|
Estás leyendo parte de la revista de Marzo de 1951
|
Recomienda este artículo a un amigo
|
|
La Historia de POPULAR MECHANICS |
Por Wayne Whittaker |
|
H. H. Windsor, fundador, y el primer número
de PM que apareció en enero 11, 1902 |
DURANTE los últimos cincuenta años,
las páginas de la revista Popular Mechanics han reflejado el avance
de la civilización mientras el mundo ha estado progresando a un paso
más rápido que en cualquier otro medio siglo de su historia.
Este ha sido un período turbulento, en el cual la humanidad ha pugnado
por mantenerse a nivel con las demandas exigidas por los adelantos técnicos.
La revista Popular Mechanics no solamente ha reportado esta historia, sino
que ha tomado parte en ella y ha contribuído a su progreso. Ha crecido,
de unos cuantos subscriptores en 1902, a millones de lectores en 1952. Es
leída y apreciada en los cinco continentes y en todos los países
del mundo. Sus lectores incluyen al poderoso y al humilde, pero todos ellos
comparten un afecto por ella que hace a sus editores sentir un profundo
respeto por su responsabilidad.
Los editores reciben continuamente preguntas acerca de ella: ¿Cómo
empezó? ¿Cuáles fueron sus comienzos? ¿Dónde
consigue tan variado material? En esta edición de nuestro quincuagésimo
aniversario, nos parece apropiado repetir su historia. Esta comienza, como
es debido, con su fundador, Henry Haven Windsor, porque fue él quien
tuvo la idea que había de realizarse el 11 de enero de 1902 con el
primer número de Popular Mechanics. Y fue él, durante esos
primeros años de vicisitudes, quien tuvo la fe inquebrantable que
venció dudas y deudas, frustraciones y desengaños, hasta llegar
a establecer su revista como una institución de importancia internacional.
Henry Windsor nació en una cabaña rústica en Iowa, a 150
kilómetros del ferrocarril más cercano. Era hijo de un ministro
congregacionalista, el Reverendo Williarn Windsor, que había emigrado
al Oeste varios años atrás. Cuando Henry era solamente un
niño, la familia Windsor se mudó a Marshalltown, Iowa, donde,
a la edad de 12 años, el Joven Henry adquirió una prensa de
mano y estableció un próspero negocio imprimiendo anuncios
para los comerciantes locales. Mientras crecía, su interés
en la imprenta, publicación y redacción aumentaba más
y más. |
|
Los altos funcionarios de Popular Mechanics
son: H. H. Windsor, Jr., editor, sentado al lado de su esposa Dorothy F.
Windsor, vicepresidente y tesorera. De pie: H. H. Windsor, nieto, izquierda,
y William Harrison Fetridge, derecha, vicepresidentes de la compañía. |
Después de terminar sus estudios en la escuela secundaria
y en la Universidad de Grinell, el joven Windsor empezó a trabajar
en el Marshalltown Times Republican, periódico del cual llegó
a ser pronto editor. Allí aprendió todos los secretos y trucos
de la publicación de noticias, los misterios de la redacción,
administración y talleres, así como los problemas que se presentan
en la publicación de un periódico. Windsor nació con
el seguro instinto periodístico que descubre a la primera ojeada
las noticias interesantes y dignas de publicación. También
se dio cuenta que el poseer
una imprenta cuesta mucho dinero, y calculó que para comenzar a publicar
una revista necesitaría varios miles de dólares (en aquellos
tiempos calculó él tres o cuatro mil). Este sueño,
porque entonces no era otra cosa, lo realizó muchos años más
tarde, el 11 de enero de 1902, cuando fundó Popular Mechanics, una
revista con cinco subscriptores.
Antes de mudarse a Chicago, Windsor pasó algún tiempo trabajando
en el ferrocarril Northern Pacific, en St. Paul, Minnesota. En 1883 llegó
a Chicago para aceptar un empleo con el ferrocarril de la ciudad. En sus
horas libres fundó la revista "Street Railway" (El Tranvía)
.También fundó una revista llamada "Brick" (Ladrillo)
para los trabajadores de la construcción. No había manera
de hacerlo olvidar el periodismo.
Los años pasaban, y con cada uno aumentaban sus ahorros y se acercaba
la fecha de la realización de su sueño. Comenzó un
nuevo siglo. Windsor estudió las revistas de su época y las
encontró pesadas y difíciles de comprender, especialmente
aquéllas que se especializaban en la mecánica o en el campo
científico, que eran las que más le interesaban. Con el nuevo
"carruaje sin caballos", los vuelos en globo, el telégrafo
y los rumores que corrían acerca de la realización del sueño
de volar en aparatos más pesados que el aire, Windsor pudo ver los
albores de una nueva edad mecánica. Y, con seguro instinto periodístico,
pensó que al público le gustaría estar al tanto de
las cosas tan interesantes que se descubrían todos los días,
en el mundo de la ciencia y la industria.
Cierta mañana, en el verano de 1901, se presentó ante un banquero,
con sus escasos ahorros en una mano y una confianza en su idea en la otra.
