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Para el Soldador - Febrero 1958
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Para que una soldadura a mano
resulte firme y duradera, se requiere que las superficies de contacto
estén químicamente limpias y que sean calentadas
uniformemente hasta la temperatura correcta. En cuanto a los
procedimientos que han de utilizarse, dependen en gran parte del tipo
de pieza que se suelde, de su tamaño y del número de
soldaduras independientes que sean necesarias para completar el
trabajo. Mediante fundentes y abrasivos manuales que eliminan el
óxido, se logra que las superficies queden químicamente
limpias. Con frecuencia la naturaleza del trabajo permitirá
desgastar la superficie y colocar el fundente en una sola
operación. Ha de usarse un soldador de tamaño suficiente
para calentar rápidamente la pieza a la temperatura debida. El
calor se concentra graduando la llama.
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 22 - Febrero 1958 - Número 2 |
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