|
Estás leyendo parte de la revista de Junio de 1998
|
Recomienda este artículo a un amigo
|
|
Simpatía por los tímpanos
|
Por Tobey Grumet |
Si acude a un concierto en vivo,
esperará escuchar el mejor sonido. Por desgracia,
eso es sólo un deseo.
Los sistemas de sonido utilizados por grupos en gira son.
cuando mucho, una combinación que genera un sonido
bastante bueno bajo cualquier condición, pero debe cambiar
constantemente. Los Rolling Stones no se conformaron con esta idea
durante su reciente gira "Bridges to Babylon", en especial cuando los
boletos se revendían por miles de
dólares. Así que la
compañía encargada de la gira de los
Stones consultó a Electro-Voice Inc.. y
recurrió a su nuevo Sistema de Bocinas con
Resolución Expandida X-Array.
Con un precio de U.S. $3 millones, X-Array fue calificado
como revolucionario. Su premisa es que la música debe
escucharse igual, sin importar en qué parte del
auditorio se esté sentado. El Xarray también debe
brindar mejor calidad al “aprender” a ajustarse a
cada una de las salas donde se impartirá un
concierto.
Por lo general, mientras más lejos se encuentra de una
fuente de sonido, el volumen disminuirá. Eso se debe a que
las ondas sonoras de alta frecuencia no viajan bien. El sistema
X-Array, al parecer, se olvida de ese principio -y también
de muchas leyes de la física. Durante la gira de los Stones,
el sistema consistió de varias hileras de bocinas acomodadas
en semi-círculo. Para los espectáculos en Nueva
York, se emplearon cuatro conjuntos de bocinas. Las hileras superiores
estaban dirigidas hacia los asientos más lejanos de la
arena, y habían sido programadas con una
ecualización a frecuencias mayores. Las hileras
inferiores, apuntadas hacia los asientos del frente, tenían
un contenido menor de frecuencias. Esto aseguraba
que el sonido no fuera muy brillante adelante y opaco
atrás.
Cada serie de amplificadores, los cuales impulsaban una
hilera de bocinas, tenía su propio procesador
digital que brindaba la llamada
“alineación temporal”. Las
computadoras descubrieron lo que se requería para
ajustar las bocinas para que el sonido fuera
idéntico sin importar el lugar. ¡Y
adiós a los malos asientos!
En efecto, cada hilera de bocinas fue
“movida” espacialmente hacia adelante o hacia
atrás en relación con la distancia
guardada con los asientos, y de acuerdo con la frecuencia de
respuesta y el volumen de la música interpretada. De esta
forma, el sonido llegó a cualquier parte de la arena
exactamente en el mismo momento. X-Array también presume de
haber terminado con otro problema: la ecualización (EQ). Un
nuevo proceso, llamado Separación en Modalidad de Anillo (o
RMD), que consiste en controles de alta tecnología para
bajos y agudos, lo soluciona. La EQ tiende a opacarse
conforme avanza el espectáculo; esto debido a que los
ingenieros revisan el audio en una arena vacía a bajo
volumen. Cuando se aumenta el volumen durante el concierto.
algunas frecuencias se pierden en la mezcla. EI volumen incrementa otro
inconveniente: la resonancia de las bocinas. Durante
un concierto, las resonancias chocan entre
sí y crean ruidos que opacan la música.
X_Array permite que las bocinas suenen igual a frecuencias bajas y con
volúmenes altos. Para cumplir con RMD., Electro-Voice
cambió los materiales del cono colocado dentro de las
bocinas, así como la separación que
existe entre el cono para bajos medios y su marco.
También se añadió un material
esponjoso como aislante.
¿Valió la pena? Después de ver a
Jagger y a la banda por más de dos horas desde la peor
sección del Madison Square Garden, no estoy seguro. El
sonido fue muy bueno, pero todavía no es impresionante.
X-Array todavía tiene mucho por aprender, pero en definitiva
va por el buen camino. |
Clic
en cada página para ver más grande y claro |
|
Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 51 - Junio 1998 - Número 6 |
|
|