El banquero le oyó. Cuando Windsor salió de su oficina tenía
suficiente dinero para publicar su revista, la que hacía mucho tiempo
había decidido llamar "Popular Mechanics". |
El edificio de Popular mechanics en Chicago
se construyó especialmente para dar cabida a todas las actividades
de la revista. El dibujo a la derecha muestra (de abajo a arriba)
el sótano, donde se almacenan toneladas de papel, y las prensas
planas para libros. Los talleres de imprenta con gigantescas rotativas
de alta velocidad están situadas en el primer piso. El equipo
de encuadernación ocupa el segundo piso con el almacén
y departamento de empaque en el centro. En el tercer piso están
los departamentos de libros, suscripción y anuncios. Las oficinas
de los directores y los departamentos de contabilidad y circulación
ocupan el cuarto piso. Las oficinas de los redactores, del departamento
de información y la biblioteca se hallan en el piso quinto.
En el sexto, están la sala de composición, el departamento
de arte, el de anuncios clasificados y los estudios fotográficos.
Los talleres mecánicos y el departamento editorial español
ocupan el séptimo piso, así como la revista Science
Digest publicación también de Popular Mechanics Company. |
|
Windsor dejó su empleo, alquiló una oficina en un viejo
edificio y contrató a un empleado para que se hiciera cargo de la
correspondencia. Por supuesto que la correspondencia era todavía
una cosa hipotética, pero Windsor estaba seguro de que pronto tendría
trabajo para su empleado. El siguiente paso fue emplear un tenedor de libros.
Este puesto fue llenado por la señorita Helen Elizabeth Toole, que
tenía alguna experiencia y que no se mostró grandemente impresionada
por su alto escritorio colocado en la pequeña antesala de la oficina
del jefe. Sin embargo, aceptó trabajar "a prueba", unas
cuantas semanas. La señorita Toole trabajó en Popular Mechanics
por 45 años. Cientos de empleados de la revista la conocen como Nellie
Toole; hoy, ya pensionada, vive a unas cuantas cuadras de las oficinas de
la revista en Chicago, las cuales visita con regularidad para "mantenerse
en contacto con el negocio".
"Esos primeros años de la revista-dice la señorita Toole-fueron
tan pesados, que aun hoy no quiero recordarlos. La primera semana que apareció,
los subscriptores apenas excedían en número a los tres empleados.
La revista comenzó a publicarse semanalmente y se vendía por
5 centavos de dólar. El Sr. Windsor había encontrado algunos
anunciantes y escribía toda la revista por sí solo."
"En esa época comenzó un período de meses y años
de perder dinero, con los préstamos disminuyendo cada vez más,
y las cuentas amontonándose en el escritorio. Muchas veces no había
dinero para pagar a los pocos empleados y, con vencimientos continuos, aquello
parecía la pesadilla de un tenedor de libros. Yo estaba tan segura
de que íbamos a la quiebra,-continúa diciendo la Srta. Toole
-como el Sr. Windsor estaba convencido de que un último esfuerzo
se vería coronado por el éxito. Jamás he conocido a
un hombre más intrépido y optimista que él. Muchas
veces me daba una palmadita en la espalda, y me decía, "No te
apures Nellie, estoy seguro que mañana tendremos dinero en el correo."
y su optimismo muchas veces se veía recompensado. Nunca perdió
la fe en Popular Mechanics, ni por un solo momento."
Henry Haven Windsor sabía que su idea era buena. Popular Mechanics
fue la primera revista que se especializó en material científico
y mecánico presentado en un lenguaje fácil de entender. En
los días en que la redacción de otras revistas era florida
y oscura, Windsor abogó por la sencillez y la claridad. El mismo
acuñó la frase "Escrita para que usted la entienda",
que todavía hoy, en 1952, es el lema de la revista.
Para el público fue una revelación el que los temas técnicos
pudieran explicarse en lenguaje sencillo y comprensivo. Todos los números
de la revista llevaban reproducciones fotográficas; lo que es más,
la primera página del primer número fue una reproducción
fotográfica del interior de un submarino británico. |
|
la composición fotográfica muestra diversas
operaciones en la producción de la revista. Arr. Izq: Rollos de papel
ante una enorme prensa. Inf. Der: La revista terminada. El resto incluye
los departamentos de composición, arte, editorial y fotográfico |
Popular Mechanics se convirtió en la primera revista
gráfica norteamericana. Desde su primer número, tuvo una esfera
de acción nacional e internacional. La revista se dedicó,
y aún se dedica, a publicar sucesos presentes, con ojeadas al futuro,
sin casi nunca referirse al pasado. Ha ignorado siempre la política
y los sujetos contenciosos; a través de los años ha presentado
un cuadro de la vida moderna, reportando los adelantos humanos en los campos
de la mecánica, la ciencia y los descubrimientos.
Desde sus comienzos, la revista se ha dividido en dos secciones generales.
Una, dedicada a las noticias; la otra, a artículos y planos de interés
para el constructor.
En el primer número, las noticias importantes describieron el primer
submarino británico, un nuevo faro eléctrico para locomotoras,
un automóvil eléctrico que podía recorrer un kilómetro
en 40 segundos y la rápida expansión del sistema telefónico
en los Estados Unidos (2,278,717 aparatos). Otra noticia reseñaba
la increíble innovación que suponía la instalación
de teléfonos en todos los cuartos del hotel Auditorium de Chicago.
Para el constructor, tenía el principio de una serie de Estudios
Elementales de Electricidad, artículos sobre cómo limpiar
esponjas, cómo preparar cemento para reparar tanques de hierro, un
nuevo método para grabado en cristal, y otros de interés práctico.
