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Estás leyendo parte de la revista de Agosto de 1956
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Cuando se proyecta un patio trasero en un terreno
inclinado, lo natural es que se piense en senderos de piedra o de baldosas.
La ilustración de arriba es adecuada para una brusca pendiente en
descenso |
Patios en Pendientes |
Por W. Clyde Lammey |
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EL CONSTRUIR UN PATIO trasero es, relativamente, una
tarea simple cuando se trata de un terreno plano, con el agregado de que
existe una gran variedad de materiales y esquemas para escoger. Pero si
el terreno tiene una inclinación descendente o ascendente, a partir
de algún punto cercano a la puerta trasera, las posibilidades de
obtener algo que sea al mismo tiempo útil y bonito son bastante problemáticas.
Por otra parte, un terreno de esa naturaleza ofrece la oportunidad de utilizar
ciertos materiales y técnicas muy interesantes. Se presta, por ejemplo,
para la ejecución de obras de piedra, las cuales, como se sabe, son
ideales para conseguir aspectos de sabor rústico y de belleza natural.
Si el terreno desciende de modo bastante
abrupto, es posible que la solución estribe en construir un patio
de tres niveles, Fig. 1. En el detalle A de la Fig. 2, se muestra el plano
de un patio de esa clase. En la Fig. 3 aparece una obra similar durante
una fase de la construcción. Las Figs. 7 y 10 representan una variación
del mismo tipo, la cual es muy apropiada tanto en pendientes en sentido
ascendente como descendente. En ambos casos, las paredes no sólo
constituyen un elemento decorativo, sino que, además, sirven de muros
de retención con el fin de sostener la tierra hasta que arraiguen
los arbustos y el césped. |
Los detalles B y C de la Fig. 2 muestran dos formas de llevar
a cabo la obra. En ambas se han exagerado las proporciones con el objeto
de lograr mayor claridad, y sólo se considera el aspecto general
del trabajo. Antes de comenzar, se debe tener una idea clara y completa
de la obra que se va a efectuar, conocer con exactitud los contornos del
terreno, y averiguar si las leyes municipales exigen un permiso. A continuación,
se traza la ubicación de las paredes, que deben incluir un muro que
sea curvo en toda su extensión, o en parte. Se abren, luego, las
zanjas para los cimientos, y se hacen a plomada los frentes verticales de
los bancales contra los cuales se van a levantar las paredes, Fig. 11. Generalmente,
es. mejor comenzar el trabajo por la parte alta del terreno, e ir descendiendo,
echando al nivel superior parte de la tierra excavada, detalle E, Fig. 5.
Cuando se trata de un terreno ascendente, las paredes laterales se construyen
en tramos escalonados, y la excavación de los cimientos se hace como
en el detalle C, Fig. 2. Si el terreno en el cual se proyecta la obra es
de características especiales, tal vez haya que utilizar un procedimiento
un tanto diferente a los que se describen aquí. Cuando la inclinación
es bastante pronunciada y se necesitan, en algunos puntos, paredes de 4
a 6 pies de alto, debe usarse mortero o mezcla para unir las piedras. |
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Las paredes bajas que no están
sometidas a presiones fuertes pueden hacerse sin mortero, como en el detalle
E, Fig. 4. Sin embargo, esto no es conveniente cuando se trata de paredes
de más de tres pies de altura. En paredes bajas, en las cuales se
emplea mezcla, se pueden dejar las juntas abiertas a fin de facilitar el
crecimiento de ciertas plantas. No obstante lo dicho, una buena construcción
exige el empleo de mortero en todas las juntas.
Hasta hace poco tiempo, había
que hacer la mezcla en el terreno, juntando varios componentes; pero ahora
se puede obtener la mezcla en bolsas, ya lista. Todo lo que se hace, entonces,
es vaciar el contenido en una plataforma hecha de tablas, o en una caja
hermética de poco fondo, añadir agua, según las instrucciones
del envase, y acto seguido revolverlo debidamente. Una vez hecho esto, la
mezcla queda lista para usarse, Fig. 8. Con este compuesto se obtiene un
mortero suave que tiene el grado exacto de plasticidad.
