|
Estás leyendo parte de la revista de Diciembre de 1954
|
Recomienda este artículo a un amigo
|
|
|
Descenderá al techo en helicóptero, que guardará
en un hangar privado, y vivirá bajo tierra, según Laszlo |
LA CASA DEL AÑO 2004 |
Por Carson Kerr |
IMAGINESE QUE ES un domingo pletórico de sol del año 2004,
y usted se dirige a casa de los Smith que viven en Atomville, una de las
novísimas ciudades de los Estados Unidos. Hace el viaje en avión
supersónico que después de un tiempo increíblemente
corto de haber despegado comienza a descender hacia el punto de destino.
Esta ciudad del siglo XXI está trazada siguiendo rigurosamente las
líneas de un diseño radial: Las calles forman círculos
concéntricos a partir del centro y todas las casas se parecen entre
sí. Vistas desde el aire, las áreas residenciales tienen la
apariencia de enormes parques urbanos de trazo elaborado, cruzados por carreteras
divergentes que semejan los radios de una enorme rueda.
Poco después de aterrizar la aeronave, transborda usted aun ómnibus-helicóptero
que estaba esperando para conducir rápidamente a los pasajeros del
avión hasta el centro de la ciudad. En el trayecto nota usted que
el tránsito aéreo es mucho más intenso que en la calle
sobre la cual pasa. Una vez en el centro, toma usted un automóvil
de alquiler hasta la casa de los Smith.
Al tocar el timbre de la puerta principal, oye el saludo entusiasta de bienvenida
que le brindan desde el interior de la casa, donde lo han reconocido en
la pantalla del televisor de servicio interno. Por supuesto, esto no le
sorprende en lo más mínimo, ya que ese sistema de redes de
circuitos para imagen y sonido era cosa común allá por el
año de 1970.
Lo que lo deja con la boca abierta es el nuevo sistema de lavar platos que
acaban de instalar. Como quiera que el artefacto es todavía una completa
novedad, la Sra. Smith procede inmediatamente a demostrarle todo lo que
puede hacer con sólo apretar un botón. Después de terminar
de tomar el café que le invitan, la vajilla y los cubiertos se hallan
sobre un mostrador junto a la mesa. En cuanto empieza a funcionar el sistema,
la vajilla desaparece a través de una abertura que hay en la pared.
Pocos minutos después, la Sra. Smith le sugiere pasar a la cocina
para ver los mismos artículos que ahora se hallan limpios, secos,
esterilizados y en perfecto orden en el armario respectivo. La Sra. Smith
manifiesta que este armario, como todo lo demás en la cocina, es
movible y puede elevarse o bajarse con sólo mover una palanca. El
lavador de platos, tipo transportador, puede desplazarse rápidamente
de un tomacorriente a otro y usarse para lavar, clasificar y guardar aun
la porcelana más fina, sin riesgo alguno ya toda velocidad.
Después de hacer una sugerencia acerca de cierta innovación
en la cocina, pregunta Ud. dónde está Bill.
"Está trabajando un día extra esta semana," contesta
ella, "pero no es cosa que le signifique gran molestia. Desde que está
usando el helicóptero para ir y venir de la oficina, ahorra más
de ocho horas por semana. Dentro de 10 minutos estará aquí,
de modo que salgamos a recibirlo."
En espera de que Bill aparezca de un momento a otro sobre la casa, asciende
usted la rampa que conduce al techo. Al mirar a lo largo de la calle se
sorprende de no ver ningún poste que afee o intercepte la vista,
y de que las casas, a juzgar por su tamaño, todas son para una sola
familia. La razón de esto es que el transporte aéreo está
convirtiendo el edificio de apartamentos en algo arcaico, pues cada familia
necesita ahora poseer un lugar para aterrizar.
Los jardines hermosos y hábilmente trazados que hay por todas partes
despiertan su admiración. Le basta una sola mirada para convencerse
que los Smith y sus vecinos han materializado a la perfección el
lema con respecto a viviendas que se oía a mediados del siglo xx
acerca del "riguroso aprovechamiento del terreno." Aunque las
casas están ocultas bajo cubiertas de tierra, estas últimas
se encuentran abiertas por los lados, y los edificios se hallan completamente
rodeados de jardines y campos de césped en forma de bellas terrazas.
Docenas de helicópteros, convertiplanos y otras naves aéreas
surcan el cielo en todas direcciones, mientras observa a un avión
convertible que desciende sobre el techo de una casa de las cercanías.