Es obvio, pues, que desde el primer numero el Sr. Windsor decidió
cuidadosamente el formato de su revista, marcando ya entonces la pauta que
se ha seguido ininterrumpidamente, y que muchos han tratado de imitar.
Los primeros años de dificultades económicas no dejaron su
marca en las animadas páginas de la revista. El caso del Canal de
Panamá fue presentado con mapas, dibujos y textos. Otras noticias
de 1902 fueron la descripción del yate del Kaiser Wilhelm Hohenzollern,
el cual tenía "espléndidos accesorios, incluyendo un
servicio de plata que pesaba 2 toneladas y valía 1,250,000 dólares."
Un vapor" británico fue el primero en , cruzar el Atlántico
utilizando petróleo como combustible, Chicago estaba tratando de
hacer correr un río al revés, y creando el Canal Sanitario
de Navegación. Se presentaron también fotografías sobre
la perforación del "gran subterráneo" en Nueva York. |
Directivos
y personal de redacción de MECANICA POPULAR. Sentados, de Izq. a
Der. Enrique A. Arias, Gerente de Producción, Samuel Melo, Director
Gerente, Clover L. Perkins, Gerente de Publicidad. Parados, de izquierda
a derecha, Iván Torres, Royal Lee, Skaidrite Escalona, Felipe E.
López, Gloria Guillont, Fernando Rubio y Lister Simons-Quiroz |
|
|
|
La cubierta de abril 1910 , arr.,
ilustraba una emocionante carrera entre un auto y un extraño avión |
|
Esta es la portada de la primera
edición de Mecánica Popular que hizo su aparición en
mayo de 1947 |
|
|
|
En 1916 se construyó en Cleveland
esta bicicleta de siete ruedas para cinco personas. El Maniubro de dirección
accionaba la rueda delantera derecha. |
|
El popular fonógrafo del
año 1917 fué empleado en ejercicios de marcha, por un regimiento
del ejército británico, para reemplazar a la banda de música. |
|
|
|
Un entusiasta automovilista del
año 1915 cruzó una bahía occidental de los EE. UU.
en esta barcaza, impulsada por el mismo automóvil que transportaba. |
|
La balsa salvavidas para aviadores,
inventada en el año 1921, fue de tal novedad que la revista Popular
Mechanics le dedicó la portada de uno de sus números. |
|
|
|
En marzo 1924 alguien descubrió
en la Oficina de Patentes que Abraham Lincoln habia ideado un dispositivo
para izar embarcaciones en aguas poco profundas. |
|
La portada de este número
de 1935 correspondía a un artículo de inventos y profecías.
La línea superior indica que DeForest escribía ya sobre TV
hace 17 años. |
|
|
|
El ala voladora era sólo
un sueño del ingeniero en jefe de la Lockheed, quien escribió
un artículo sobre ella. Northrop fue el primero que la construyó. |
|
Cuando en 1941 esta máquina
diesel del FC Santa Fe apareció en la portada era la locomotora más
potente del mundo, presagio de una nueva era ferroviaria. |
|
|
|
Una de las mejores portadas presentadas
por PM en 1944 fué este dibujo de un navío dedicado al desembarco
de soldados y equipo en las playas enemigas. |
|
Otra portada de navíos de
guerra (1945) fue este dibujo al óleo del acorazado Missouri. El
original se envió como obsequio al Presidente Harry S. Truman. |
|
|
|
El avión cohete de la postguerra,
Bell XS-1, apareció en una de las portadas del año 1947. El
aparato inició la nueva era de la velocidad supersónica. |
|
La casa rancho de PM adornó
la cubierta de la edición del pasado julio. Es una de las diversas
casas diseñadas para ser construídas por el dueño mismo. |
F O R E I G N E D I T I O N S |
Al Celebrar Popular Mechanics las Bodas de Oro,
sus Cuatro Ediciones Extranjeras se Leen en Todo el Mundo |
|
|
|
|
|
|
Mecanique Populaire, la primera
edición extranjera publicada por Popular Mechanics, tiene cientos
de miles de lectores entre los pueblos de habla francesa. |
|
A través de 24 naciones de
habla hispana, incluyendo España, Portugal y el Africa del Norte,
circula Mecánica Popular, que hoy cumple cinco años. |
|
|
|
La edición de Popular Mechanics
se traduce y publica en Copenhague, capital de Dinamarca. Esta revista vió
la luz por vez primera en el año de 1950. |
|
La primera de las ediciones escandinavas
fue la danesa, que se publica en Copenhague, La revista tiene numerosos
lectores en Noruega y Dinamarca. |
El
personal que compone el Departamento de Circulación de Mecánica
Popular aparece en esta fotografía junto con su Gerente, Alan M.
Deyoe, a la extrema izquierda
En el número de noviembre de 1902 puede leerse un artículo
titulado "El feroz automóvil ha sido por fin domado",
en el cual se señala el progreso del automovilismo en esa época.
Véase lo que dice, "Como un caballo salvaje de las llanuras
de Texas, brincaba y se revolvía con tal furia que muy pocos tenían
la osadía de manejarlo. A veces saltaba hacia atrás cuando
el conductor lo quería hacer caminar hacia adelante, o se deslizaba
de lado, brincando y haciendo cabriolas. Era muy difícil adivinar
dónde iría aparar la bestia mecánica. Pero ahora,
todos estos defectos del automóvil han desaparecido.."
