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La búsqueda de agua por intuición
desafía a los escépticos
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Por Jim Wilson |
Usualmente, el límite
entre ciencia y ciencia-ficción es tan claro como
las diferencias entre el noticiario y “Los
Simpson”. Donde la línea no es tan precisa. se
originan muchos debates. Uno de los más duraderos
tiene como tema principal la búsqueda de agua por
intuición. una supuesta intuición que permite
que la gente perciba la ubicación de agua
subterránea al emplear una rama con forma de
horquilla. un péndulo o un par de alambres
plegados. No existe una razón científica que
sustente el funcionamiento de esta técnica. pero trabaja lo
bastante bien como para mantener la práctica con
vida.
Al igual que las abejas -que según algunos
científicos no deberían volar por su
falta de aerodinámica- los buscadores de agua no permiten
que los escépticos acaben con su
tradición. De hecho, sus filas están aumentando
cada vez más. Hace 40 años, 50
buscadores y curiosos efectuaron una convención
nacional que duró un día. Esa reunión
llevaría a la creación de la Sociedad
Americana de Buscadores de agua (www.newhampshire.com/dowsers.org), que
ahora cuenta con 4,200 miembros. A menos de que considere a la
búsqueda de agua por intuición como otro tema
medieval que se puso de moda, observe con atención el dibujo
del siglo XVI que ilustra este artículo. Los hombres
vestidos como mineros sujetan el mismo tipo de horquilla que los
buscadores actuales continúan empleando.
La Revista de Exploración Científica, publicada
por la Universidad de Stanford, acaba de presentar
información que sugiere que los buscadores de agua
podrían tener razón. El proyecto fue auspiciado
con la esperanza de localizar abastecimientos de agua potable
en países del Tercer Mundo.
Los investigadores analizaron los éxitos y fracasos de
los buscadores al intentar localizar agua en más
de 2,000 puntos de las áridas regiones de Sri Lanha, Zaire,
Kenya. Namibia y Yemen durante una década. Los
investigadores reunieron expertos en geología con buscadores
experimentados y evaluaron los resultados. No siempre hallaron agua,
pero su índice de éxito fue sorprendente. En Sri
Lanha, por ejemplo, taladraron 691 agujeros y encontraron
líquido en el 96%.
“En cientos de casos, los buscadores lograron predecir
la profundidad de la fuente”, afirmó
Hans-Dieter Betz. físico en la Universidad de
Munich que encabezó el grupo de investigación.
“Las estadísticas superan por mucho a la buena
suerte.” Aún más. casi todos los puntos
en Sri Lanka se situaron en regiones donde la posibilidad de
encontrar agua era muy pequeña. En respuesta a las
críticas, Betz destaca que las fuentes
subterráneas se encontraron a más de 10 metros
de profundidad y eran tan estrechas que. de haber taladrado
a un metro de distancia. hubieran hallado solamente tierra.
A pesar de los resultados, la opinión de los
escépticos no ha cambiado. Prefieren estudiar la
búsqueda por intuición bajo condiciones
más controladas. Anticipando las críticas, los
investigadores alemanes cotejaron el trabajo de campo con experimentos
en el laboratorio, en los cuales solicitaron a los buscadores detectar
tuberías llenas de agua en el interior de un
edificio. Los resultados fueron decepcionantes, lo que
permitió que los escépticos reafirmaran su
postura. Betz. en cambio, considera la diferencia como un elemento
importante. Afirma que se presentan sutiles variaciones
electromagnéticas cuando las fisuras naturales y
mantos acuíferos alteran las propiedades
eléctricas de las rocas y del suelo. Los buscadores, piensa,
pueden percibir las variaciones e inconscientemente mueven sus
horquillas. péndulos o alambres hacia ese punto.
Existe mucha evidencia que indica que los seres humanos son
capaces de detectar pequeñas cantidades de
energía. Todas las criaturas que tengan ojos pueden percibir
cantidades extremadamente pequeñas de energía
electromagnética. Betz no ofrece teorías sobre
cómo los buscadores adquieren tales habilidades y prefiere
especular en base a la información con la que cuenta.
“Después de una década de
investigación estoy seguro de algo”, afirma.
“Una combinación de buscadores de agua y
técnicas modernas será más exitosa y
menos costosa de lo que creemos.” |
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 52 - Enero 1999 - Número 1 |
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