La Sra. Smith manifiesta que usan su auto principalmente para hacer visitas
en la vecindad, pues rara vez lo manejan fuera de la ciudad.
En conformidad con el horario, Smith hace descender su helicóptero
de seis asientos en el lugar respectivo; sale para darle la mano, y enseguida
lo invita a subir con él al aparato. Con los dos en la cabina, el
helicóptero desciende por la rampa hasta el hangar. Más tarde,
mientras se halla usted conversando, sentado junto a la piscina de natación,
Smith le relata que estuvo apunto de chocar con un convertible en su viaje
de regreso, debido a que el piloto que iba delante de él se olvidó
de hacer la señal respectiva cuando se disponía a descender.
"Fué una fortuna que nuestra nave tuviera un sistema de seguridad
a radar," comentó él. ."Es probable que cualquier
día de estos lo hagan obligatorio para todos." |
|
|
Se ve cómo la sección social está separada
de los dormitorios. El techo se apoya en pilares de hormigón |
El vistazo que hemos dado a algunos incidentes de la vida
familiar del próximo siglo no es un sueño fantástico
y carente de base. Se trata de la autorizada predicción del arquitecto
y diseñador de interiores Paul Laszlo, de California, que marcha
a la vanguardia en muchas de las tendencias modernas de construcción,
y ha anunciado otras con gran exactitud. Este pronóstico es el resultado
no sólo de los 30 años de creciente fama como arquitecto,
constructor y decorador, sino también de los tres años de
estudios y experimentación en los cuales se entrevistó con
fabricantes, jefes de empresas de. transporte, expertos en comunicaciones,
arquitectos y contratistas.
Para algunos, la invención de la bomba de hidrógeno es motivo
de enorme ansiedad; para otros es promesa de una paz estable. La mirada
de Laszlo es de mayor alcance. Ve el comienzo de una era de progreso nunca
soñado, del cual surgirá toda una nueva forma de vida.
"Me imagino la apariencia que tendrán las casas en la edad atómica,"
dice él, "cuando el control del átomo por el hombre constituya
un gran beneficio. Frente a las innovaciones que se lleven a cabo, la casa
Dymaxion y la cúpula geodésica de Bucky Fuller serán
absolutamente arcaicas. Cuando digo que la familia del futuro vivirá
bajo tierra, se me conceptúa de inmediato como un pesimista, políticamente
hablando. Por lo tanto, me apresuro a decir que espero que las cosas tomen
el mejor cariz posible; pero considero que es mejor estar preparado para
lo peor."
"La construcción subterránea no será únicamente
una medida de protección. Comenzando conque el transporte aéreo
será la forma que más se emplee, lo cual a su vez determinará
la eliminación de obstáculos y la abundancia de espacios para
aterrizar. El aumento de la población producirá un gran incremento
en el valor de la tierra y, con el tiempo, se usará un lote de tres
niveles, pues se vivirá bajo la superficie, se aterrizará
encima, y se realizará la mayor parte de los viajes por el aire."
Las teorías de Laszlo no se deben tomar a la ligera, pues su experiencia
y conocimientos lo facultan para predecir el curso que tomen estas cosas
en el futuro. Nacido en Hungría, y miembro de una familia de fabricantes
de muebles, Laszlo tuvo la oportunidad de comenzar a una edad temprana su
carrera como decorador y diseñador. Abrió su primera oficina
en Viena en 1923 y cuando poco después cambió su residencia
a Berlín obtuvo rápidamente gran reputación como diseñador
de edificios comerciales, residencias, interiores y productos industriales,
durante los años anteriores al gobierno de Hitler, cuando Alemania
era el centro mundial de la arquitectura moderna.
Después de emigrar en 1936 a los Estados Unidos, Laszlo continuó
perfeccionando el tipo
de vivienda que había contribuido a originar. Combinaba belleza,
comodidad y sentido práctico, usando materiales relativamente sencillos
y baratos y tendiendo siempre a crear casas de un piso, de planta informal
y con exteriores muy elaborados.
La mayoría de los arquitectos diseñan las casas como meros
edificios: hacen los planos, dibujan los detalles, consiguen un contratista
para que las haga y dejan los interiores a fin de que los dueños
los arreglen a su gusto. Laszlo procede en forma diferente. El lo planea
todo desde el terreno para la construcción hasta el alumbrado, amoblado,
colores y accesorios. Vigila personalmente cada fase y aspecto del trabajo
hasta darlo por terminado.