Las columnas de anuncios también muestran los cambios ocurridos
durante los pasados cincuenta años. Las Escuelas Internacionales
por Correspondencia invitan a 109 lectores a doblar sus sueldos con un
simple problema de aritmética, demostrando que 15 dólares
más 15 dólares es igual a treinta dólares. La compañía
Century Manufacturing, de St. Louis, anuncia un coche ligero por 33.50
dólares; también, elegantes Órganos de sala de 25
dólares en adelante, pianos verticales a 125 dólares, elegantes
máquinas de coser por 13 dólares. Otro anuncia una pluma
fuente como "un milagro de la inventiva."
Otras innovaciones de este primer año incluyen la introducción
de las "Notas de Taller", en la sección "Para el
constructor". Un saludo a la locomotora de vapor, que cumplía
entonces 100 años, y un aumento en la circulación de los
cinco ejemplares originales a un total de 17,000!
En 1903, la revista alcanzó su primera marca de distinción
con un artículo escrito por Guglielmo Marconi, inventor de la radio.
Marconi tenia solamente 28 años de edad, y su artículo se
titulaba: "telegrafía Inalámbrica, tan práctica
como el Cable."
La firma de Marconi fué la primera de muchas muy distinguidas que
han aparecido en Popular Mechanics. Artículos escritos por Thomas
A. Edison, Theodore Roosevelt, El Almirante Dewey y Pierre Curie también
aparecieron en los primeros años. Cirie escribe: "Es difícil
adivinar el futuro del radio (metal), pero yo creo que su utilidad está
más bien en sus aplicaciones médicas que en la guerra o
en el comercio."
Durante los primeros diez años de la existencia de Popular Mechanics,
la revista reflejó el pulso de un país tratando de resolver
el problema de aprender a guiar un automóvil, y, lo que era más
importante, mantenerlo caminando; de un mundo intensamente interesado
en los frenéticos esfuerzos que hacía el hombre por volar;
de una humanidad que se maravillaba con el teléfono, la radio,
el fonógrafo, y los millares de usos de la electricidad. A través
del orbe se comprendía que los laboratorios de experimentación
y las herramientas mecánicas podían ayudar a acabar con
el tráfago de la vida ordinaria y convertir a este planeta en un
lugar más agradable para vivir. Una de estas herramientas, el pequeño
motor de gasolina, ha sido una bendición para el campesino.
En el verano de 1903, un automóvil realizó la hazaña
de subir una montaña. Esto fue cuidadosamente registrado en la
primera aparición mensual de Popular Mechanics, en septiembre de
ese año.
La posición relativa del automóvil en aquellos tiempos se
describe mejor en un artículo "Cruzando el continente en automóvil"
que reporta: Cruzar el continente en automóvil ha dejado de ser
una heroicidad. Desde el primer viaje de San Francisco a Nueva York, hace
ya unos años . . . un Packard y un Winton han hecho el viaje, y
un Oldsmobile está ahora mismo en camino de Pasadena a Nueva York.
Sin embargo, una curiosa observación de Popular Mechanics es que
"no es probable que alguien quiera repetir esta hazaña más
de una vez durante su vida."
El 17 de diciembre de 1903, dos jóvenes de Dayton, Ohio, llamados
Wilbur y Orville Wright, legaron su nombre a la posteridad al volar en
su rústico aparato en Kitty Hawk, North Carolina. En aquellos días,
como hoy, Popular Mechanics no podía imprimir las noticias inmediatamente.
El tiempo mínimo necesario para publicar una revista mensual es
de 5 a 6 semanas. Aunque esto impide publicar reportajes inmediatos, tiene
la ventaja de permitir a la revista el presentar una historia más
completa y mejor documentada que la que presentan los periódicos.
Esto es lo que PM tuvo que hacer cuando publicó "La verdad
sobre la máquina voladora" en el año de 1904, en la
cual llega a la conclusión que: "Habiendo la primera máquina
realmente despegado de la tierra, puede considerarse que la conquista
del aire es ya solamente cuestión de tiempo, paciencia, dinero
e ideas."
Durante los primeros diez años de su publicación, los lectores
de PM siguieron las aventuras del Capitán Robert E. Peary (luego
Almirante) en sus esfuerzos para llegar al Polo Norte. Esto fue coronado
por el descubrimiento del Polo en 1909 y por un artículo publicado
por el Almirante en Popular Mechanics, con el título de "Lo
que gana el mundo con el descubrimiento de los Polos." Ese año,
1909, la revista publicó también un artículo en el
que se discutió el nuevo record de los hermanos Wright, los cuales
se sostuvieron en el aire por una hora 53 minutos y 59 segundos; el invento
en Europa del "giróptero," que tenía dos hélices
superiores en forma de sombrilla y que fue el precursor del moderno helicóptero.
El record de altura de un francés que alcanzó los 600 metros.
