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Nuevas Máquinas para Proteger su Salud - Junio 1950
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Por una ranura delgada en una gruesa
pared, presencié yo el primer tratamiento de un paciente de
cáncer con un betatrón. Un metro de concreto y 10
centímetros de plomo me protegían de los peligros que
podía causar la radiación dispersa.
El tratamiento duró sólo diez minutos. Durante dicho
período se escucharon ruidos cortos e intermitentes, producidos
por el gigantesco aparato de rayos X. se pensaba aplicar más de
estos tratamientos, uno cada dos días, si el enfermo continuaba
viviendo.
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Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 6 - Junio 1950 - Número 6 |
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