|
Estás leyendo parte de la revista de Junio de 1985
|
Recomienda este artículo a un amigo
|
|
Su viejo televisor: una pieza de colección |
Ese viejo televisor cubierto de polvo que está
ocupando espacio en el sótano o el ático de su casa puede
valer una fortuna.
La última moda entre los coleccionistas es la compra de televisores
viejos. Para un coleccionista, un televisor viejo puede valer desde 50 hasta
miles de dólares. Pero si no quiere deshacerse de su aparato, le
complacerá saber que ese viejo aparato electrónico tiene algo
más que valor sentimental, ya que es posible restaurarlo a su condición
original para que sea un motivo de gran satisfacción personal.
Es cierto que los televisores no pueden considerarse como antigüedades
legítimas, ya que apenas han transcurrido 50 años desde que
se exhibieron los primeros modelos comerciales en la Feria Mundial de 1939.
"Hasta hace muy poco tiempo, los televisores no eran lo suficientemente
viejos como para considerarlos seriamente como artículos de colección",
declara Bruce Mager, propietario de la firma WAVES de la ciudad de Nueva
York, una de las pocas firmas que venden televisores fabricados hace muchos
años y artículos relacionados con ellos. |
|
El modelo Predicta de 1957-58 de la Philco se sigulariza
por su pantalla rotatoria inclinable |
Mager y otros coleccionistas aseguran que la
edad no es el único factor que le proporciona valor aun viejo televisor.
Otros factores que deben considerarse incluyen su condición mecánica
y cosmética, las características especiales que tenga o su
estilo y marca de fábrica.
En cuanto a la edad, los primeros televisores en aparecer tenían
sistemas mecánicos de funcionamiento, basados éstos en el
disco de exploración inventado por el alemán, Paul Nipkow,
en 1884. Estos aparatos se empleaban principalmente para fines de experimentación
y son fáciles de identificar por el disco rotatorio con perforaciones
espirales que tienen. Quien posea un aparato de este tipo, entonces es propietario
de una valiosa antigüedad.
Ciertos inventos, como el iconoscopio (ojo de cámara electrónica)
y el cinescopio (tubo de imagen de receptor), dieron lugar al sistema electrónico
de TV lanzado comercialmente en 1939. Estos aparatos tardaron en popularizarse:
costaban casi lo mismo que un automóvil nuevo y sólo podían
transmitir algunos programas. Por lo común, los aparatos que solamente
sintonizan cuatro o cinco canales fueron construido antes de la Segunda
Guerra mundial. Estos televisores son escasos y generalmente pueden obtenerse
en las ciudades de Nueva York y Los Angeles, donde se fundaron las primeras
estaciones de televisión de los Estados Unidos.
Los aparatos de la postguerra, fabricados desde 1946 hasta fines de la década
de 1950, pertenecen a la llamada Edad Dorada de la Televisión, cuando
se transmitían programas en vivo, no programas filmados. Estos aparatos
también tienen un gran valor, aunque esto depende, en realidad, de
varios factores. Condición y características
Por lo general, mientras mejor sea la condición de un aparato, más
valor tiene. Un aparato que funcione puede valer dos veces más que
otro que no funcione (con excepción de los modelos de la preguerra,
que son altamente cotizados por su antigüedad). Las perillas generalmente
son las primeras cosas en desaparecer. En los aparatos de la preguerra casi
todas las perillas caracterizaban a los modelos. En los receptores de la
postguerra, a menudo las perillas eran intercambiables, por lo que resultaban
bastante fáciles de encontrar. Pero se debe tener cuidado: si un
aparato carece de perillas, es posible que también le falten componentes
en su interior. Si las piezas internas se conservan intactas, el cambio
de unos cuantos tubos o componentes puede hacer que el aparato funcione
como cuando era nuevo.
La singularidad es otro elemento que se toma muy en cuenta. Todo coleccionista
busca ese aparato especial con un estilo y con características muy
singulares. La Zenith y la TeleTone en una ocasión lanzaron unos
televisores con pantallas de forma redonda. El pequeño modelo Sentinel
con forma de trapezoide es otro aparato muy apreciado por su singular apariencia. |
|
Algunas veces los gustos personales afectan la
singularidad de un modelo. Muchos coleccionistas prefieren aparatos sin
puertas en el mueble. Estos aparatos son más fáciles de identificar
y de admirar. El modelo Pilot de alrededor de 1949, que es el más
pequeño de los televisores de los tiempos de antes, no sólo
es muy apreciado por tener una pantalla de apenas 7.6 cm (3") de tamaño,
sino por la facilidad con que se puede exhibir y guardar.
Estilo y marca
Un mueble de bella apariencia puede ser muy importante. Los diseños
orientales de la década de 1950; por ejemplo, son muy difíciles
de encontrar. La gente los considera como muebles muy atractivos, y los
que poseen estos aparatos no quieren deshacerse de ellos.
