|
Estás leyendo parte de la revista de Febrero de 2002
|
Recomienda este artículo a un amigo
|
|
Un planeta con atmósfera
|
Información provista por
la NASA |
Por medio del Telescopio Espacial
Hubble, un grupo de astrónomos hicieron el primer
análisis de la atmósfera de un planeta que se
encuentra fuera de nuestro sistema solar. Sus extraordinarias
observaciones sirvieron para demostrar que es posible medir la
composición química de las atmósferas
de los planetas extrasolares. Esto potencialmente serviría
para buscar indicios químicos de vida fuera de la Tierra.
El planeta gira alrededor de una estrella amarilla similar al Sol,
llamada HD 209458, que es de séptima magnitud (visible con
un telescopio amateur) y se encuentra a 150 años luz de
distancia en la constelación otoñal de Pegaso.
Los datos de la atmósfera del planeta se recogieron cuando
éste pasó frente a su estrella madre. Esto
permitió que los astrónomos observaran la luz de
la estrella filtrándose a través de la
atmósfera del planeta.
David Charbonneau, del Instituto de Tecnología de
California, Timothy Brown, del Centro Nacional para la
Investigación Atmosférica de Boulder, y un grupo
de colegas suyos utilizaron el espectógrafo del Hubble para
detectar la presencia de sodio en la atmósfera del planeta.
“Esto abre una nueva y emocionante fase de
exploración de planetas extrasolares, en la que podremos
comparar y contrastar las atmósferas de los mundos que se
encuentra alrededor de otras estrellas”. Dice Charbonneau. En
el planeta, los astrónomos encontraron menos sodio del que
se esperaban, lo que los llevó a interpretar que las nubes
que estaban a mayor altitud bloquearon una parte de la luz.
La observación del Hubble no se enfocó a la
búsqueda de gases propios de una atmósfera
adecuada para la vida (situación improbable en un
planeta tan caliente como el observado). No obstante, este
tipo de observación abre una nueva fase en la
exploración de los exoplanetas, dicen los
astrónomos. Estas observaciones podrían ofrecer
la primera evidencia directa de la existencia de vida fuera de nuestro
planeta. Por medio de la medición de gases provocados por
organismos vivientes.
El planeta fue descubierto en 1999 por su baja atracción
hacia la estrella. Se estima que su masa equivale al 70 por ciento de
la de Júpiter: osea, es 220 veces más voluminoso
que la Tierra. Más adelante, los astrónomos
descubrieron que la inclinación de su órbita lo
hacía pasar frente a la estrella, algo único
entre los 80 mundo extrasolares descubiertos hasta ahora. Dado que el
planeta pasa frente a su sol, éste se opaca ligeramente
durante el tránsito. Las observaciones realizadas con el
Hubble y con otros telescopios terrestres confirmaron que el planeta es
primordialmente gaseoso y que presenta pocos materiales
líquidos y sólidos, lo que lo vuelve parecido a
Júpiter y a Saturno.
El planeta es ideal para hacer más observaciones porque pasa
por la estrella cada 3.5 días. Esa cercanía hace
que la temperatura del planeta alcance los 1,100 grados C.
El Hubble hizo cuatro observaciones independientes en
búsqueda de evidencia directa de la atmósfera.
Durante cada tránsito, una pequeña
fracción de la luz de la estrella que pasa por la
atmósfera sale despedida en dirección a la Tierra.
Cuando el STCI analizó el color de la luz, se
detectó la presencia de sodio. Si bien la estrella
también lo tiene. El STCI midió con exactitud la
cantidad del mismo perteneciente al planeta. El equipo planea
mirar con el Hubble hacia HO 209458 en otros colores del espectro para
ver cuáles son filtrados por la atmósfera.
Esperan detectar metano, vapor de agua, potasio y otros
químicos. Una vez que hallen otros gigantes en
tránsito, los científicos evaluarán
las diferencias atmosféricas que existen entre ellos. |
Clic
en cada página para ver más grande y claro |
|
Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 55 - Febrero 2002 - Número 2 |
|
|