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Lectura sencilla -e-ink -tinta-e
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En el futuro, su
revista favorita podría imprimirse en papel
electrónico. |
Por Jim Wilson,
ilustraciones de Doug Chezem |
Una
colección de botellas rojas, verdes y azules colocadas sobre
una repisa en un laboratorio de Nueva Inglaterra podrían
contener los ingredientes para la siguiente revolución de la
imprenta. Los envases contienen tinta. No del tipo ordinario que llena
plumas y prensas de impresión, sino tinta
electroforésica (tinta-e), un liquido con la casi
mágica de aparecer y desaparecer según se
requiera. Al trabajar con circuitos semejantes a los empleados en
beepers, la tinta-e podría cambiar casi todo lo que leemos.
Si es cierto que la tecnología cumple lo que promete, los
periódicos impresos con tinta-e actualizarán sus
encabezados de acuerdo con los últimos boletines. Las
revistas deportivas reportarán los resultados de los juegos
al instante. Y la novela de misterio que tiene en su mesa de noche se
convertirá en una historia de suspenso o de vaqueros cuando
usted lo ordene.
Los libros electrónicos han estado a nuestro alrededor con
diversas presentaciones desde que aparecieron las computadoras
personales. Durante muchos años han existido la biblia en
diskette, la Guía de Referencias Médicas en un
chip ROM, y los grandes libros que no quiso leer en la escuela en disco
compacto. Desde Internet, puede copiar novelas de autores desconocidos
y reportes del gobierno. Sin embargo, a pesar de lo innovador de estas
opciones, leer las pantallas de las computadoras es apenas un poco
más popular que conducir un Edsel o beber cerveza sin
alcohol.
Los expertos que han estudiado el tema dicen que el problema
está en el ojo del receptor, o más bien en su
mente. Investigadores de MIT creen que el cerebro responde de forma
diferente a la información que aparece sobre
páginas impresas y a la información desplegada
sobre pantallas de computadora. Las palabras e imágenes
impresas con una posición fija sobre una hoja de papel
pareen atraer instintivamente a la parte del cerebro encargada de los
“mapas espaciales”. Quizá la haya
ocurrido que, a buscar un dato, ha abierto un libro de texto o un
manual en la página exacta y lee el párrafo
preciso que necesita consultar. Existe un factor -y los especialistas
no saben exactamente cuál- en el papel que nos ayuda a
relacionar ideas con espacio físico. En contraste, las
pantallas de las computadoras que presentan información que
no permanece fija, parecen ocultar al cerebro algunas claves visuales y
táctiles que nos ayudan a conservar conocimientos nuevos.
La tinta-e promete combinar lo mejor de los medios nuevos y viejos al
presentar información de forma electrónica sobre
una familiar página “impresa”.
“La tinta-e no exige que los lectores se adapten a una nueva
tecnología. Simplemente extiende la funcionalidad del
gustado hábito de leer periódicos, libros y
revistas”, afirma Kenneth A. Bronfin, vicepresidente del
departamento de nueva tecnología y medios de Hearst.
Hearst -compañía editora de libros,
periódicos y revistas a nivel mundial- está
interesada en la tinta-e debido a su potencial para reducir costos de
impresión y papel. Con este fin se ha unido a la empresa en
electrónica Motorola, a la compañía de
agencias publicitarias Interpublic, y otras empresas para financiar con
U.S. $15.8 millones a E Ink Corp. De Cambridge, Massachusetts, con tal
de que lleve su revolucionario producto al mercado. “De tener
éxito, se convertirá en una de las
tecnologías más importantes de la
próxima década”, afirma Bronfin.
No más imprentas
La primera hoja de papel auto-imprimible fue creada en el Centro de
Investigaciones Xerox de Palo Alto, California, por Nicholas K.
Sheridon. A fines de la década de los setenta, Xerox buscaba
alternativas para facilitar la relación entre computadoras y
personas. Entre ellas, se incluyó adherir millones de
pequeñas esferas de plástico sobre un delgado de
trozo de hule. Cada esfera era blanca de un lado y negra del otro.
Actuaban como pixeles. Activar un campo eléctrico ubicado
bajo un pixel hacía que se elevara de su espacio, girara y
regresara. Al girar muchos pixeles al mismo tiempo, el dispositivo
Gyricon de Sheridon creaba letras semejantes a una matriz de punto. Era
inteligente, pero impráctico. Xerox lo archivo en una repisa.
Adelántese 15 años, a 1993, y diríjase
a la Universidad Stanford, donde Joe Jacobson busca un problema con
qué entretenerse. Decide ocuparse con la idea de papel
auto-imprimible. Aprovechando sus conocimientos en física
cuántica, piensa en utilizar millones y millones de
microcápsulas. Cada una tendría el
tamaño de una partícula de toner empleado en
fotocopiadoras e impresoras láser. Durante los
días posteriores diseña un sistema que
utilizará microcápsulas transparentes, llenas con
partículas blancas y a color. Una descarga de
corriente eléctrica provoca que las microcápsulas
se separen según sus colores. La activación
selectiva produce marcas azules sobre un fondo blanco.
