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Madera Fina de su traspatio - Por Walter E. Burton
Madera Fina de su traspatio - Por Walter E. Burton Madera Fina de su traspatio - Por Walter E. Burton
LA SELECCION de maderas vistosas que resultan ideales para torneados pequeños, tales como mangos para herramientas y proyectos similares, puede hacerse a menudo en el propio traspatio. La madera del manzano o del cerezo produce acabados bellísimos y es muy apropiada para tornear y tallar novedades pequeñas. Los troncos de algunos rosales, al ser de madera dura y veta cerrada, son igualmente excelentes como mangos de herramientas. La madera de la catalpa, cuando es relativamente blanda, posee una veta interesante.

A menudo. las ramas muertas de un árbol o arbusto están lo suficientemente secas para poder usarlas de inmediato, pero en algunos casos, la madera tendrá que secarse antes de acometer la labor..Para secarla, quite la corteza de las ramas y almacene la madera en lo alto de un garaje o sótano, libre de humedad. Pinte cada extremo de la pieza con asfalto para impedir que se agriete. Después de unos meses de estar expuestas al aire, las piezas estarán listas para trabajarlas.

La espátula que se muestra en el grabado de la derecha es un ejemplo de lo que puede hacerse con madera que crece en su propio jardín. En este caso, el mango ha sido hecho con madera del tronco de un rosal. Primero se cepillan las partes de madera hasta aplanarlas por un lado, y se rebajan por el otro. A continuación se fijan a cada lado del vástago de la espátula y las tres partes se perforan a la vez para acomodar tres remaches de cabeza plana. Los agujeros en las partes de madera se abocardan ligeramente para acomodar las cabezas de los remaches y rebordes que se han de martillar. Se usa una lima para hacer que los remaches queden al ras en la madera y, finalmente, el mango se rebaja a la medida que se desea utilizando papel de lija. Una capa de pintura seguida de dos de barniz claro y un bruñido cuidadoso, harán resaltar la belleza de la madera.

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 4 - Marzo 1949 - Número 3


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus