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POR EL BIEN DE SUS DISCOS
Por Emanuel J. Marcus
TODO PROPRTARIO de fonógrafo está
interesado en reducir al mínimo el desgaste de sus
grabaciones. Si es usted un coleccionista de discos,
éstos deben protegerse a todo trance, ya que su
valor con frecuencia supone una inversión de
muchos cientos de dólares.
Las ranuras de los discos son harto delicadas y se deterioran con
asombrosa rapidez si la aguja que se usa para su
reproducción está dañada y
tiene forma de escoplo. Por lo tanto, es de sentido
común emplear una aguja pequeña con
punta de bola, fabricada del material más duradero que
existe. Esta ha sido siempre la meta, tanto de los ingenieros
especializados en discos y agujas, como de los fabricantes de
grabaciones fonográficas. No es raro, pues, que
cada día que pasa aparezcan en el mercado nuevos
tipos de agujas que superan en duración a las
clases ya conocidas. S6lo hasta hace pocos años,
gracias a la producción de agujas de diamante de
precio razonablemente bajo, ha sido posible disponer de este
material para uso general.
La ranura del disco y la aguja que se emplea para su
reproducción sonora son las únicas
partes de todo el sistema que están expuestas a
una rápida deterioración. Las presiones
que se ejercen entre ambas se calculan en toneladas por pulgada
cuadrada. La longitud de la ranura en un disco de
larga duración mide casi 1600 metros, y las
vibraciones de la aguja sobre ella exceden de 20,000 ciclos
por segundo. Las Figs. 1 y 2 muestran con claridad meridiana
la causa del desgaste, y el remedio para reducir
éste a un mínimo. La aguja gastada se
entierra en el disco y sus afilados bordes cortantes
producen ruidos agudos y desagradables, amén de
un rápido menoscabo de la grabación. La
joven en la foto A emplea un microscopio comprobador de
agujas, En 1a Foto B se observa una aguja de osmio
después de la 12 1/2 horas de funcionamiento. La
aguja de zafiro, que aparece en la foto C, se ha usado 40 horas,
mientras que la de diamante, D, fué retratada
después de haberse empleado 700 horas.
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 14 - Mayo 1954 - Número 5 |
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