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Estás leyendo parte de la revista de Octubre de 1998
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Al calor del fuego
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Un buen encendedor puede significar
la diferencia entre unos zapatos mojados y unos malvaviscos derretidos.
Probamos 12 modelos. -Fuego, Logró que nuestros ancestros
bajaran de los árboles y se mudaran a las cuevas. Nos trajo
calor, coció los alimentos y alejó a las bestias. Pero
desde que dejamos de encender fogatas en forma tradicional -esto es,
frotando dos varas- hemos dejado de maravillarnos ante el fuego. Cuando
respondemos a la llamada de la naturaleza (digamos bajo un disfraz de
cocinero durante una parrillada o una expedición) descubrimos
que existe un arsenal de productos a nuestro servicio. Pero, ¿en
verdad son útiles para encender fuego?
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 51 - Octubre 1998 - Número 10
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