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La ciencia en el mundo -Enero 1980
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Por Gurney Williams III |
Más
sobre el accidente del DC 10
La exclamación de horror de un empleado de mantenimiento, al
observar la caída de ese avión DC el 25 de mayo
del pasado año, ayudó a los investigadores a
reconstruir los segundos finales de ese vuelo de la American Airlines.
“¡oh, Dios mío!”, dijo el
hombre ante un micrófono dentro de su camión en
el aeropuerto O'Hare de Chicago. Luego les dijo él a los
investigadores de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de los
Estados Unidos, que lanzó ese grito en el instante mismo en
que el extremo delantero del avión chocó contra
el suelo. El accidente, el peor desastre aéreo que ha
ocurrido en los Estados Unidos, hizo perder la vida a 274 personas.
Su voz fue transmitida a una torre de control, donde se
grabó en una cinta que registraba todas las llamadas,
conjuntamente con una indicación de la hora a intervalos de
un segundo. El grito de angustia permitió al investigador
Paul Turner determinar, con un margen de error de apenas un segundo, la
hora en que el avión se estrelló. A base de esa
información, él y la investigadora, doctora Carol
Roberts, decidieron analizar con mayor minuciosidad la cinta de
grabación del vuelo de tipo digital que pudo recuperar entre
los retos del avión accidentado.
Al principio, Turner y la doctora Roberts habían
creído que la registradora de información
misteriosamente había dejado de funcionar antes de
estrellarse el avión. Pero las nuevas investigaciones de
Turner para averiguar el tiempo que el avión
había permanecido en el aire demostraron que la grabadora de
vuelo funcionó bien. Estaba conectada y captando
información sobre los sistemas del avión durante
el mismo período de tiempo en que permaneció el
DC 10 en el aire.
La doctora Roberts dijo a MP que su más reciente estudio de
las cintas mostró que el avión
ascendió a una altura mayor de 300pies (91,44m), o sea, una
altura mucho menor de lo que se creyó al principio, antes de
precipitarse a tierra. Pero antes del impacto, efectuó un
giro de 117°. Pareció recuperarse ligeramente en el
último medio segundo, dijo la doctora Roberts, pero esta
recuperación puede reflejar el contacto inicial del ala
izquierda con el suelo.
Se ha utilizado la información obtenida de la grabadora para
ayudar a los pilotos a reconstruir el desastre en una simuladora.
Potente microscopio de electrones
Los puntos dispuestos en hileras que pueden verse en la foto de arriba
son átomos de oro magnificados por un nuevo microscopio de
electrones que hay en la Universidad de Cambridge.
Se requieren ocho años y aproximadamente dos millones de
dólares para construir el nuevo microscopio el cual rivaliza
con varios instrumentos semejantes de alta resolución que se
han desarrollado en el Japón.
El modelo británico obtiene su fuerza de un generador de 600
kilovoltios, lo suficientemente potente para proporcionar
imágenes claras en una pantalla, a aumentos hasta de
500,000. Los científicos de Cambridge actualmente
están empleando el dispositivo para la inspección
de materiales. Pero es posible que en el futuro puedan obtener
imágenes de las estructuras atómicas de
moléculas biológicas.
Eliminación de
“estática" quirúrgica
Durante años los cirujanos han estado utilizando corriente
de alto voltaje para atravesar tejidos en las operaciones del
corazón, el esqueleto y el cerebro del hombre. Esta
técnica, conocida como electrocauterización,
cierra los vasos sanguíneos para impedir que sangren.
Desafortunadamente, el exótico bisturí de
cauterización también transmite una gran cantidad
de ondas radiales a través del cuerpo del paciente. Y esta
estática, de acuerdo con el doctor William New, del Colegio
de Medicina de la Universidad de Stanford, crea interferencias en los
dispositivos utilizados para vigilar el funcionamiento del
corazón y otras funciones vitales.
Ahora el doctor New y un grupo de investigadores de Stanford han
desarrollado dispositivos computarizados para eliminar la
estática. El dispositivo capta la señal del
electrocardiograma del paciente, la cual mide las concentraciones del
corazón al tiempo que elimina las interferencias.
De aquí a dos años se colocará el
dispositivo en el mercado.
Depuración del
carbón
Las investigaciones gubernamentales sobre la conveniencia de utilizar
el carbón en substitución del petróleo
han hecho resaltar un nuevo problema. Los dispositivos en sí
que emplean para controlar la contaminación en las plantas
de fuerza que utilizan carbón pueden contaminar el aire.
Los investigadores del Laboratorio de Física y
Química Atmosférica del Departamento de Comercio
de los Estados Unidos en Bouler, Colorado, investigaron el efecto
producido por las precipitaciones electroestáticos. Estos
dispositivos establecen un campo de alto voltaje dentro de las
chimeneas, cargando instantáneamente las
partículas de ceniza que salen de la chimenea. Casi todas
las partículas de peso mayor son atraídas
entonces a una placa de carga positiva, antes de escapar al aire.
El problema con ciertos precipitadores es que algunas
partículas pequeñas se evaden de la placa y crean
una nube de carga negativa por encima de la planta de fuerza. Esta nube
podría afectar la lluvia y también la vida animal
y vegetal.
Un vocero del Departamento de Energía de los Estados Unidos
dijo que dicho departamento no tenía conocimientos de este
estudio, pero aclaró que la nube en cuestión no
representaba ningún peligro para el ambiente. “A
la Madre Natura le gustan las partículas
negativas”, dijo dicho vocero. |
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 33 - Enero 1980 - Número 1 |
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