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Limpieza del aire a bajo costo
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Por John Toon |
Una encuesta aplicada a 500
fabricantes estadounidenses detectó que el costo de la
aplicación del control para emisiones de aire bajo las
nuevas regulaciones era más bajo que lo estimado
por la industria. El Instituto de
Tecnología de Georgia compiló un examen
de los costos bajo el Título V de las
enmiendas realizadas al Decreto de Aire Limpio.
El estudio produjo además un resultado sorprendente: tres
cuartas partes de las compañías que
respondieron notaron importantes beneficios económicos en
las nuevas regulaciones.
El titulo V exige a empresas que emiten ciertas cantidades de
contaminantes atmosféricos documentar sus fuentes
de emisiones, equipo de control de la
contaminación del aire, y los requerimientos de
regulación en un solo documento. Al proveer una
fuente centralizada de información, las metas legislativas
eran ayudar a los reguladores a imponer los
estándares de calidad del aire, auxiliar a las
empresas a entenderlas y acatarlas, y ayudar a la obediencia
ciudadana.
“Antes de que el Título V fuera implantado. los
directivos de las empresas se preocupaban por los costos de
la ley, sin beneficio para ellos", señaló el
Dr. Barry Bozeman, cabeza del estudio. "Pero los resultados
del estudio muestran que no es el caso. Contrariamente a
lo que se pensaba. los costos eran modestos y las
compañías que acataban la ley le
encontraron aspectos positivos.”
Los directores corporativos medioambientales que respondieron a la
encuesta reportaron que sus empresas gastaron un promedio de U.S.$113
por empleado para aplicar los permisos de
emisiones. Para una compañía con un
promedio de 566 personas. se traduce en U.S. $63,958 por
instalación. Aplicar estos costos a las 20,000
instalaciones que se estima están cubiertas por el
Título V sugiere que el monto total nacional será
de U.S $ 1.3 miles de millones. Estos números son
más bajos que los estimados por un grupo industrial,
señala Leisha DeHart-Davis. coautora del estudio e
investigadora asociada en el Laboratorio de Calidad del Aire del Tec
de Georgia. Un reporte de abril de 1999 dado a
conocer por la firma Morgan, Lewis & Bochius. LLP. de
Washington, estimaba que en promedio la empresa gastaría
unos U.S. $l00,000 por instalación. con un toral de U.S. $2
mil millones por las 20,000 instalaciones.
EI estudio del Tec de Georgia, patrocinado por la Agencia para la
Protección Ambiental ( EPA. por sus siglas en
inglés), otorga una medida directa de los costos
de aplicación de los estándares para las
fábricas. DeHart-Davis advierten que los costos reportados
son un “blanco móvil”, pues el trabajo
permitido continúa en algunos casos -aunque un 97% de los
encuestados habían archivado aplicaciones mientras se
realizaba el estudio.
Los costos directos más significativos fueron para
los asesores externos, pero también incluyen tiempo del
personal de la compañía y gastos para
nuevos sistemas administrativos. “Dado el alboroto en cuanto
al establecimiento del Título V. pensamos que las
compañías tendrían algo que
decir”, puntualizan DeHart-Davis.” Pero por el
contrario. terminaron considerando benéficos
algunos de los objetivos de la legislación
original, como un escudo permisivo que les protege de la
coacción durante el proceso de aplicación y una
flexibilidad operacional que les permite efectuar cambios de
operación sin necesidad de licencias por
revisión.”
La encuesta produjo información conflictiva al preguntar si
el Título V había alentado la adopción
de nueva tecnología o técnicas de
prevención de la contaminación. Los funcionarios
de regulación estatal opinan que las nuevas regulaciones
habían traído algún cambio en esta
área, aunque el 68% de las empresas que aplican el tipo
más sencillo de estándares reportó el
uso de tecnología para limitar las emisiones. Esta
discrepancia puede deberse al hecho de que las empresas optan por
tecnología ya existente en lugar de innovar para reducir
emisiones, señalan DeHart-Davis.
Simultáneamente, se realizó una
reunión de científicos de todo el mundo
en Atlanta para determinar cuál es la
mejor forma para medir las partículas suspendidas
que contaminan el aire a nivel mundial. en especial en
áreas urbanas.
Las partículas suspendidas han sido relacionadas
con numerosos problemas de salud. Las partículas
finas (llamadas PM 2.5, porque miden menos de 2.5 micrones de
diámetro) incluyen polvo. aerosoles y metales que son
emitidos por vehículos y fábricas.
Contribuyen de forma importante a la generación del smog,
tan común en las grandes ciudades.
“Tratamos de determinar cómo medir la
concentración de partículas suspendidas y
cuáles son los instrumentos más
capacitados para ello", afirmó William Chameides. profesor
del Instituto de Tecnología de Georgia.
Chameides espera, asimismo, determinar si la
producción de ozono y la de PM 2.5
están relacionadas químicamente. Ambos
son contaminantes secundarios, lo que significa que no son
emitidos directamente hacia la atmósfera sino
generados por reacciones químicas.
“El posible que controlar un contaminante sin confrontar el
otro sólo empeore las cosas". comentó Chameides. |
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 53 - Febrero 2000 - Número 2 |
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