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Cine Hogareño - Marzo 1993
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Convierta su sala en un
cinematógrafo con sólo algunos equipos adicionales.
El espectador queda suspendido en el tiempo y espacio, sus experiencias
definidas por la imagen frente a sus ojos y el sonido que le rodea. La
energía combinada de sonido e imagen barren las paredes que le
confinan y, durante algunas horas, es transportado a otro lugar.
¿Es esto un teatro? ¡Sí! Y el espectador
está prácticamente en el escenario, porque el teatro
está en su casa.
El sonido juega un papel indispensable en la creación de esta
ilusión: la clase de sonido que pone al espectador en el centro
de la acción, justamente como en la vida real. De hecho, el
sonido envolvente se ha convertido en sinónimo de cine
hogareño, y es la parte más asequible de éste.
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| Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 46 - Marzo 1993 - Número 3 |
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