El primer vuelo a través del Canal de la Mancha por Bleriot, y
las primeras armas antiaéreas en Alemania. Los aficionados al taller
en los Estados Unidos construían muebles al estilo de las misiones
californianas, y la revista publicó los planos de una casa con
siete cuartos, incluyendo cuatro recámaras, que se podía
construir por 5500 Dls. Este fue el primer año en que Popular Mechanics
anunció con orgullo en su cubierta: "La revista mecánica
con mayor circulación en el mundo," anuncio éste que
hasta la fecha se mantiene. Después de siete años, la revista
había logrado finalmente el éxito que Henry Haven Widsor
había anticipado
con su fe inquebrantable.
Uno de los puntos cardinales en el éxito de la revista, lo constituye
el optimismo que tuvieron dos de los miembros de! Departamento de anuncios-Clyde
Blair y Charles Minor-que comenzaron a trabajar con Windsor en 1907 y
continúan aún en sus puestos. Cuando las dificultades hacían
dudoso el futuro de PM, compartieron la fe que en ella tenía su
fundador. Esta visión juvenil los ha hecho dos de los más
prósperos y famosos publicistas en el mundo.
A principios de 1912, Windsor reunió a su personal editorial para
discutir una idea:
"Todos conocen las siete maravillas del mundo antiguo-dijo-¿Qué
les parece la idea de hacer una encuesta entre los hombres de ciencia
más famosos del mundo para descubrir las siete maravillas de la
edad moderna?"
Esta resultó una de las más famosas series de artículos
que jamás hayan aparecido en una revista norteamericana. El resultado
de esta encuesta entre 1000 hombres de ciencia fue publicado en la revista
del mes de agosto de 1912. Las siete maravillas seleccionadas fueron:
La radio, el teléfono, la aviación, el radio (metal), los
antisépticos y las antitoxinas, el análisis espectral de
la luz y los rayos x. Otras maravillas que también ganaron muchos
votos fueron: el Canal de panamá, la anestesia y la química
sintética. Alexander Graham Bell escribió un artículo
sobre el teléfono en ese número.
Durante los años que precedieron a la primera Guerra Mundial, los
lectores de Popular Mechanics supieron del desastre del trasatlántico
Titanic (páginas de fotografías y editorial con énfasis
en los botes salvavidas); estudiaron los hidroaviones en artículos
de Glenn H. Curtiss; siguieron paso a paso la construcción del
Canal de Panamá. Fueron de cacería en Africa con Roy Chapman
Andrews; leyeron con ojos incrédulos que un hombre llamado Charles
F. Kettering había inventado un aparato para hacer arrancar automáticamente
motores de automóvil; y escribieron al editor Windsor diciéndole
que no debería publicar esas exageraciones en Popular Mechanics.
Leyeron que se había inventado una lámpara de gasolina "mucho
mejor que cualquiera otra, eléctrica o de gas", y un "tostador
que volteaba el pan automáticamente"; vieron también
fotografías de la primera línea telefónica transcontinental
(el último eslabón entre San Francisco y Denver).
La Primera Guerra Mundial, desde sus comienzos en 1914 hasta el Armisticio
de 1918, fue reportada con gran número de fotografías. En
un solo número (diciembre de 1914), se publicaron 50 fotos sobre
la guerra, de entre las 300 que aparecieron en la revista. Hubo artículos
sobre el tamaño y poder de los cañones alemanes, una de
las sorpresas más grandes de los comienzos de la guerra. En el
artículo se publicó qué "nunca en la historia
se habían concebido tan terribles instrumentos de destrucción;
un howitzer, con un solo disparo de 406 mm, destruyó la defensa
principal de Lieja."
Submarinos Alemanes, Espías, Camuflaje, Torpedos, Peleas de Aviones
en Francia, el Lusitania, la Batalla de Jutlandia, El Presidente Wilson,
El General Pershing, 1917, La Conscripción, Desertores, Bonos de
Guerra, La Infantería de Marina, Chateau Thiérry, Máscaras
contra gases. Todas las fases de la guerra, desde la ayuda civil hasta
el último y sensacional tanque inglés, fueron publicadas
en las páginas de Popular Mechanics.
En noviembre de 1918, Windsor.escribió: "Con un silencio parecido
al que sigue a la última nota de un gran concierto de órgano,
la Guerra Mundial ha terminado."
Para entonces, la Popular Mechanics había cambiado sus oficinas
al número 6 de la avenida Michigan, donde disponía de más
espacio. Aun no se había cumplido el deseo de Windsor de tener
su propia planta para imprimir la revista. Esta continuaba siendo impresa
en talleres ajenos. Envidiosos del éxito de Popular Mechanics,
los imitadores empezaron a publicar revistas similares, algunos de ellos
con nombres casi idénticos. Entre tanto, la circulación
y los anuncios iban en continuo aumento. Miles de negocios deben su éxito
a un anuncio de unas cuantas líneas en Popular Mechanics. Los archivos
de la revista están llenos de cartas de agradecimiento que reconocen
la parte qué ésta ha desempeñado en el desarrollo
de muchos florecientes negocios.
Después de la guerra, Popular Mechanics concentró su interés
en la aviación para mantener al público informado de sus
adelantos. Todo el mundo estaba interesado en este nuevo desarrollo. El
futuro de la aviación era el tema obligado de las conversaciones
de esa época. ¿ Quién cruzaría el Atlántico
por primera vez? ¿Qué tipo de avión o de hidroavión?
