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La ciencia en el mundo |
por Gregory T. Pope |
El problema con la antimateria |
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¿Ha despertado alguien con sudores fríos preguntándose
por qué no está hecho de antimateria? La mayoría no
pensamos en eso. Pero el predominio de la materia sobre la antimateria es
una de esas preguntas trascendentales que obscurecen las ojeras bajo de
los ojos de los físicos.
Aunque la antimateria abunda en los cuartos de máquinas de las naves
espaciales de la ciencia-ficción, en la vida real es perturbadoramente
rara. Nuestro mundo de materia contiene átomos formados por electrones
con carga negativa que giran en órbita alrededor de un núcleo
con carga positiva. En la antimateria es al revés, pues los electrones
cargados positivamente (llamados positrones) giran en órbita alrededor
de un nucleo con carga negativa. Pero cuando los astrofísicos en
los observatorios escudriñan el universo buscando que la antimateria
ocurra de forma natural y espontánea, se quedan deseosos. Sólo
sus colegas, que en los aceleradores comprimen a las partículas atómicas,
pueden crear corrientes de antimateria y satisfacer su objetivo.
"Para una persona como yo, no
hay nada misterioso con respecto ala antimateria", dice Jonathan Dorfan,
un físico de partículas del Centro Acelerador Stanford Linear
(SLAC). "Pero hay algo muy misterioso con respecto al hecho de que
nosotros tenemos que producirla, ya que no es encontrada en ninguna forma
estable". La escasez
de la antimateria, explica Dorfan, altera la placentera visión simétrica
del mundo en que descansa la física. Es cierto, los teóricos
han hallado varios vacíos en las leyes de la naturaleza que pudieran
explicar el desbalance existente entre la materia y la antimateria. Pero
ninguno de ellos ha sido expuesto con la elegancia que merecen los físicos
y tampoco ninguno ha sido bien respaldado con la experimentación.
No obstante, todo eso deberá
cambiar después del año 1999, cuando la fábrica B Factory
abra sus puertas a los negocios. Ahora bajo construcción en SLAC,
en Stanford, California, la B Factory es una nueva instalación experimental
concebida para resolver, de una vez por todas, el problema de la antimateria.
A diferencia del igualmente ambicioso
generador de impactos de superconductividad, el Superconducting Supercollider,
que el Congreso de los E.U.A. frustró debido a su alto costo, la
B Factory con certeza parece que llegará a ser terminada. Con un
costo alrededor de los US$177 millones, la máquina es una ganga para
la ciencia en grande. En vez de construirla de la nada, los físicos
mejorarán un productor de impactos súbitos ("collider")
existente en SLAC, que es un laboratorio del Departamento de Energía
regido por la Universidad de Stanford. |
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Ese generador de
impactos, llamado Proyecto Positrón-Electrón (PEP), en la
actualidad azota una cámara de almacenamiento con electrones y positrones
de alta energía, antes de hacerlos que choquen entre sí de
frente. Para convertirse en la B Factory, PEP obtendrá una segunda
cámara, que será fabricada para que los electrones y los positrones
hagan colisión con energías poco usuales.
Los físicos hacen chocar entre sí a las partículas
familiares, para formar otras partículas poco familiares de corta
vida, las que entonces revelan algo sobre la composición de la materia
familiar. Y es eso exactamente lo que la B Factory hará. SLAC está
construyendo su fábrica para producir enormes cantidades de las partículas
conocidas como mesones o mesotrones B (partícula electrizada de los
rayos cósmicos, que en estado de reposo tiene una masa comprendida
entre las del electrón y la del protón).
Para comprender porqué los mesones B encierran la clave de la interrogante
sobre la antimateria, es necesario realizar un recorrido alrededor del sobrecogedor
mundo de la física teórica.
Allá en la década de 1950, los científicos creían
que podían explicar la interacción entre las fuerzas físicas
y las partículas con un modelo teórico. Una simetría
limpia llenaba este conjunto de reglas. Un punto importante del libro de
reglas era que las leyes de la física deberían ser exactamente
iguales en otro mundo que fuera su propio reflejo en un espejo (exactamente
igual, pero invertido). Ese es un mundo en el cual, por ejemplo, una partícula
atómica dada giraría de derecha a izquierda en vez de hacerlo
de izquierda a derecha. Todo
marchó bien hasta que dos físicos norteamericanos descubrieron
que un cierto tipo de desintegración atómica, gobernada por
una ley física, violaba la simetría de la imagen en el espejo.
Al arruinar una teoría perfectamente atractiva, esos investigadores
ganaron Premios Nóbel. Sin embargo, por fortuna quedó demostrado
que la violación encontrada por ellos ocurría con plena fuerza
en un 100% de las veces, lo que llevó a los físicos a creer
que su teoría tenía una falla simple. Y esto resultó
ser cierto: para hacer que las leyes físicas se cumplan en un mundo
que es su imagen en un espejo, era necesario hacer algo más que cambiar
la derecha y la izquierda. También era necesario reemplazar la materia
con la antimateria. Y este concepto le restauró su simetría
a la física de las partículas.
Pero en el año 1962, otros dos científicos encontraron otra
forma de desintegración atómica, que dañaba esta simetría
{de nuevo ganaron Premios Nóbel). Este nuevo descubrimiento, desafortunadamente,
no pudo ser explicado tan fácilmente. Sin embargo, este tecnicismo
significa, en esencia, que un mundo de la antimateria se debe comportar
de forma diferente aun mundo de la materia. |
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Conocida en física
como la "violación CP", la discrepancia pudiera explicar
el porqué la materia gobierna el cosmos. Las actuales teorías
sobre la creación del universo se basan en el antiguo fenómeno
conocido como la Gran Explosión ("The Big Bang"). Al igual
que los experimentos en los aceleradores de alta energía producen
cantidades iguales de materia y antimateria, los físicos reconocen
que así debió haber ocurrido con la Gran Explosión.
