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Estás leyendo parte de la revista de Marzo de 1956
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CON UN POQUITO DE INGENIO una grabadora de cinta puede tener una variada
y eficaz aplicación en el hogar.
Tomemos, por ejemplo, el caso de una señora que vive en Detroit,
quien ha utilizado su grabadora para preparar un rollo con los cuentos predilectos
que lee a sus hijos a la hora de acostarse. Cuando tiene que salir con su
esposo por la noche, la persona que se encarga de los niños toca
la cinta y ellos escuchan la voz familiar de la madre leyendo los mismos
cuentos que escuchan todas las noches.
Y cuando los padres tuvieron que viajar, se grabaron previamente rollos,
con historias que los niños no habían oído nunca acompañadas
de unas cuantas recomendaciones e instrucciones oportunas. En esta forma
la ausencia de la madre en el hogar nunca se dejó sentir completamente,
y cada vez que se tocaban los rollos, los niños percibían
su presencia.
Otro caso, es el de cierta señora que cansada de las rencillas y
disputas de sus dos hijos menores, decidió, un buen día en
que se desarrollaba una de las acostumbradas trifulcas, inmortalizar en
el celuloide los gritos, protestas y chillidos de los contendientes; pero
sin que estos se percataran. Cuando poco después la madre tocó
el rollo, los niños se dieron cuenta de lo tonta que había
sido la discusión. y ahora cuando surgen algunas desavenencias, y
empiezan a caldearse los ánimos, es suficiente mencionar la grabación
para que el tono de las voces comience a suavizarse, y en muchos casos la
disputa termina.
Una grabadora de cinta es utilísima como un medio autodidacto de
primera clase en el aprendizaje o mejoramiento de varios tópicos.
Hay personas que se valen de una de estas grabadoras para reordenar :un
discurso, y les sirve de crítico severo especialmente en lo que se
refiere al tono que debe usarse en cada parte, a las pausas y al control
de la voz.
Una señora de ll1inoisf:ué elegida presidenta de un club,
y se sintió presa de pánico cuando le solicitaron dar una
charla. De inmediato,. tomó un curso de oratoria, y todas las tareas
que le asignaron las grabó en una máquina. Oyendo su propia
alocución, pudo mejorar el tono de su voz, y, lo que es más
importante, fue perdiendo poco a poco su nerviosidad, hasta adquirir la
necesaria confianza.
Los feligreses de una parroquia de Cleveland han organizado pequeños
grupos que se reúnen semanalmente para discutir varios problemas
de índole religiosa. Como quiera que el párroco no está
presente, a menudo surgen puntos que quedan sin solución; pero muchas
de las discusiones se graban, el párroco las oye posteriormente,
y resuelve las dudas en el curso de sus sermones.
En nuestra casa, la máquina grabadora es una fuente inagotable de
entretenimiento. Una de las mayores diversiones que tienen nuestros hijos
es grabar sus canciones y chistes favoritos al igual que uno o dos anuncios
comerciales. Se ha dedicado un rollo exclusivamente con éste fin,
y los niños lo utilizan sólo cuando nosotros estamos presentes.
Aunque sólo se han mencionado unas cuantas formas útiles de
cómo usar en el hogar una grabadora de cinta, las posibilidades son
prácticamente infinitas. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 18 -
Marzo 1956 - Número 3
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