Por otra parte, el "Predicta" de la Philco tiene una caja de apariencia
muy desagradable. Pero a muchas personas les gusta coleccionar estos modelos
extraños, sólo debido a la rareza de sus estilos.
La marca de un televisor no afecta necesariamente su precio, pero los productos
de algunos fabricantes tienen mayor demanda que los de otros. Los televisores
Dumont, una marca que ya no existe, pertenecen al grupo de los primeros
televisores que aparecieron en el mercado, por lo que en la actualidad gozan
de gran popularidad. Es muy probable que muchas otras marcas menos conocidas,
como Andrea o Emerson, en el futuro estén muy bien cotizadas en el
mercado.
Renovación de viejos televisores
Lo primero que se debe hacer para renovar un aparato viejo es limpiarlo.
Para la limpieza inicial, emplee sólo agua y un jabón suave.
Los artículos de limpieza modernos pueden causar daños al
viejo acabado, disolver perillas de masilla o empañar las ventanillas
de plástico.
Si el acabado está dañado, el mueble podrá ser restaurado
por su propietario o ser enviado aun profesional para que se encargue del
trabajo. La restauración pudiera requerir desde fricciones de aceite
hasta la aplicación de un barniz duro. En la actualidad existen buenos
productos químicos de restauración que se venden en ferreterías
y tiendas de antigüedades.
Cada vez que para renovar un aparato se emplean piezas que no son las originales,
éste pierde valor como artículo de colección. Sin embargo,
todavía pueden encontrarse tubos de imagen para muchos de los modelos
de la postguerra. En los chasis descartados de modelos similares pueden
encontrarse transformadores, sintonizadores y otras piezas especiales para
ciertos aparatos en particular. Por otra parte, se pueden utilizar piezas
que puedan usarse dentro del casco de un viejo televisor sin echar a perder
la apariencia auténtica del modelo. La Surplus Electronics, una cadena
de tiendas en muchas ciudades norteamericanas, vende una gran cantidad de
piezas de repuesto para estos fines.
Si alguien desea vender un viejo aparato o piensa convertirse en un coleccionista,
tiene a su alcance varias opciones.
La red de coleccionistas
Dan Gustafson, coleccionista de televisores que posee 15 modelos de la preguerra
y 50 de la postguerra, dice que una de las mejores formas de establecer
comunicación con otros coleccionistas es a través de clubes
locales de radios.
"A medida que se propaga este campo, entre los coleccionistas
de radios viejos se desarrolla un mayor interés por coleccionar televisores",
declara Gustafson.
"Los anuncios de las publicaciones de estos clubes lo reflejan
en sus solicitudes y ofertas, cada vez más frecuentes, referentes
a televisores y artículos relacionados con ellos", y añade:
"Esto es lógico, pues los coleccionistas de aparatos de radio
tienen mucho en común con los coleccionistas de televisores viejos".
Hay muchos clubes de radios en las grandes ciudades. En los EE.UU., la mayoría
son capítulos de grupos nacionales: The Antique Wireless Assn. Inc.
(Holcomb, New York 14469) o The Antique Radio Club of América (c/o
The Antique Radio Gazette, Jack Davis, Antique Television Editor, 63 Midchester
Ave., White Plains, New York, 10606). Estas organizaciones puede darle información
sobre las actividades de sus capítulos locales.
Personas como Bruce Mager, de la firma WAVES, quienes se dedican a comprar
y vender, podrían proporcionarles información a los interesados
sobre el valor aproximado de un aparato viejo, e incluso ponerles en comunicación
con alguien que quisiera adquirir aparatos viejos. Dan Gustafson también
está dispuesto a ayudar a cualquier persona que busque información
sobre aparatos de colección.
Al escribir, incluya una foto de su aparato junto con la marca y el número
del modelo. La dirección de Bruce Mager es: WAVES, 32 East 13th St.,
New York, New York 10003, EE.UU. Se le puede escribir a Dan Gustafson a:
233 East Ontario, Chicago IIlinois 60611, EE.UU.
Los residentes en los EE.UU. que estimen que poseen televisores singulares
y deseen venderlos, pueden ponerse en contacto con el departamento de archivo
de la Universidad de California, en la ciudad de Los Angeles.
Además de sus labores relacionadas con la preservación de
programaciones y películas viejas, la UCLA ha comenzado a coleccionar
aparatos y artículos relacionados con televisores. Si alguien desea
donar un aparato, debe enviar una foto de él, junto con información
sobre la marca y el modelo, a: UCLA Foundation, College of Fine Arts, A-265
Murphy Hall, Los Angeles, California 90024, EE.UU. Los residentes en Norteamérica
que efectúen donaciones a esta organización pueden solicitar
una rebaja de sus impuestos personales, la que bien podría superar
el costo original del televisor. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 38 - Junio
1985 - Número 6 |
|
|