|
Estás leyendo parte de la revista de Enero de 1966
|
Recomienda este artículo a un amigo
|
|
|
|
La contaminación
del aire, los aviones y los tacones altos están causando
grandes daños al antiguo templo del Partenón en Grecia. Dicen
los ingenieros que el aumento de la industrialización en Atenas está
contaminando el aire, el cual somete el mármol de color de ámbar
a la corrosión; los aviones de reacción en el aeropuerto cercano
de Atenas crean vibraciones que sacuden el edificio y los altos tacones
de las turistas producen melladuras en los pisos del templo.
Recientemente se llevaron a cabo unas singulares pruebas en la
Aguja Espacial (erigida para la Feria Mundial de Seattle). Se les dieron
cronómetros a los empleados de una firma de aviación para
registrar cuando se daban cuenta de los cambios de presión al subir
y bajar en los ascensores. Se quería obtener esta información
para determinar cuando los pasajeros de aviones se dan cuenta por primera
vez de los cambios en la presión del aire al despegar y aterrizar.
En el Japón se
ha desarrollado un nuevo método para calentar el hormigón
a fin de que pueda vaciarse a temperaturas congelantes. Se insertan electrodos
en el hormigón húmedo, o aquéllos se colocan sobre
la superficie del hormigón o se fijan a los moldes de éste.
Se hace pasar por ellos una corriente alterna de 50 y 60 ciclos. El calor
producido evita que la mezcla se congele, asegurando que se endurezca correctamente.
Se están probando
unas ventanas automáticas en una escuela cerca del aeropuerto
de Londres para reducir los ruidos producidos por los grandes aviones de
reacción al despegar y aterrizar. Un micrófono en el techo
de la escuela activa un relevador cuando el ruido excede de un nivel determinado
de antemano. El relevador, a la vez, controla un mecanismo hidráulico
que cierra la ventana. Cuando baja el nivel del ruido, la ventana se vuelve
a abrir. Para evitar
que la carga se desplace de un lado a otro dentro de los buques
se está usando ahora aire a presión. Se colocan fuertes bolsas
de nilón entre láminas de madera terciada y luego se inflan
aquéllas a una presión de 0,35 kilogramo por centímetro
cuadrado. Las bolsas de 1,22 por 2,44 metros pueden ejercer una fuerza de
casi 8200 kilos en dos direcciones, inmovilizando firmemente cualquier carga
que pueda desplazarse con el movimiento del mar. Se han llevado a cabo pruebas
que indican que las bolsas pueden reducir los daños en tránsito
de la carga hasta en un 99 por ciento.
Unos investigadores de la Universidad de Vermont han podido efectuar
mediciones de compresión de 35,150 kilogramos por centímetro
cuadrado en vidrio común.
"Esto puede compararse con 200 automóviles colocados el uno
sobre el otro en una superficie de 25 milímetros por lado,"
explica el Dr. John O. Outwater, director del grupo de científicos
que están tratando de encontrar un material ideal para cascos de
embarcaciones de sumersión profunda. Hasta ahora, el vidrio parece
encerrar más promesas que el acero.
Mientras los ingenieros alemanes trabajan sin tregua para elevar
el templo de Abu Simbel en las obras de construcción de la Represa
Aswan en Egipto, los investigadores dentales también están
tratando de adelantarse a la subida de las aguas del Nilo. Están
coleccionando cráneos de tumbas antiguas para someterlos a rayos
X, con objeto de estudiar los cambios que han ocurrido en la estructura
de los dientes humanos durante los últimos 40 siglos.
El Pájaro del Alba salva una vida. Un electrocardiograma
de un pasajero, tomado a bordo del trasatlántico France en alta mar,
fue transmitido por radio a Nueva York y luego por el satélite Pájaro
del Alba a París. El Dr. Jean Lenegre, profesor de cardiología
de la Universidad de París, interpretó el cardiograma y dio
a conocer su análisis por radioteléfono al personal médico
a bordo del France, con objeto de que se le pudiera administrar el tratamiento
correcto al paciente.
El vidrio de seguridad es tan necesario en los anteojos como en
los automóviles, de acuerdo con un editorial que apareció
en la revista médica New York Journal of Medicine. Los que necesitan
particularmente esta protección son los niños, las personas
que sólo pueden ver por un ojo, los trabajadores que manipulan materiales
corrosivos o explosivos y las personas que manejan herramientas motrices
en talleres o en sus casas (incluyendo segadoras motrices).
Es muy ligero el costo adicional del vidrio de seguridad, dice el editorial.
Los anteojos con plástico de tipo óptico cuestan unos 2 dólares
más y los de vidrio con superficie endurecida cuestan 5 dólares
más que los anteojos comunes y corrientes en los Estados Unidos.
La Agencia Federal de
Aviación de los Estados Unidos ha llevado acabo unos estudios
que indican que los impactos sónicos, que parecen poner nerviosos
a muchos animales, en realidad surten un efecto beneficioso sobre los índices
de natalidad de las gallinas.
Durante las pruebas, los huevos de gallinas que se expusieron a los impactos
produjeron un número mayor de polluelos que los de otro grupo que
se incubaron en silencio.
Es posible que pronto se transporte grano por tubos en Rusia. Los
ingenieros soviéticos están estudiando la posibilidad de enviar
grano mezclado con agua u otro líquido por tubos, a través
de extensiones de miles de kilómetros que separan a la mayoría
de las tierras de cultivo de las ciudades donde se necesita el producto.
Se está utilizando ahora un conducto en el pueblo ukraniano de Lugansk
para transportar carbón en forma de "lodo" desde una mina
local hasta una estación de fuerza a una distancia de 320 kilómetros. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 38 - Enero
1966 - Número 1 |
|
|