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Estás leyendo parte de la revista de Agosto de 1956
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LOS OBJETOS de hierro, acero o bronce pueden galvanizarse
ahora con cobre u otro metal por medio de soluciones de fluoboratos recientemente
elaboradas. Aunque éstas no son tan peligrosas como las que
contienen cianuros, producen efectos tóxicos, por lo cual deben ser
manipuladas con cuidado. Vienen en forma de líquidos concentrados,
característica ésta que facilita la preparación del
electrólito. Mediante las soluciones de fluoboratos es posible despositar
cualquiera de los metales más comunes, tales como cobre, níquel,
cadmio o plomo, sobre el cuerpo que se desee galvanizar.
En la galvanización de objetos pequeños, cabe usar como voltámetro
cajas viejas de baterías o acumuladores, cacharros usados, etc.,
y este mismo tipo de recipientes puede usarse asimismo para las soluciones
ácidas utilizadas en la eliminación de la herrumbre y las
incrustaciones. También es posible construir la célula electrolitica
con planchas transparentes de acrílico, en la forma que hace ver
la figura de arriba. Corte la plancha con cuidado a fin de que las caras
resulten con bordes rectos. Para unirlas, sumerja las aristas en dicloruro
de etileno o pase por ellas un pincel mojado en ese líquido. Una
luego por presión las diversas caras. Para calafatear las juntas
puede usarse un cemento que se fabrica disolviendo trozos de plástico
en dicloruro de etileno.
Como fuente de energía eléctrica se utiliza un acumulador.
La corriente se regula por medio de un reóstato. Se intercalan también
en el circuito un voltímetro (de 10 amperios de alcance) y un interruptor.
En la figura 1 se representa esquemáticamente el circuito de galvanización.
Para sostener la pieza que se va a galvanizar y los ánodos (éstos
son dos planchas metálicas que van conectadas al borne positivo del
acumulador y que suministran el metal para galvanizar) se emplean barras
cilíndricas de cobre o latón como la que se representa en
el detalle superior izquierdo de la figura 1. Con algunas soluciones será
necesario asimismo utilizar un baño de María, figura 2, y
también se necesitará un termómetro para conocer la
temperatura del electrólito. |
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Las soluciones para galvanizar pueden mantenerse a temperatura
constante por medio de un baño de María |
La limpieza preliminar, que se hace con una solución
caliente, es muy importante para la galvanización |
Preparación de la Superficie
El éxito de la galvanización depende en gran parte del estado
de pulimento de la superficie metálica. A menos que ésta esté
cubierta de una gruesa capa de grasa, se comienza su preparación
frotándola con una solución caliente, que se hace disolviendo
en un ga1ón de agua media libra de carbonato de sodio (sosa de lavar),
o de fosfato trisódico,y 4 cucharadas de compuesto para lavar, figura
3. Después de esto, se enjuaga el objeto, primeramente en una solución
de jabón (o de detergente sintético) y luego en el chorro
de un grifo de agua caliente.Las capas gruesas de grasa han de quitarse
con tetracloruro de carbono antes del lavado descrito en las líneas
anteriores. Debido a los Vapores tóxicos que se desprenden,
esta operación debe efectuarse el aire libre, figura 4.
Para quitar la herrumbre del hierro o acero, se emplea un baño químico,
que se hace agregando media pinta de ácido sulfúrico a medio
galón de agua. Vierta lentamente el ácido en el agua,
y mezcle la solución. Prepare ésta en un recipiente de loza
de barro. Sumerja el objeto en el baño, figura 5, y déjelo
allí todo el tiempo que sea necesario para que se desprenda la herrumbre
por completo. Enjuáguelo luego cuidadosamente, primero con agua caliente
y después con fría, figura 9. Las soluciones ácidas
corroen los metales y objetos de porcelana, y destruyen las ropas y la piel.
Use guantes de goma, y cuide que el liquido no salpique.