Pero cuando normalmente la materia y la antimateria se tocan, ambas desaparecen
en un destello de energía.
"Luego de la Gran Explosión", dice Dorfan, el líder
del proyecto de la B Factory , "la materia y la antimateria debieron
haberse aniquilado la una a la otra. Gracias a Dios la materia ganó
esta guerra, o no estuviéramos aquí. Talmente parece que la
violación CP desequilibró un poco el balance en favor de la
materia". El legendario
físico ruso, Andrei Shakharov, es uno de los que piensa que la violación
CP debe de haber estado detrás de la victoria de la materia. Todavía,
en realidad, nadie sabe qué es lo que causa la violación CP.
Y es aquí donde entran los mesones B. Sucede que los mesones B y
sus contrafiguras, los mesones anti-B, son más susceptibles a la
violación CP que ninguna otra partícula.
Pero, así y todo, solamente uno de cada 100.000 mesones B muestra
este raro fenómeno, que se manifiesta como una desintegración
de las partículas. Pero debido a que sus electrones y positrones
contarán con el mismo ímpetu en sus colisiones, la B Factory
producirá mesones B en movimiento. Este movimiento esparcirá
entre sí a las partículas más lejos que lo usual. Los
físicos serán capaces de identificar a aquéllas que
desean, y estudiar sus desintegraciones con una precisión nunca antes
lograda. La B Factory le permitirá
a los experimentadores comparar la violación CP tanto en los mesones
B como en los mesones anti-B. El resultado: un amplio conjunto de mediciones,
con suficiente alcance como para probar teorías competidoras sobre
la violación CP .Con esto en mano, los teóricos deberán
ser capaces de incorporar una relación de esos fenómenos dentro
de las leyes de la física de las partículas. Este será
un paso más hacia el verdadero entendimiento del universo. Y para
un puñado de físicos, tal vez signifique una noche de sueño
reparador. |
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¿Dónde está
el universo de la antimateria...? |
La antimateria es definida como una variedad de la materia
que difiere de la materia que predomina en nuestra parte del universo, y
que está compuesta de antipartículas en lugar de partículas.
Las antipartículas individuales, muchas de las cuales han sido halladas
en las lluvias de rayos cósmicos o producidas en laboratorios en
los aceleradores de partículas, difieren de sus contrafiguras (en
el reflejo del espejo) en que están eléctricamente cargadas
de forma opuesta y el giro de su orientación magnética es
en sentido contrario. En nuestra parte del universo las antipartículas
tienen una vida muy corta, pues rápidamente son aniquiladas en colisiones
contra sus partículas correspondientes, apareciendo la energía
de su masa en la forma de un fotón de rayo gamma (el fotón
es la unidad de .la intensidad de la luz).
La primera antipartícula en
ser descubierta fue el positrón (éste es el antielectrón).
Este descubrimiento del físico norteamericano, C.D. Anderson, en
el año de 1932, le valió ganar el Premio Nóbel. de
1936. Pero cuatro años antes, el físico inglés, P.A.
Dirac, uno de los creadores de la mecánica de los quanta (el fundamento
de la física moderna) teóricamente ya había predicho
la existencia de la antimateria.
Pero hasta este momento ningún
intento de encontrar un orden teórica en la actual multitud de antipartículas
conocidas ha demostrado ser completamente exitoso, pues éstas son
altamente inestables y tienen vidas muy cortas. Sólo conocemos las
leyes de la materia, porque en esta parte del universo la antimateria no
existe de forma espontánea y natural.
Sin embargo, de ninguna manera es inconcebible
que existan otras regiones del universo en las cuales toda la materia sea
antimateria, es decir: que esa variedad de la materia esté compuesta
de lo que para nosotros es la antimateria.
¿Dónde está el
universo de la antimateria? Es completamente imposible señalar un
lugar especifico, pero potencialmente éste puede existir. Para poder
imaginar esa región desconocida es suficiente que un teórico,
de una forma simplista, se valga un poco de la especulación.
La llamada "violación CP"
puede haber contribuido a que con la "Gran explosión" las
partículas y las antipartículas básicamente fueran
lanzadas a dos extremos opuestos del universo (lo que ocurre dentro de los
confines del acelerador de un laboratorio), pero no perdamos de vista que
en el universo es infinito en apariencia (aunque al menos sí conocemos
que es inmenso).
Ciertamente, con la explosión
no todas las partículas y antipartículas necesariamente tuvieron
que haberse apartado de manera tan absoluta en dos polos opuestos, y las
que sí coexistieron momentáneamente se destruyeron mutuamente
en el conocido destello de energía. Eso precisamente debió
haber ocurrido en una región central en donde evidentemente no quedó
vestigio de materia ni de antimáteria, solamente un inmenso espacio
vacío. ¿Acaso no satisface esto el principio del reflejo en
el espejo? Por lo tanto, ese universo de la antimateria tiene que estar
muy alejado del universo de la materia, ya que nosotros sabemos que hemos
sobrevivido en esta región.
¿Y que sucede en ese otro Universo,
donde los átomos tienen electrones cargados positivamente (positrones)
que giran alrededor de núcleos negativos? Lo opuesto que en éste.
Sus físicos en los laboratorios estarán produciendo partículas
de materia en la cuales los electrones cargados negativamente giran en órbita
alrededor de un núcleo positivo, las que allá tienen muy corta
vida porque son destruidas por las antipartículas. Y, al igual que
nosotros, pero a la inversa, creerán que la "violación
CP" trabajó a favor de la antimateria. -Leo Naya |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 47 - Septiembre
1994 - Número 9 |
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