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Vuelos radicales
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Los
girocópteros están de vuelta en una gran gama de
precios.
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El primer vuelo
en girocóptero es inolvidable. Eres como un rehén
atado a un go-kart desbocado. Te sujetan muy bien con un
cinturón a una especie de silla playera y comienzas a
zarandearte mientras tu vehículo se desplaza sobre el pasto.
El sable que está sobre tu cabeza comienza a girar como un
torbellino. Cuando ves que queda poco espacio frente a ti, das vuelta,
tomas la pista y aceleras. El rugido del motor te hace vibrar. Durante
el despegue, luego de los primeros 60 metros, sientes que te vas a
volcar porque la rueda izquierda se levanta del suelo. En lo que dura
un latido de tu corazón, tu silla se endereza. Comienzas a
volar. |
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 54 - Agosto 2001 - Número 8 |
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