Para eliminar la corrosión del latón y del cobre, se prepara
una solución especial mezclando una libra de ácido nítrico
con un cuarto de ga1ón de agua, añadiendo luego, en primer
término, 1/4 de onza de ácido clorhídrico (o una cucharadita
de sal común) y luego, lentamente, 2 libras de ácido sulfúrico.
Prepare la mezcla en un recipiente de loza de barro, y déjela enfriar
antes de usarla. Utilice esta solución en un lugar donde
haya buena ventilación. El latón y el cobre se sumergen
en la solución por sólo unos pocos segundos, hecho lo cual
se enjuagan inmediatamente en agua fría. |
La grasa y suciedad se sacan con solventes incombustible,
y al aire libre, debido a los vapores tóxicos |
Si se desea que la pieza galvanizada tenga un
acabado brillante, por lo general será necesario pulirla. Cuando
los objetos están relativamente limpios, es posible pulirlos antes
de limpiarlos; de no estar limpios, habrá que efectuar primero la
limpieza y después el pulimento. Para esta operación se usan
óxido de aluminio (No.80 para acabado grueso, y No.220 para acabado
fino), trípoli, cal y rojo de pulir. Se comienza con el óxido
de aluminio, reservando los dos últimos abrasivos para mejorar el
lustre (colorido). Para obtener un lustre mediano, emplee la rueda bruñidora
de algodón, y use la rueda floja si desea un lustre más acabado.
Mientras la rueda esté girando, aplique sobre ella el compuesto de
bruñir (en forma de lápiz), y trabaje el objeto colocándolo
bajo la rueda, figura 6, y moviéndolo continuamente a fin de no desgastar
irregularmente su superficie. |
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Con objeto de emplear en la última fase de la preparación
del trabajo para la galvanización, esto es, en la de limpieza eléctrica,
se prepara en una lata o balde grande un baño que contenga 4 onzas
de fosfato trisódico y media taza de detergente sintético.
Hecho esto, conecte directamente el borne negativo de la batería
al recipiente que contiene el baño, figura 7, y cuelgue el objeto
de una barra soporte, aislada eléctricamente por medio de tacos de
madera. Caliente la solución hasta 80 grados centígrados,
o más, y conecte luego el objeto al borne positivo de la batería.
Mueva el cursor del reóstato hasta que se produzca en el líquido
un burbujeo intenso. Después de uno o dos minutos, saque el objeto
y enjuáguelo con un chorro de agua caliente seguido de uno de agua
fría. A partir de este momento no ha de tocarse nunca el objeto con
las manos, y tampoco debe permitirse que se seque, Después de la
limpieza eléctrica y del enjuague, el agua debe quedar sobre la superficie
del objeto formando una película continua, figura 8. Si ésta
se llegara acortar , será necesario repetir nuevamente todas las
fases del proceso de limpieza. |
A veces, después de la limpieza eléctrica queda
aún una película oscura sobre el objeto. Si éste es
de hierro o acero, puede suprimirse aquélla sumergiéndolo
en una solución de 6 onzas de ácido clorhídrico en
medio galón de agua. Después de esto, se galvaniza el objeto
en seguida, sin dejarlo secar. |
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Cobreado
Los objetos de acero que se han de cobrear se tratan primeramente con una
solución, preparada como se indica en la figura 10, con objeto de
recubrirlos de antemano con una fina capa de cobre. Disuelva sulfato de
cobre en medio galón de agua, y añada a esta solución
otra de oxalato de sodio, preparada previamente con parte de la misma porción
de agua. Revuelva el líquido mientras agrega trietanolamina hasta
que se disuelva la precipitación que se había formado. Agregue
luego agua hasta completar un galón.
Conecte el cuerpo al borne negativo de la batería como se ve en la
figura 1, y cuelgue sendas planchas de cobre de las barras de soporte para
los ánodos. Estas se conectan al borne positivo. Haga circular la
corriente de 3 a 5 minutos, manteniendo una tensión constante de
1,5 voltios. Enjuague luego cuidadosamente el objeto para eliminar los restos
de solución alcalina.
