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Estás leyendo parte de la revista de Enero de 1951
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Antes, el secamiento de la penicilina se demoraba
24 horas; hoy se hace en 30 minutos con el alto vacío. En el aparato
que se ve a la izquierda se concentra la solución antes del secamiento
final. En la imagen superior se ven los 3 tipos básicos de bombas |
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Por Luis N. Sarbach
IMAGINESE un túnel cuya estación terminal se encontrara exactamente
debajo de Times Square en la ciudad de Nueva York. Desciende usted a esa
estación subterránea, entra en un carro, coloca su equipaje
en el portamaletas, se sienta tranquilamente y se pone a leer su revista
favorita. Al cabo de una hora escasa, el vehículo se detiene. Por
una escalera mecánica sale usted de nuevo a la luz del día
. . . en San Francisco.
Esto, que parece un episodio fantástico sacado de una novela de algún
moderno Julio Verne, está basado en las ideas de uno de los más
prácticos hombres de ciencia norteamericanos: el Dr. Irving Langmuir,
notable físico al servicio de la General Electric. "No hay
ninguna razón fundamental -dice el Dr. Langmuir -para que no podamos
viajar a una velocidad de 3000 a 8000 kilómetros por hora en un tubo
al vacío. Pudiera construirse un tubo así desde Nueva York
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hasta Chicago o hasta San Francisco;
por él viajarían, a enormes velocidades, vehículos
herméticos, suspendidos magnéticamente en el centro del
tubo. La costa del Pacífico quedaría sólo a una hora
de distancia de la del Atlántico."
Por supuesto que el tubo al vacío de que habla el Dr. Langmuir
es todavía un proyecto para el futuro lejano; pero es innegable
que el adelanto actual de esta fascinante rama de la Física abre
un campo de mágicas posibilidades.
El alto vacío, que hasta hace poco se aplicaba solamente en laboratorios
de investigación, desempeña hoy en día un papel importantísimo
en un número cada vez mayor de industrias. Bajo la acción
del alto vacío, las vitaminas y hormonas se separan de las complejas
mezclas orgánicas en que se hallan. Medicamentos de importancia
vital, tales como los componentes sanguíneos y los antibióticos,
substancias éstas que son muy inestables en presencia de calor,
pueden congelarse en seco, sin el menor peligro, en gabinetes al vacío.
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El litio y el magnesio, metales que se combinan
ávidamente con el oxígeno, pueden purificarse con facilidad
en hornos donde se ha hecho un vacío casi absoluto. Hay otros metales
-el oro, la plata, el aluminio -que bajo la acción del vacío
forman una especie de niebla luminosa que se precipita un momento más
tarde en brillantes capas sobre la superficie del vidrio, papel, materiales
plásticos. telas, etc.
El alto vacío tiene gran importancia, lo mismo para las amas de casa
que para los hombres de ciencia; para aquéllas significa alimentos
congelados súbitamente; para éstos representa algo verdaderamente
fundamental en muchos instrumentos de investigación, como por ejemplo,
los microscopios electrónicos, espectrómetros de masa, sincrotones,
betatrones y ciclotrones.
Para los dedicados a la aviación, el alto vacío ofrece el
radar; a los médicos, los tubos de rayos X; a los militares, lentes
de superior calidad óptica; al público en general, la asombrosa
magia de la televisión.
Todos estos adelantos son el resultado de la .labor de un verdadero ejército
de una nueva clase de técnicos: los ingenieros de vacío, quienes
tienen la agudeza de llamarse a sí mismos "especialistas en
la nada." El objetivo que consume la vida de estos investigadores es
obtener algo que, según decían los antiguos, produce horror
a la naturaleza: un espacio completamente vacío. Todavía no
han logrado su finalidad y posiblemente nunca la logren; pero han alcanzado
resultados verdaderamente notables. Según cálculos científicos,
hay unos 7000 trillones (7000 seguido de 18 ceros) de moléculas en
cada centímetro cúbico de aire a la presión del nivel
del mar; pues bien, esos especialistas han logrado producir vacíos
en los que sólo han quedado unas 30,000 moléculas por centímetro
cúbico, una verdadera insignificancia en este extraño mundo
de la baja presión.
