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Estás leyendo parte de la revista de Agosto de 1960
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UN OJO nos observa desde el espacio.
Ya hemos alcanzado el grado de desarrollo necesario para llevar a cabo un
cuidadoso escrutinio de nuestro planeta desde un punto ventajoso. Pronto
tendremos fotos que nos muestren toda la Tierra, solitaria y majestuosa,
navegando por los cielos como una gigantesca nave espacial, que ostenta
grandes masas de agua, continentes, vegetación, y enormes formaciones
de nubes.
Ahora es posible que los habitantes de la Tierra comprendan en su integridad
el fenómeno de las arremolinantes nubes que ascienden a gran altura
sobre toda la redonda superficie del planeta. Las predicciones meteorológicas
han sido siempre inciertas por el hecho de que no se conocía la completa
distribución de las nubes. ¿Cómo es posible que el
hombre haga pronósticos exactos acerca de algo cuyas causas no se
conocen totalmente? En la actualidad, gracias a los satélites que
pueden hacer observaciones del tiempo, los meteorólogos tendrán
ante sí la entera imagen de las nubes, la dirección que llevan,
y les será posible saber si habrá lluvias, nieve, o si los
días venideros serán radiantes y luminosos. Ya se han televisado
cientos de vistas a la Tierra, desde la cámara que gira en torno
nuestro, y estas vistas muestran zonas de las Américas, partes de
Europa y Asia, el Golfo de San Lorenzo, esa bota que constituye la península
itálica, el Mar Rojo y el Nilo. Hace muchos años, cierto guerrero
de la Tierra, llamado Napo1eón, levantó la vista hacia la
gran Esfinge y se hundió en profundas reflexiones sobre su perduración.
Ahora, el hombre puede contemplar, desde lo alto, ese monumento milenario,
Como también muchas otras obras hechas en la Tierra, y verlas en
sus verdadera perspectiva. ¿Son imperecederas? ¿Merecen nuestra
admiración? ¿O es tal vez mejor que se hallen escondidas por
las nubes?
Si bien el satélite TIROS, el primero que existe con fines meteorológicos,
es muy eficaz, su aptitud para tomar fotografías está limitada
por dos razones: sus cámaras no captan el suficiente número
de detalles (en el primer TIROS, falló la cámara para fotos
a Corta distancia, y las mejores vistas que ha tomado dejan mucho que desear
en lo que se refiere a detalles para fines de ampliación) , y el
satélite fué estabilizado de tal modo que sus cámaras
apuntan a la Tierra solamente en ciertos sectores de su órbita.
Se han diseñado otros satélites meteorológicos con
el fin de que sus cámaras siempre apunten hacia la Tierra.
Debe esperarse, por consiguiente, que los habitantes del mundo conocerán
muy pronto mucho más sobre el fenómeno del tiempo, Como también
sobre lo que se hace sobre el planeta. ¿Será bueno todo lo
que vean? |
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 27 -
Agosto 1960 - Número 2
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