¿Civil o militar? ¿Norteamericano o Europeo? Había
gran interés en especular sobre el alcance de los diferentes tipos
de aviones, tanques de combustible auxiliares y rutas posibles. Gran cantidad
de premios esperaban al primer piloto o tripulación que llevara
a cabo esta hazaña.
Muchos pilotos intentaron el viaje para morir en la prueba, hasta que,
el 14 y 15 de junio de 1919, dos pilotos militares ingleses, el capitán
John Alcock y su navegante, el teniente Arthur W. Brown, volaron en un
biplano Vickers-Vimy desde Terranova hasta Irlanda, recorriendo 3500 kilómetros
en 16 horas 12 minutos, ganando 75,000 dólares en efectivo y alcanzando
fama mundial. El mismo año, el dirigible inglés R-34 hizo
el primer viaje de ida y vuelta a través del Atlántico.
Pilotos militares norteamericanos circunavegaron el globo recorriendo
38,616 kilómetros en solo 5 meses y medio. Esta hazaña hizo
que el general de brigada William Mitchell pronosticara "un servicio
transcontinental en 16 horas, y viajes
de pasajeros alrededor del mundo."
Otro interés universal en esa época más cercano a
los lectores de PM, era la radio. La revista introdujo su departamento
de radio en 1920 y Frank L. Brittin empezó inmediatamente a enseñar
a los lectores a construir radios de galena, un aparato de 2 bulbos (que
medía 1.5 metros y utilizaba audífonos) y en rápida
sucesión llegó a enseñarles a construir receptores
hasta de 9 bulbos. Poco después de 1920 la fiebre de la radio se
apoderó de todos. La revista publicó fotografías
de bailarines saltando sobre altavoces, radios instalados en botes, automóviles,
sombreros de paja, en la playa, en pianos, en las cocinas y las aulas.
Hubo fotos de Mary Pickford y Douglas Fairbanks en su debut radiofónico,
y de una encantadora de serpientes con su reptil favorito enredado en
un micrófono. Brittin es todavía editor del departamento
de radio, pero para mantenerse a nivel con los tiempos modernos, su título
es ahora "editor de radio, televisión y electrónica".
Sintiendo lá influencia de la época del jazz, Popular Mechanics
publicó uno de los poquísimos artículos musicales
en su historia: "Orígenes del Jazz". También la
prohibición influenció a los editores, pues hubo un artículo
titulado "Actividades de los Guardacostas en la Batalla del Ron."
Otro artículo descubrió los secretos de "Los Batazos
de Babe Ruth".
Durante la turbulenta época de la postguerra, H. H. Windsor tranquilamente
proyectó, construyó y ocupó el edificio del número
200 de la calle Ontario, en Chicago, que hoy sigue siendo la sede de Popular
Mechanics. En el número de Junio de 1923 se publicó una
fotografía a colores del edificio de ladrillo de 7 pisos. Por fin,
el muchacho de Marshalltown había realizado su sueño dorado
de tener prensas gigantescas imprimiendo cientos de miles de números
de su revista. Durante los años que siguieron, estas prensas han
sido reemplazadas por otras más grandes, más eficientes
y más rápidas, incluyendo una modernísima de cinco
colores, y una enorme rotativa de dos colores que puede imprimir 1,190,000
páginas por hora y que consume 30 toneladas de papel al día.
Como dato curioso, Lyle R. Howard, superintendente del departamento de
máquinas, nos cuenta que una sola edición de la presente
revista necesita más de 20 furgones de ferrocarril cargádos
de papel. Popular Mechanics es la única revista norteamericana
en la cual casi todas las operaciones necesarias para su publicación
se desempeñan bajo un mismo techo.
Henry Haven Windsor vivió únicamente lo necesario para ver
realizado su sueño dorado. Aun no había transcurrido un
año desde la fecha de la inauguración del edificio cuando
falleció, el 11 de mayo de 1924. Las últimas palabras que
escribió para su revista fue un artículo sobre la radio
y sus infinitas posibilidades, tanto en las comunicaciones como en la
educación. "No puede uno cruzar las enormes llanuras del Oeste,
sin darse cuenta del gran número de antenas de radio instaladas
en todas partes. . . . Seguramente la radio es un hada madrina que tiene
algún don para resolver toda necesidad . . . ."
H. H. Windsor, Jr., su hijo único, lo sucedió como editor
y publicista, cargo que ha desempeñado en la revista hasta la fecha,
dirigiéndola hacia un éxito aun mayor. Hoy día, la
revista cuenta con un personal de más de 500 personas. y su circulación
se ha duplicado desde 1924.
Henry Windsor nieto, fue el primer miembro de la tercera generación
que empezó a trabajar en el negocio.
El clímax de los reportajes de Popular Mechanics en la fabulosa
década de 1920 a 1930, fue la historia de Lindbergh. Cuando el
"Espíritu de San Luis" aterrizó en el aeródromo
de Le Bourget, en París, un joven bajó del avión
y dijo al embajador norteamericano, Myron T. Herrick, "Me llamo Charles
A. Lindbergh," sin saber que todos los periódicos del mundo
llevaban su nombre en los titulares durante las horas angustiosas en que
volaba sobre el Atlántico. En el número de agosto de 1927
apareció un artículo describiendo el vuelo, y en el número
de noviembre, una entrevista-"Lindbergh habla sobre el futuro de
la aviación". Han pasado 25 años, pero estos artículos
conservan todavía gran interés. En un artículo que
apareció en 1928, titulado "Televisión en Casa,"
se describe un aparato que funcionaba por medio de un disco giratorio
y que nunca tuvo éxito apreciable. Sin embargo, las predicciones
del artículo se han cumplido. El día 29 de octubre de 1929,
que marca la debacle de la Bolsa de Valores y 61 comienzo de la terrible
crisis económica, el articulo de fondo de la revista que apareció
ese día se titulaba "Volando en alas del viento". El
tema era aeronáutico, no económico, pero para muchos debe
haber encerrado una lección irónica.