Pero debemos preguntarnos en primer lugar: ¿Cuál es la verdadera
función del vacío? Su finalidad más evidente es evitar
que ciertos materiales reaccionen químicamente en presencia de los
gases del aire. Al perfeccionar la lámpara incandescente, Edison
fracasó infinidad de veces antes de darse cuenta de que tenía
que encerrar los filamentos eléctricos en un bulbo al vacío,
para que aquellos no se combinaran con el oxígeno, es decir, para
que no se quemaran, La más nueva y quizás la más interesante
función del vacío se realiza en conexión con materiales
que son demasiado delicados para manipular bajo condiciones atmosféricas
normales. Llegados a este punto, realicemos un viaje imaginario a aquellas
elevadas regiones de la atmósfera donde el aire está enrarecido.
Todo el mundo sabe que el agua tiende a evaporarse; sus moléculas
están siempre en movimiento, siempre tratando de escaparse de la
superficie; pero las moléculas del aire, haciendo presión
hacia abajo, fuerzan a la mayor parte de las moléculas del agua a
incorporarse nuevamente en el líquido.
Para ayudar a vencer la presión del aire se precisa de energía
adicional, en forma de calor, con objeto de que las moléculas de
agua puedan abrirse paso a través de las moléculas de aire
y salgan a la atmósfera. Sencillamente, el agua hierve cuando ha
sido calentada suficientemente.
Es evidente que cuanto menor sea el número de moléculas de
aire que ejerzan presión sobre la superficie de un líquido,
menor será la intensidad del calor que se necesita para evaporar
ese líquido. Por esta razón, el agua, que requiere 100°
C para hervir a nivel del mar, hierve a solamente 86 C° en la cima de
una montaña como el Nevado de Toluca (4578M), donde el aire está
bastante enrarecido.
Es posible, sin embargo, hacer hervir el agua a 86° C al nivel del mar;
basta con realizar la operación en una cámara donde se haya
hecho un vacío parcial correspondiente. |
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El material vaporizado en un vacío extremo dentro
de esta campana, forma una capa delgada y uniforme en los lentes para
cámaras fotográficas.
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¿ Qué ocurre si seguimos aumentando el vacío en esa
cámara? Que el punto de ebullición baja aun más y pueda
llegar a un grado tal que quede por debajo del punto de congelación.
Cuando esto ocurre, el hielo se convierte directamente en vapor, sin pasar
por el estado líquido.
Este sistema de "hervir en frío" hace posible ciertos trabajos
que antes eran la desesperación de los técnicos. Penicilina,
la droga de los milagros, se deteriora rápidamente en solución;
para guardarla debe estar completamente seca. La forma de deshidratar una
cosa es calentarla hasta que se evapore toda el agua; pero el calor destruye
a la penicilina.
El procedimiento de "secamiento por congelación" resolvió
el problema, no sólo en el caso de la penicilina, sino en los de
muchas otras substancias sensibles al calor, como son las hormonas, componentes
de la sangre tal como el plasma, sueros, soluciones proteicas y todas las
nuevas medicinas antibióticas.
Casi todos los alimentos contienen materias sensibles al calor; por eso
los que se deshidratan al calor pierden a menudo su apariencia y gusto natural.
Con el nuevo método de secamiento y congelación al vacío,
los alimentos no sólo conservan intactos sus valores nutritivos,
sino que también mantienen su aspecto y sabor naturales.
Pocas cosas hay más húmedas que las ostras;
sin embargo, este aparato de alto vacío deshidrata rápidamente
sin destruir su delicado sabor. |
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Como caso típico podemos citar el siguiente procedimiento para deshidratar
jugo de naranja: El jugo, en forma de delgada capa, pierde cerca de 90 por
ciento de su contenido de agua al caer por las paredes interiores de una
cámara al vacío parcial. El residuo se congela y envasa, quedando
listo para la venta. Si se desea, el jugo puede someterse aun tratamiento
adicional. Este consiste en rociar el líquido dentro de cilindros
verticales enfriados y sometidos aun alto vacío. La capa así
congelada suelta el resto de su contenido líquido y se convierte
en polvo. Cuando se desea convertir nuevamente a este polvo en delicioso
jugo de naranja, todo lo que hay que hacer es disolverlo en agua.
En la preparación del plasma sanguíneo, este líquido
de color de paja, se separa de los glóbulos rojos mediante una centrífuga.