Si bien es cierto que no es difícil
construir paredes resistentes y de buena apariencia, la operación
requiere cuidado en la ejecución de una serie de detalles. Las piedras
de forma bastante regular son, generalmente, más fáciles de
colocar, detalles A y C de la Fig. 4, pero, con el objeto de conseguir mayor
grado de rusticidad, muchos prefieren usar rocas sin labrar o piedras comunes
(cantos rodados), Fig. 3 y 6, y detalle A, Fig. 5. |
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Debido a la irregularidad
de las formas, estos dos tipos requieren usualmente más tiempo para
colocarse, y también mayor cantidad de mortero. Por lo general, la
mezcla debe ser ligeramente más espesa cuando se colocan piedras
comunes de modo irregular. Debe tenerse presente que al levantar una pared,
sea cual sea el tipo que se escoja, no debe escatimarse el mortero que se
pone debajo de cada piedra, detalle B de la Fig. 4.
Las protuberancias que dificulten la
buena colocación se pueden eliminar con un martillo de cantero, como
se ve en el detalle D, Fig. 4. Para evitar que las piedras 'grandes expulsen
el mortero fuera de las juntas, se colocan, primero, piedras pequeñas,
y, luego, se forma la capa de mortero del grueso que sea conveniente.
Al levantar una pared de piedra contra
el frente de un bancal, deben evitarse errores tales como los que se indican
en el detalle A de la Fig. 9. Así como se avanza en el trabajo, se
van llenando todos los claros con mortero, o con mortero y piedras pequeñas,
detalle B de la Fig. 9. Algunos albañiles prefieren construir la
pared a una distancia de unos cuantos centímetros de la cara vertical
del bancal, detalle E. En este caso, a medida que se levanta la pared, se
recubre con mortero la cara posterior, y, de esa manera, se presenta una
superficie lisa al relleno de tierra. Debe advertirse, sin embargo, que
no siempre es necesario hacer esto en todos los casos en que se haga una
pared del tipo que se ilustra. |
El patio abajo ilustrado se presta para un terreno ya sea
ascendente o descente en relación a la casa. Si se trata del primer
tipo, se omite una escaleta. Se utiliza piedra común |
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En los detalles C y D de la Fig. 5, se presentan dos métodos
para hacer las juntas de mortero. En paredes en que las juntas son bastante
regulares, detalle C, Fig. 5, es posible conseguir mejor apariencia si se
raspa el mortero ligeramente con una espiga de 314" que tenga un extremo
redondeado, y, de esa manera, se obtiene el tipo de juntas que se denominan
rebajadas. En el detalle D, Fig. 5, se presenta el segundo método,
el cual se emplea, por lo general, en paredes hechas con piedras comunes.
No todos los albañiles consideran estos métodos de su preferencia;
pero tienen la ventaja de ser relativamente simples y, por lo tanto, convenientes
para las personas que no cuentan con mucha experiencia. Cualquiera que fuese
el método escogido, debe procederse antes de que fragüe el mortero,
si bien el momento exacto varía en cada operación. El primero,
que aparece en el detalle C de la Fig. 5, debe aplicarse mientras la mezcla
está blanda; mientras que el método que se ilustra con el
detalle D no debe ponerse en práctica hasta que la mezcla no haya
comenzado a endurecerse un poco.
Al construirse una escalera, se puede emplear el método de vaciar
la mezcla de hormigón en moldes de madera o, en su defecto, hacerla
con piedras sueltas. Figs.6, 7 y 8. Lo más fácil, tal vez
sea emplear piedras del tamaño de los escalones, pues así
no se necesitan moldes, caso en el cual deben sostenerse sobre piedras pequeñas,
o sobre ladrillos, Fig. 8, poniéndose mortero en las juntas. |
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Primero se da un corte a plomada a los bancales, y luego
se abren los cimientos de las paredes que se ve van a construir |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 19 -
Agosto 1956 - Número 2
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