El taller casero tuvo un enorme desarrollo durante los años de
la depresión. Más lectores que nunca construían sus
propios muebles, reparaban sus casas, componían sus automóviles,
pintaban y empapelaban sus paredes, revelaban e imprimían sus fotografías,
y hasta construían sus rompecabezas. La introducción de
las locomotoras diesel y los grandes aviones de pasajeros ayudaba al público
a olvidar su mala situación pecuniaria.
En 1939, las páginas de Popular Mechanics comenzaron a parecerse
a las de 1913. La Guerra volvía atender su sombra sobre los artículos
de la revista. Las descripciones eran ahora de nuevas armas y bombarderos,
paracaidistas y aviones de carga. Poco después de que Adolfo Hitler
encendió la mecha de la Guerra Mundial II, los editores de PM se
asombraron al saber que el enemigo estaba lo bastante interesado en la
revista para sacarla de contrabando en las valijas diplomáticas
de naciones neutrales. Con Pearl Harbor llegó la censura, que fué
bien recibida.
Casi todos los artículos publicados estaban relacionados con la
guerra y los armamentos. La revista trabajó en cooperación
con el ejército, la marina y la fuerza aérea. En muchas
ocasiones tuvo la satisfacción de saber que un soldado había
aprendido algo que le permitió pelear mejor, en los números
de Popular Mechanics.
Los redactores de la revista estuvieron muchas veces en posesión
de secretos militares, pero nunca, durante la guerra, tuvo la revista
dificultades con la censura por descubrir algo que pudiera haber sido
de ayuda para el enemigo. Popular Mechanics fue una de las primeras revistas
que fueron invitadas a producir una edición para los soldados.
Al fin de la guerra, más de un millón de hombres leían
la revista cada mes en todos los campos de batalla del mundo.
Guadalcanal, Las Fortalezas Volantes, Corregidor, Torpederos PT, Bonos
de Defensa, Plantas de Guerra, La Mira Norden para Bombarderos, La Guerra
Mecanizada, Volando sobre las Himalayas, el Presidente Roosevelt, El General
Eisenhower, El General Doolittle, Bombas sobre Tokío, Iwo Jima,
Detectores de submarinos, El Acorazado Missouri, La Invasión de
Francia, La Bomba atómica. Mes tras mes, la historia de la guerra
se desenvolvía en las páginas de PM.
En los primeros días de la guerra, el Sr. Windsor y otros editores,
recibieron órdenes del Departamento de Guerra de no mencionar más
el Uranio 235. Durante muchos años, la revista había seguido
muy de cerca las investigaciones sobre el átomo. Uno de los primeros
artículos que trató de este tema fue escrito por Winston
Churchill. (Un extracto de este artículo aparece en el presente
número; se titula "Cincuenta años después".)
En enero de 1941, un artículo describió "El Milagro
del U -235" y en noviembre del mismo año, otro artículo
"Atormentando a los Atomos", fue el último que se publicó
sobre este tópico, hasta después de Hiroshima y Nagasaki.
Al terminar la guerra, las páginas de Popular Mechanics vuelven
a reflejar la conversión de Norteamérica a las industrias
de paz con una energía que se compara favorablemente al esfuerzo
hecho durante la guerra. Millones de automóviles nuevos, televisión,
aviones más grandes y más rápidos, aviones de reacción,
nuevas casas, nuevos muebles, máquinas lavadoras, refrigeradoras,
cámaras fotográficas, clima artificial.
Durante los diez años que acaban de pasar, la revista ha cambiado
también. Un nuevo tipo de impresión facilita su lectura.
El nuevo arreglo de sus páginas la hace más atractiva y
las ilustraciones a todo color han gustado mucho a sus lectores. Los últimos
modelos de máquinas encuadernadoras arman la revista de una manera
tal, que puede resistir un trato mucho más rudo sin desencuadernarse.
Podemos decir sin exageraciones que no pasa un mes sin que se agregue
nuevo equipo a los talleres, las prensas, sala de composición,
grabado, o encuadernado. En el departamento de suscripciones se utilizan
los métodos más modernos para acelerar el servicio. Con
excepción de la temporada de fiestas de Navidad, todas las subscripciones
se despachan en tres días.
Una pregunta que nos han hecho muchos lectores y amigos es: ¿Dónde
consiguen tanto material?
Aproximadamente la mitad de los artículos de fondo son escritos
por los miembros de la sección editorial sobre temas buscados en
todas partes del mundo. El jefe de redacción, Sr. Roderick M. Grant,
manda redactores a todos los rincones de la tierra en busca de temas para
sus artículos, Bikini, Alaska, Japón, América del
Sur. Los artículos cortos se obtienen de 5000 corresponsales, de
fuentes industriales y gubernamentales, de agencias de informaciones públicas
y de cualquier fuente cercana a cualquier lugar donde algo nuevo se invente
en el campo de la mecánica y la ciencia. La revista tiene su propio
estudio fotográfico y personal para trabajos especiales; además,
se subscribe a muchos servicios fotográficos que le mandan miles
de fotos cada mes.
