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¿Presa de las máquinas?
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Información provista por
la Universidad de Michigan |
Se acerca, ¿pero
cuándo será? De Gary Kasparov a Michael Crichton,
tanto la realidad como la imaginación parecen indicar la
proximidad de un duelo entre hombre y máquina. “Es
posible que una computadora adquiera conciencia”, afirma John
Holland, profesor de ingeniería eléctrica y
ciencias de la computación en la Universidad de Michigan.
“Pero por diversas razones, no creo que nos encontremos cerca
de ese momento”.
En la década de los sesenta, Holland creó el
campo de los algoritmos genéticos, un proceso en el cual las
computadoras resuelven problemas al imitar la evolución
biológica. Al adaptar conceptos de selección
natural y reproducción sexual a su programación,
Holland demostró que las computadoras pueden hacer que sus
programas "evolucionen" para resolver problemas complejos en formas que
sus
creadores no comprenden del todo.
Desde entonces, los investigadores han empleado
algoritmos genéricos para
“criar” soluciones ópticas para tareas
como la administración de sistemas para
distribución de energía o el diseño de
motores aeronáuticos eficientes. Pero obtener soluciones
para problemas bien definidos es muy diferente a sintetizar una
conciencia o libre albedrío.
De acuerdo con Holland, el problema con el desarrollo de inteligencia
artificial a través de elementos como los algoritmos
genéticos es que los investigadores no han terminado de
comprender hacia cuáles programas debería
orientarse la evolución. Los seres humanos no evolucionaron
para adquirir inteligencia, sino para sobrevivir. La inteligencia fue
una de las muchas fuerzas que explotaron para lograr su objetivo. Pero
definir una prueba semejante para las máquinas ha sido
difícil. Por tanto, no es fácil comparar la
evolución de la inteligencia humana con la posible
evolución de la inteligencia artificial. “No
sabemos cómo replicar nuestra programación humana
en una computadora”. explica Holland.
Según Holland, los avances en software no han mantenido el
paso en relación al aumento en el poder de procesamiento del
hardware, y existen muchos problemas sobre inteligencia artificial que
no pueden resolverse con procesar más cálculos.
Aunque el desempeño del hardware sigue
duplicándose casi cada año y medio, el ritmo del
software es de 20 años. “Esto se debe a que el
hardware es un medio para ejecutar programas, pero es el software el
que cuenta.”
También es difícil realizar comparaciones entre
el cerebro y el hardware. Por ejemplo, las mediciones de
“fanout” demuesrran la complejidad del cerebro en
comparación con las computadoras más sofisticadas
de la actualidad. El fanout se refiere al número de
conexiones que un elemento de una red puede tener en
relación con otro. Las computadoras más
sofisticadas tienen un factor de fanout de 10, mientras que el cerebro
humano tiene un factor de 10,000.
Aun así. los adelantos en hardware han ayudado a las
computadoras a realizar algunas tareas al emplear inteligencia
semejante a la de los humanos. En l997, la supercomputadora Deep Blue
de IBM fue la primera máquina que venció a Gary
Kasparov. campeón mundial de ajedrez. En una revancha
reciente, el sucesor de Deep Blue. Deep Junior, obtuvo un empate.
Kasparov dijo que había jugado mejor que la maquina y que,
de haberse tratado de un oponente humano, lo
habría presionado hasta ganar, pero temía que una
máquina incansable lo castigaría por
cualquier error pequeño que cometiera por fatiga.
Los humanos y las computadoras juegan ajedrez de formas diferentes.
Kasparov evalúa dos o tres jugadas por segundo y
confía en su intuición y en sus habilidades para
reconocer patrones (algo que resulta muy difícil
de enseñar a una computadora). Deep Junior calcula
hasta tres millones de jugadas por segundo y consulta una
amplia librería de encuentros pasados y movimientos
posibles. Al confiar en un algoritmo que calcule la
ventaja numérica de cada jugada potencial, la computadora
analiza cuál podría ser el movimiento de su
contrajo.
El salto crucial en la inteligencia artificial será cuando
las computadoras comiencen a pensar como humanos. Este tipo de
inteligencia artificial avanzada involucra el aprendizaje de
habilidades, la adaptación a circunstancias imprevistas
y el empleo de la analogía y la
metáfora. Para lograrlo, los investigadores
necesitan una teoría que dé forma al
campo de la inteligencia artificial. “Estamos en
las primeras etapas de la elaboración de teorías
en cuanto a inteligencia artificial, y las teorías
más avanzadas requieren de décadas de
trabajo”, concluyó Holland. |
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 56 - Abril 2003 - Número 4 |
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