A renglón seguido se embotella, congela y deposita en los anaqueles
de un gabinete al vacío. A medida que baja la presión en el
interior del gabinete, se evapora el agua y forma hielo en los condensadores,
de donde es arrancado mediante cuchillas giratorias. Por último,
un polvo de color marfil es todo lo que queda en los frascos; entonces se
cierran éstos herméticamente. La penicilina, la estreptomicina
y otros productos biológicos sensibles al calor, se deshidratan por
el mismo procedimiento.
El alto vacío también hace posible el aplicar capas metálicas
a materiales que tienen poca resistencia al calor. Se puede evaporar el
oro, la plata, el cromo, sin necesidad de vacío; basta con someterlos
aun calor apropiado. Pero cuando se trata de aplicar una capa metálica
a un material como el papel, es imprescindible el empleo del alto vacío. |
En el centro de una
cámara al vacío, un elemento calentador derrite y convierte
en vapor el metal que se va a depositar. El rollo de papel (también
puede ser de tela o celofán) se desenrolla rápidamente (152
metros por minuto), pasando sobre el vapor que se desprende del metal fundido.
Ese vapor metálico se precipita en forma de delgada capa en la parte
de abajo del papel. El brillo del papel así tratado rivaliza con
el de las hojas metálicas.
Los artículos de material plástico que han de ser cubiertos
con una capa de metal se someten a la acción de un vapor metálico
en la cámara de alto vacío, de donde salen con un aspecto
verdadero de metal sólido.
A medida que se vaya popularizando este método, usted irá
observando cómo crece el número de objetos "metalizados."
Ya se encuentran elegantes cajas de reloj, botones, joyas de fantasía,
lentejuelas, envolturas de adorno, cintas, etc., que parecen de metal y
no son de metal. La industria electrónica está empezando a
usar en la fabricación de condensadores un papel con revestimiento
de zinc. También se está usando un papel cubierto de aluminio
en capacitadores impregnados de cera y aceite.
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El alto vacío dentro de esta
campana permite probar en tierra este motor aéreo, en condiciones
equivalentes alas que se encuentran a gran altura. Abajo: En una línea
de montaje de la fábrica DuMont, estas bombas hacen automáticamente
el vacío en los iconoscopios de televisión
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Los lentes ópticos cubiertos de una capa de fluoruro
de magnesio, aplicada al vacío, están reemplazando rápidamente
al tipo anterior de lentes sin capa metálica que hasta ahora se empleaba
en los periscopios, telescopios, binóculos, cámaras y otros
instrumentos ópticos. Esa película transparente de sal metálica,
de una delgadez casi microscópica, disminuye notablemente la reflexión
de la luz.
Si en vez de la citada sal de magnesio, se utilizan metales brillantes (plata
o aluminio) sobre superficies ópticas, el resultado es un espejo.
Los espejos hechos por medio del vacío son mejores que los fabricados
en la forma tradicional; se emplean en aparatos de precisión usados
en máquinas herramientas, en espectrógrafos infrarrojos, en
instrumentos empleados en la televisión y en la astronomía,
así como en fanales herméticos para automóviles.
En los cristales de cuarzo utilizados en la radio se deposita oro en forma
progresiva, mediante alto vacío, hasta que vibran ala frecuencia
exacta que se requiere. Entonces se cubren, siguiendo el mismo procedimiento,
con una capa de plata, que sirve de base para soldar las conexiones eléctricas.
Una aplicación verdaderamente fascinante del método de depositar
capas metálicas al vacío es la que le dan los técnicos
que trabajan con el nuevo microscopio electrónico. El vapor metálico
es lanzado en ángulo agudo contra la muestra que se va a estudiar.
Las irregularidades de la superficie de ésta producen variaciones
en el espesor de la capa metálica. Cuando se lleva la muestra al
microscopio, esas variaciones se traducen en sombras que permiten calcular
los relieves y depresiones de la superficie.
La destilación molecular es otra de las operaciones importantes que
se realizan por medio del alto vacío. En el número cada vez
más creciente de productos obtenidos mediante la destilación
molecular, se cuentan concentrados de vitaminas extraídas del aceite
de pescado, finos aceites lubricantes para relojes y hormonas purificadas
en escala comercial.
Los técnicos del alto vacío han echado por tierra la antigua
teoría de que ciertos aceites son "fijos," esto es, no
destilables. La acción del alto vacío sobre las largas y delicadas
cadenas moleculares de esos aceites es suave y los protege del impacto de
]as moléculas del aire.