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Terminada la limpieza eléctrica, que es la última,
no debe tocarse más el objeto, ni tampoco secarse |
Cuando el cuerpo está limpio, el agua forma sobre
su superficie una película continua que no se rompe |
El éxito del proceso depende de la buena a mala calidad
del enjuague realizado después de cada fase |
El fluoborato de cobre viene en forma de solución
concentrada, que contiene un 45 por ciento, en peso, de fluoborato. A fin
de prepararla solución para galvanizar, mezcle medio galón
de la solución concentrada y medio galón de agua destilada.
Cuelgue ahora planchas de cobre puro de las barras de sostén para
los ánodos, las cuales van conectadas al borne positivo, según
puede versé en la figura 1. Vierta ahora la solución en el
voltámetro. Se obtendrán mejores resultados manteniendo la
temperatura entre 26 y 32 grados centígrados, lo que puede lograrse
calentando aparte una cierta cantidad de la solución y volviéndola
a verter en el recipiente, o usando el baño de María representado
en la figura 2. |
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La solución cuya preparación se indica abajo
se utiliza en el cobreado previo de objetos de acero |
Una vez cobreado el objeto, se lo niquelea utilizando una
solución que se prepara como se puede ver abajo |
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Después se suspende el objeto que se ha
de galvanizar, limpiado en la forma indicada, de la barra central (este
conjunto forma el cátodo). Graduando el reóstato, mantenga
la tensión entre 4 y 6 voltios, y observe la forma ligeramente, si
comprueba que la capa resulta de grano grueso o áspera. Otra manera
de regular el proceso de formación de la capa consiste en variar
la corriente con arreglo al área del objeto. Por cada 10 pulgadas
cuadradas de la superficie de éste corresponde una corriente de 1
amperio de intensidad. Así, si se trata, por ejemplo, de una pequeña
bandeja de 8 pulgadas de largo y de una anchura media de 3 pulgadas, esto
es, de 48 pulgadas cuadradas de superficie, la corriente tendrá que
ser de 5 amperios, aproximadamente. Con esa intensidad, el proceso de galvanización
durará 40 minutos. Si después va a niquelar el objeto, sáquelo
del electrólito y enjuáguelo cuidadosamente. Colóquelo
a continuación en la solución de níquel, sin tocarlo
con las manos ni dejarlo secar, pues, de lo contrario, será preciso
laquearlo.
Niquelado
La solución para niquelar se prepara (ver figura 11) vertiendo fluoborato
de níquel en agua y agregando después carbonato de níquel,
revolviendo simultáneamente con una paleta de madera, para que se
disuelva. Cuelgue luego el objeto de la barra central (cátodo) y
gradúe el reóstato hasta conseguir que la tensión sea
de 2 ó 3 voltios. Aumente o disminuya el voltaje según sea
necesario.
Cromado
La solución de cromo se prepara disolviendo ácido crómico
(53 onzas) en una cantidad de agua suficiente para que el volumen total
resulte de un galón. Una vez disuelto el ácido crómico,
añada 8 centímetros cúbicos de ácido sulfúrico
concentrado. Tanto el ácido crómico como el sulfúrico
son muy corrosivos. Manipúlelos con sumo cuidado. Caliente
la solución hasta 37 grados centígrados. Use ánodos
de acero común. Suspenda el objeto de la barra central y cubra el
conjunto con varias hojas de papel de diario antes de conectar el circuito.
Regule el reóstato para que la tensión sea de 4 voltios. Después
de 10 ó 15 segundos. interrumpa la corriente y verifique si se está
formando la película de cromo; si así no fuera, regule la
tensión hasta conseguirlo, manténgala constante, lo mismo
que la temperatura, a partir del comienzo de ese proceso. Transcurridos
de 3 a 5 minutos, retire el objeto. enjuáguelo, séquelo y
púlalo con la rueda bruñidora de algodón.
(Continuará) |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 19 -
Agosto 1956 - Número 2
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