el juguete puede
pintarse, o cubrirse con pelusas de fieltro. Este último método
produce una apariencia de asombrosa realidad. Primero, mezcle un esmalte
de casi el mismo color de la pelusa que se va a emplear, y aplíquelo
a pistola, o a brocha. Cuando el esmalte está apunto de secarse,
la pelusa se pasa por un tamiz sobre el cuerpo del caballo, y se oprime
bien con los dedos, en dicha superficie. Cepíllela ligeramente con
una brocha, déjela secar, y cepíllela de nuevo más
tarde. Para la crin y cola del caballo, destrence una soga de henequén.
Corte una ranura de 1/4" en la parte superior del cuello y encole en
su interior los trozos de fibra, a modo de crin. Para fijar la cola, quite
la pelusa en el sitio donde ha de ir aquélla, cubra dicha parte con
pegamento, y clave con grapas los trozos de henequén adecuados. El
pedestal se hace de roble. |
Clic en la imagen para ver más grande y claro |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 14 - Febrero
1954 - Número 2 |
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