E es por electroforesia
La “E” significa "electroforesia". Y esa palabra
explica cómo Jacobson planea revolucionar las impresiones.
La electroforesia es una técnica común
de análisis químico en la cual una
carga eléctrica provoca que las
moléculas se muevan dentro de un gel. Las
moléculas se separan de acuerdo con su peso y permanecen en
sus nuevas posiciones hasta que otra descarga las impulse de
nuevo. En un segundo, las microcápsulas muestran
su lado blanco. Una descarga después, un conjunto de pixeles
se torna azul. La página permanece así hasta que
necesita cambiarse. Entre cambios no existe
pérdida de potencia.
Las microcápsulas de tinta-e son rellenas con esferas
aún más pequeñas de
bióxido de titanio. La mitad son blancas y las
demás son coloreadas de negro. “Las
partículas negras y blancas poseen movimientos
distintos", reportó el equipo para la prestigiada revista
Nature. Cuando el electrodo superior adquiere una carga
positiva. las micropartículas blancas negativas se dirigen
hacia él, borrando cualquier impresión.
Para fines de l997, la tinta-e tenía una
presentación del grueso de una tarjeta de
crédito y tinta roja, verde y azul para atraer a los
posibles inversionistas. Lo anterior. y la información que
sugiere que podría trabajar en temperaturas que
vayan de -20° a 70°C motivaron a Jacobson a
efectuar una predicción atrevida. “Este
sistema podría cumplir con las necesidades
prácticas del papel electrónico.”
Más grande y
más pequeño
Desde que inició el trabajo con la tinta-e. se ha
aumentado su contraste y se ha hecho 15 veces más
brillante. En otras palabras, es más
fácil de leer. También ha mejorado el invisible
enrejado conductivo que activa las microcápsulas. Y
ha adelgazado el substrato del grosor de una tarjeta de
crédito a un punto donde comienza a comportarse
como papel. Los planes para transportar las maravillas del
laboratorio al mercado se dividen en etapas. Los responsables
piensan elegir un mercado donde E Ink resulte útil. Se cree
que los primeros productos serán señalamientos
viales de 60 x 60 cm, que podrían ser seguidos por
anuncios espectaculares.
Sin embargo, los proyectos futuros para la tinta_e no se limitan a
señalamientos grandes. La ventaja de escribir
letras grandes es que se necesita activar unas cuantas
microcápsulas por pulgada. Para letreros en vidrieras y
espectaculares. basta con 10 microcápsulas por
cada 2.5 cm. En cambio, la impresión fina requiere
de un control preciso del movimiento de las esferas dentro de las
microcápsulas. El reporte de Nature parece indicar
que éste será el siguiente objetivo.
Algunos experimentos sugieren que podría presentarse
información un una resolución de 600 dpi (puntos
por pulgada, cantidad semejante a lo que logran muchas impresoras de
oficina) al emplear un electrodo continuo. Éste se
obtiene al recubrir poliéster con una capa de
óxido de hojalata de indium transparente. El juego anterior
de electrodos fue impreso con una tinta polimérica
plateada.
Otra adaptación consistiría en reemplazar el
electrodo continuo con una fina red de líneas
conductivas permitirá activar
microcápsulas individuales. Cuando esto ocurra, la
tinta-e alcanzará una resolución cercana a los
1200 dpi.
Este es el punto en el que la tinta-e podrá
literalmente imprimir dinero, al reproducir las
imágenes de alta calidad que los lectores esperan
hallar en las mejores revistas. E Ink prevee una
distribución electrónica del contenido. tal vez
sobre la infraestructura de páginas ya existente.
Dicha resolución también convertiría
en realidad el sueño que motivó la
investigación
de Jacobson: una biblioteca universal contenida en un solo
libro. Ya se ha obtenido un drive cuya densidad de
información pueda reunir 10trillones de bytes de
información con ritmos de transferencia de
información de 1.2 megabits por segundo, afirma
Jacobson. Calcula que utilizando una ligera
compresión de datos. Los 20 millones de
volúmenes propiedad de la Biblioteca del Congreso
podrían reunirse en un dispositivo de tamaño
semejante al de un modem PCMCIA para una computadora laptop. Es
imposible, con dichas premisas. imaginar cuál
será el verdadero alcance de la tinta-e.
Con promesas como la anterior no es difícil
comprender por qué la tinta-e ha capturado la
imaginación de la industria editorial.
“el desarrollo exitoso de la tecnología de
tinta-e podría tener un impacto considerable en la
forma en que producimos muchos de nuestros libros.
periódicos y revistas”, afirma Bronfin. Cuando eso
ocurra, esta revista estará entre las primeras de
la lista. “Debido a su contenido y a los intereses de sus
lectores. Mecánica Popular sería una de nuestras
primeras opciones para publicación con tinta-e". concluye. |
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 51 - Noviembre 1998 - Número 11 |
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