Fue el Dr. K.C.D. Hickman la primera persona a quién se le ocurrió
la destilación molecular; su descubrimiento ha hecho posible que
millones de personas puedan hoy en día ingerir en forma de cápsulas
las vitaminas de los aceites de pescado, en vez de tener que tomar el desagradable
aceite de hígado de bacalao. El Dr. Hickman hizo su experimento haciendo
girar un disco caliente dentro de una campana de vidrio al vacío.
Básicamente éste es el equipo que se usa industrialmente hoy
en día. El aceite es llevado por un alimentador hasta el centro del
plato giratorio, en donde se esparce en forma centrífuga formando
una delgada capa. Casi instantáneamente los ésteres ligeros
que contienen vitaminas se evaporan y condensan en la fría superficie
de la campana. Allí son recogidos para su envase y envío a
las fábricas de productos alimenticios y farmacéuticos.
Tres tipos de bombas se usan para producir vacíos extremos:
La trompa, en la cual una corriente de vapor de agua o de aceite, a alta
velocidad, arrastra consigo las moléculas de aire o de gas. El aire
sale hacia la atmósfera y el vapor se condensa y regresa a la caldera
para continuar circulando.
Una sola trompa de este tipo puede disminuir la presión hasta cerca
de 50 milímetros (alrededor de un quinceavo de la presión
atmosférica al nivel del mar). Si se conectan en serie cinco de estas
trompas pueden hacer bajar la presión hasta 0.03 de milímetro.
Son las preferidas para aquellos trabajos donde se requiere manipular grandes
cantidades de aire o de gas, sin que sea necesario producir un vacío
muy alto.
La segunda clase de bombas que se usa en estos trabajos es el tipo mecánico
de alta eficiencia, con cierre hermético de aceite. Esta bomba consiste
de un rotor que gira excéntricamente dentro de una cámara
cilíndrica. Al comienzo de cada revolución del rotor, entra
en su cámara una porción de aire del recipiente que se está
evacuando. Al continuar la revolución, se cierra automáticamente
la entrada que comunica el recipiente con la bomba. Al mismo tiempo, el
aire que queda dentro de la bomba se comprime en un espacio que se va reduciendo
progresivamente, y es expulsado al exterior por una lumbrera.
Estas bombas mecánicas son de rápido funcionamiento, su rotor
alcanza una velocidad de 600 revoluciones por minuto; pero el vacío
más alto que se puede conseguir con ella (0.001 de milímetro)
está todavía muy lejos de llegar a la intensidad necesaria
en las nuevas aplicaciones.
Por último tenemos la bomba de difusión, que es la mejor de
las tres. En ésta se usa una cortina de mercurio o una corriente
de vapor de aceite a alta velocidad para arrastrar las moléculas
de gas o de aire. En un tipo de estas bombas se calienta mercurio o aceite
de bajo punto de fusión, en un tanque situado en el fondo de un tubo
en forma de U invertida. Pronto empieza a levantarse en un brazo del tubo
un vapor de alta presión que, al pasar frente a una abertura del
espacio que se va a evacuar, arrastra consigo una enorme cantidad de moléculas.
El proceso se acelera mediante toberas inyectoras situadas en series escalonadas
dentro del aparato, las cuales van aumentando progresivamente la presión
del vapor. Cuando éste baja por el otro brazo del tubo, se condensa
en las paredes frías y regresa al tanque, donde se convierte nuevamente
en vapor. Las moléculas de aire, mientras tanto, se extraen con una
bomba mecánica.
La bomba de difusión fua desarrollada por el Dr. Langmuir en 1916
y es capaz de producir, por lo menos en teoría, el vacío perfecto.
Los últimos modelos, empleados en investigaciones avanzadas, dejan
un remanente de gas tan pequeño que sería necesario aumentarlo
por lo menos diez billones de veces para que alcanzara de nuevo la presión
atmosférica normal. Puede decirse que jamás, en su larga historia,
había logrado el ser humano acercarse tanto a la nada absoluta.
Aplicar un procedimiento industrial en una cámara sometida al alto
vacío equivale a arrancar una fábrica de la superficie terrestre
y llevarla a la elevada región de la ionosfera.
Hace unos diez años, el alto vacío era algo que se aplicaba
solamente en laboratorios; hoy en día su uso industrial se ha desarrollado
tanto que se ha convertido en uno de los más valiosos y prometedores
instrumentos de la industria moderna. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 8 - Enero
de 1951 - Número 1 |
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