El predice que la sociedad intensamente organizada de estos vecindarios
del futuro constituirá un escollo al individualismo en lo que se
refiere al terreno, pero que las ventajas obtenidas compensarán dicha
pérdida.
Predice que la casa del futuro tendrá un techo de acero y hormigón
que será el "núcleo mecánico," pues contendrá
una serie de tubos para proporcionar todos los servicios y facilidades necesarias.
Este sistema contará, entre otras cosas, con teléfono, conexiones
de agua y desagüe, más el suministro necesario de energía
atómica, proveniente de una central, para calefacción, luz
y fuerza. |
|
La casa del futuro de Laszlo lleva montantes alrededor. Las
paredes laterales se disponen en ángulo y el interior está
dividido en dos secciones: una que contiene la cocina y el espacio para
comer, y la otra el dormitorio, los baños y los compartimentos para
depositar y guardar cosas. Entre ambas, está la sección de
recreo que se halla hacia un lado, cerca del patio principal. Si bien es
cierto que se limitará el área máxima que puede tener
un terreno, el arreglo del interior quedará al gusto del propietario,
excepto diversas paredes y ciertos elementos para proporcionar algunos servicios
que por razones de economía serán prefabricados. Los tabiques
divisorios y el mobiliario serán de diseño individual. Será
también cuestión de preferencia personal el uso y selección
de paneles para el alumbrado y la calefacción.
El empleo de artefactos automáticos, más el establecimiento
de sistemas adecuados para cuidar a los niños de la comunidad permitirán
que el ama de casa del futuro cuente con mucho tiempo libre. Será
más fácil efectuar las compras eligiendo lo que más
le conviene a uno después de ver en televisión de tres dimensiones
ya color surtidos completos de artículos diversos. Los envíos
a domicilio se harán a través de un sistema urbano de tubos
neumáticos. Todo lo que no puede remitirse o recogerse por este medio,
tal como la ropa que hay que probársela, o alfombras o cortinas que
deben medirse, se suministrará mediante pequeñas tiendas ambulantes.
A pesar del aumento de población, las playas estarán menos
concurridas que hoy día. El cuarto de baño, tal como es hoy
pasará a la historia y dicho aposento dejará de ser algo enclaustrado.
Renacerá de acuerdo con los usos de la Roma clásica, y se
convertirá en algo tan refinado y tradicional como es ahora en Finlandia
y Japón. Los habitantes de los Estados Unidos en la edad atómica
gozarán de las delicias de baños en lugares amplios y protegidos
con vidrios que permitan el paso de los cálidos y reconfortantes
rayos solares, contiguos a piscinas al aire libre.
La casa del futuro que Laszlo pronostica tendrá 170 M. cuadrados.
Exceptuando ciertas cosas, tales como la energía atómica y
las conexiones de tubos neumáticos, podría construirse hoy
día por una tercera parte más de lo que cuesta una vivienda
corriente. Dentro de 50 años costará mucho menos.
"No hay duda que la prefabricación gozará de amplia acogida,"
asevera él, "puesto que es la solución al problema del
precio. Cuando los costos de construcción son altos y se intenta
la fabricación de casas baratas se crean los arrabales del futuro.
Hoy día las grandes obras de construcción de casas en serie
marcan el comienzo de un movimiento hacia la uniformidad, lo cual significa
un progreso constante en la prefabricación. La independencia que
brindan mis diseños elimina una de las características censurables
de las casas de construcción en serie. Con el tiempo, todos viviremos
en ciudades completas prefabricadas."
Por supuesto, Laszlo prefiere no comprometerse al decir que él espera
que su pronóstico sea una realidad dentro de medio siglo; pero hay
síntomas que indican que así será. Los que lo juzguen
demasiado fantástico, deben recordar que hace 50 años muchas
cosas que hoy son corrientes podían sólo verse en revistas
dedicadas a fantasías científicas. Sin lugar a dudas, el progreso
científico durante la segunda mitad del siglo será mucho más
intenso gracias a las investigaciones sobre el átomo.
Es muy posible que las predicciones de Paul Laszlo pequen de discretas y
que sólo representen una pequeña parte de lo que habrá
en el año 2004. Lo evidente es que la ciencia se encuentra en este
preciso momento en el umbral de una nueva era. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 15 -
Diciembre 1954 - Número 6
|
|
|