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Radios de colección |
Por Mary Celeste Umans |
Foto MP: Spencer Jones |
El gran inventor Thomas Alva Edison no tenía
muy buena opinión de la radio. En 1921 le prestó un tocadiscos
y algunos discos a la WJZ, la cual se identificaba como la estación
transmisora de radio-teléfono ubicada en Newark, New Jersey. Unos
cuantos días después, el inventor del fonógrafo le
solicitó ala WJZ que dejara de tocar los discos por la radio. "Si
el fonógrafo sonara como eso en cualquier cuarto", se quejó
Edison, "nadie lo compraría".
El famoso inventor subestimó la radio. Esta se convirtió en
un gran negocio. Los viejos aparatos de radio se han convertido en un motivo
de diversión y de ganancias para coleccionistas a través de
muchos lugares en el mundo.
Si se tiene un radio viejo en el sótano o el ático de su casa,
podría proporcionarle una buena suma de dinero. Esto depende de la
edad y de la condición del aparato. El valor del radio también
depende de su marca y de la caja que tiene.
Los radios antiguos de mayor demanda son los modelos fabricados entre 1900
y un poco antes de la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo con Bruce Mager,
propietario de WAVES, una importante firma dedicada a la venta de radios
y televisores antiguos en la ciudad de Nueva York.
De acuerdo con Mager, el período comprendido entre el año
de 1900 y la Primera Guerra mundial fue la era de experimentación
de la radio. Jóvenes científicos construían sus propios
receptores, inspirados por Guglielmo Marconi de Italia, quien patentó
el inalámbrico en 1897.
Fue este el período de la clave Morse y estos aparatos eran para
comunicaciones comerciales o comunicaciones entre buques y bases militares
en tierra. Pero el desarrollo del audio o tubo de radio de parte de Lee
De Forest en 1906 permitió la transmisión de sonidos en 1918.
Entre los fabricantes que produjeron aparatos de radio antes de 1920 se
encontraban la Connecticut Telephone and Telegraph, la Westinghouse, la
Marconi y la De Forest. Los
primeros aparatos receptores de sonidos se encuentran entre los más
escasos y valiosos de todos. Si cree tener un aparato semejante, un experto
en la materia puede identificar la configuración de los tubos y circuitos
que caracterizan a los receptores fabricados antes del año de 1920.
Un club de aficionados de la radio puede ponerle en contacto con un experto
semejante. El nacimiento de
la radio comercial tuvo lugar en 1921, cuando se inauguró la estación
KDKA en Pittsburgh. Poco después comenzaron a aparecer estaciones
de radio por todas partes.
Casi todos los radios de este período funcionaban con pilas. Muchos
también tenían audífonos en lugar de un altoparlante,
éste se encontraba separado del receptor. Estos aparatos también
tenían un gran número de perillas, ya que se produjeron antes
de aparecer la sintonización múltiple. Más aún,
los primeros aparatos se construían con sólo uno o dos tubos.
Los aparatos de radio fabricados
entre 1920 y 1922 se encuentran entre los más valiosos de todos.
Poco después, alrededor de 1925, había en el mercado norteamericano
casi 1,000 compañías fabricando radios. Las marcas populares
de los principios a mediados de la década de 1920 incluían
la RCA, la Grebe, la Crosley y la Stromberg-Carlsen.
En 1927 aparecieron por primera vez los radios activados con la corriente
casera. En estos tiempos tal era la competencia entre los fabricantes que
cada cual trataba de atraer al comprador con diferentes variedades de estilos
y cajas. Al principio, había modelos de consola que eran verdaderos
muebles. Luego, como resultado de la crisis económica, se popularizaron
los aparatos de tipo "Depresión" alrededor del año
de 1931. Estos radios son ahora los económicos modelos compactos
y de tipo de catedral que tanto valor tienen en la actualidad. En aquellos
tiempos comenzaron a aparecer radios con cajas hechas de materiales plásticos
o sintéticos. Las grandes marcas de este período anterior
a la Segunda Guerra mundial fueron la Atwater-Kent y la Philco.
Aunque la edad tiene mucho que ver
con el valor de un aparato de radio, la condición de éste
puede afectar su precio de manera notable. Un coleccionista toma siempre
en cuenta el tiempo que tardará restaurando el modelo.
Un radio antiguo no tiene necesariamente que funcionar para que sea valioso.
Lo importante es que la caja esté en buenas condiciones y que todas
las piezas estén intactas. Tales defectos menores como arañazos
a menudo se pueden reparar con productos químicos que venden ferreterías
y tiendas especializadas en antigüedades. Siempre es preferible restaurar
el acabado viejo de un aparato que quitarle el acabado viejo que tiene para
substituirlo por uno nuevo. La modernización de un radio disminuye
su valor. Cada vez que sea posible, se debe emplear piezas viejas en lugar
de piezas nuevas como repuestos. Muchos aficionados coleccionan tubos y
perillas con la esperanza de encontrar ese aparato especial que requiere
repararse. Hay que advertirle
que, si no está seguro de lo que está haciendo, debe acudir
a un profesional para el trabajo de restauración. Muchos de los productos
de limpieza empleados en la actualidad pueden destruir el acabado antiguo,
y el enchufar un viejo aparato eléctrico que no se ha inspeccionado
previamente, puede dar lugar a la quemadura de su transformador de fuerza.
Si tiene algún radio antiguo, póngase en contacto Con clubs
de aficionados a los radios. |
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Hay aparatos de radio de tipo de colección
que datan de diferentes períodos y que tienen diversos estilos. De
izquierda a derecha: Este modelo Scott de 1940 con tubos dotados de cubiertas
cromadas, un altoparlante externo y una apariencia desarmada tiene una gran
demanda en la actualidad -igual que el modelo portátil de plástico
Motorola de 1956 que se muestra aquí también. El radio de
tipo catedral Atwater-Kent producido alrededor de 1931, la edad dorada de
la inalámbrica, es considerado como un modelo clásico. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 42 - Enero
1989 - Número 1 |
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