La sección "Para el Constructor" lleva gran cantidad
de ilustraciones; James R. Ward, redactor a cargo de esta sección,
y Frank Beatty, director artístico, se aseguran de que cada detalle
especificado en los dibujos sea correcto. A veces, el artista y el escritor
pasan una semana en una sola ilustración. En la sección
de noticias de la revista aparecen dibujos de artistas de la categoría
de G. H. Davis, de Londres, famoso por sus diagramas y cortes seccionales,
y de A. Leydenfrost. Las portadas son de artistas tan conocidos como Dave
Mink, (que pintó la portada de este número), Bruce Bomberger,
Wendell Kling, John Howard, Roswell Brown, James Sessions y Robert Korta.
Desde el final de la guerra, Popular Mechanics no solamente ha aumentado
su circulación a más de un millón de números
al mes, sino que ha agregado cuatro ediciones extranjeras. El jefe del
Departamento de Circulación es Alan M. Deyoe. Poco después
de la guerra, uno de los héroes franceses más destacados,
el mayor Adrien Albarranc, de París, hizo un viaje a Chicago entusiasmado
con la idea de publicar una edición francesa de la revista. Durante
la guerra, Albarranc se impresionó al ver sus camaradas norteamericanos
pelearse por leer la edición militar de Popular Mechanics. En Francia
no existía una revista del tipo de Popular Mechanics y se dio cuenta
él de la necesidad que había en su país por ella.
H. H.Windsor, Jr. y William H. Fetridge, vicepresidentes, oyeron los argumentos
de Albarranc y como resultado de estas gestiones nació Mecanique
Populaire. Esta revista se traduce en París y se imprime en Estrasburgo.
Tuvo un éxito inmediato, y es leída ahora en Francia, Bélgica,
Suiza, partes de Alemania y África del Norte. El gobierno francés
mostró su aprecio al nombrar en 1949 al Sr. Windsor Oficial de
la Academia Francesa y otorgarle la condecoración de la Orden de
las Palmas, "por servicios prestados ala cultura francesa propagándola
con Mecanique Populaire."
La edición en español, Mecánica Popular, fue fundada
en México por Samuel Melo y Rafael Reynoso y M. en 1947. La primera
edición, mayo de 1947, tuvo un tiraje de 45,000 ejemplares que
se vendieron totalmente. Después del segundo número, julio
de 1947, dificultades de transporte y de impresión obligaron a
trasladar la sede de la edición en español a Chicago, donde
se imprime ahora en los propios talleres de Popular Mechanics. Su circulación
ha subido de los 45,000 ejemplares originales a unos 150,000 en la actualidad,
y varios estudios indican que el número de lectores mensuales pasa
del medio millon. Se distribuye en todos 105 países de habla española,
en Brasil y en Portugal. El Sr. Samuel Melo continúa como director
gerente y Rafael Reynosos y M. es ahora el representante de Mecánica
Popular en la República Mexicana. El cuerpo de redactores está
formado por Felipe E. López, cubano, Lister Simons-Quiroz, panameño,
Iván Torres, puertorriqueño y Fernando Rubio, mexicano.
La responsabilidad de la producción de la revista, pesa sobre Enrique
A. Arias, panameño, y el resto del personal cuenta con representantes
de casi todos los países de la América Latina. La edición
danesa, Populaer Mekanik, y la sueca, Popular Mekanik, se imprimen en
Copenhague. Las dos ediciones escandinavas están bajo la supervisión
de Jorgen Grusgaard y Jorgen Norredam. Estas ediciones han tenido tanto
éxito, que se proyecta comprar para ellas un nuevo local, mucho
más amplio, en Copenhaguen. La revista también mantiene
oficinas en Londres, en la famosa Baker Street, con el Sr. Douglas W.
Wedderspoon como representante.
En los Estados Unidos, la revista tiene oficinas en Nueva York, Detroit,
Cleveland, Los Angeles, y San Francisco. Estas oficinas mantienen un personal
editorial y publicitario. Clover L. Perkins es el Gerente de Publicidad.
Sabemos que el 28% de nuestros lectores tienen más de 26 años
de edad, y solamente el 6% menos de 17. Siendo el otro 66% de edades que
fluctúan entre estos dos grupos. Nuestro lector típico (1)
tiene su casa propia, (2) ha tenido casa propia o (3) quiere tener casa
propia. Puede ser rico o pobre, pero tiene una cosa en común con
todos los demás; es el tipo de hombre a quien le gusta saber qué
es lo que tiene su automóvil debajo del cofre, o como funciona
su radio. Las cosas mecánicas le interesan, y también el
porqué de ellas. Gusta de construir cosas con sus propias manos.
En resumen, es un individuo alerta, con la mente despejada, que mira hacia
adelante y que vive con mayor interés en el futuro que en el pasado.
En otras palabras, es un individuo progresista, que es lo que siempre
hemos querido pensar de Popular Mechanics durante los pasados 50 años. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 10 - Marzo
de 1952 - Número 3 |
|
|