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Antes de pasar a leer el cuidado y mantenimiento de los discos, aquí
un video de cómo se fabrican, si fabrican, aun en la actualidad y
época de lo digital, existen fabricas que aun los hacen, no te pierdas
este video
Cuidado y mantenimiento
de los discos (vinyl-LP)
Hoy más que nunca antes, con el tremendo desarrollo
que han experimentado las técnicas de reproducción de sonido,
pueden apreciarse con la mayor exactitud y nitidez los más mínimos
matices sonoros que hayan intervenido en una grabación.
Pero con la misma precisión que los modernos equipos reproducen el
sonido, reproducen también cualquier tipo de ruido ajeno a la grabación,
que se produzca debido a suciedad, polvo, electricidad estática o
daños del disco tales como rayaduras.
Esta situación plantea un problema que siempre ha existido pero que
ahora es más importante y es, el cuidado que se debe tener con los
discos a fin de evitarles daño y suciedad.
Si mediante el uso de un microscopio pudieramos observar lo que sucede cuando
la aguja de un tocadiscos encuentra un grano de polvo o de cualquier otra
suciedad eh su trayectoria por los surcos, veríamos que el efecto
es semejante al que sufriría un automóvil si cayera en un
hueco de la vía a una velocidad de 70 km/h. Si usted maneja y ha
pasado alguna vez por esta experiencia, comprenderá lo que hemos
querido ilustrar con este ejemplo.
Si un disco se ve sometido frecuentemente a semejante situación debido
al pobre cuidado de su limpieza, es de imaginar que no durará mucho
o que al menos su calidad se verá mermada enormemente.
La electricidad estática es uno de los problemas que más afecta
a los discos y, sin embargo, en la mayoría de los casos los propietarios
desconocen este hecho. La electrostática afecta a los discos cada
vez que se sacan de su forro y, de hecho, cada vez que se "tocan".
Esta corriente no sólo produce ruido, sino que magnetiza al disco
y atrae más polvo y suciedad.
Para evitar este problema es necesario poner en prácticas ciertas
medidas básicas relativas al cuidado de los discos, a las cuales
nos referiremos a continuación.
Obsérvese la forma correcta de tomar el disco para
sacarlo de su sobre (arriba) y para colocarlo en el tocadiscos (abajo).
En todo momento se debe evitar colocar los dedos sobre la superficie del
disco
La primera medida y quizá la más importante
a pesar de su simpleza, es no tocar los discos con los dedos. Evite al máximo
poner los dedos sobre los surcos de los discos. Al sacar los mismos de su
envase -uno de los momentos en que más propenso se está a
tocarlos- se debe hacer metiendo la mano dentro del forro por debajo del
disco, con la palma hacia arriba. Tómelo con las puntas de los dedos
por la parte central, donde se encuentra la identificación, mientras
lo sujeta con el dedo pulgar por el borde exterior. Una vez fuera del forro,
tómelo con ambas manos por el borde y colóquelo cuidadosamente
en el plato.
Para guardar un disco luego de haberlo escuchado, repita la operación
anterior invirtiendo los pasos. Como norma de precaución, no deje
nunca el disco puesto en el plato pues acumulará suciedad aunque
la cubierta del tocadiscos esté cerrada.
Otra precaución importante que puede parecer un poco exagerada pero
que no lo es, está relacionada con el hábito de fumar. Evítelo
al máximo mientras se deleita escuchando un buen disco, porque el
humo del cigarrillo forma una capa pegajosa sobre los discos, la cual de
por sí es dañina y además contribuye a aumentar la
suciedad en el disco.
El problema de la electrostática es un poco más complejo de
eliminar pues requiere posiblemente una inversión en un dispositivo
humectante para darle humedad al aire ambiente en los períodos de
invierno. Quizá muchos audiífilos no consideren esta inversión
necesaria, pero si su interés en conservar sus discos es serio, debe
considerar los beneficios de la misma.
Un aspecto que tiene mucho que ver con la conservación de los discos
es la forma y lugar donde se guarden. En principio, para su mejor conservación
los discos deben guardarse en gabinetes cerrados, en posición vertical
y con el extremo abierto hacia la parte posterior del gabinete, y tratando
de evitar que queden espacios libres entre ellos para impedir que se comben.
Además, lo cual es evidente, debe evitarse colocar los discos bajo
la acción directa de los rayos solares o cerca de cualquier fuente
de calor, pues se comban.
Pero claro, todo este cuidado, aunque conveniente y necesario, no es suficiente,
se requieren otros medios para hacer que el mantenimiento de los discos
sea efectivo, y aquí es donde hacen su aparición las sustancias
limpiadoras, preservativas, y los instrumentos de limpieza.
Los fabricantes de estos productos han desarrollado dos tipos fundamentales,
a saber, uno para la limpieza del disco antes de "tocar" y otro
para utilizarse mientras el disco está "tocando". Por supuesto
este último grupo sólo se puede utilizar con tocadiscos completamente
manuales y requieren de aditamentos adicionales, por lo que su uso no está
muy generalizado.
Existe en el mercado una cantidad enorme de productos diferentes de buena
calidad para la limpieza y preservación de los discos. Obviamente
nos es imposible hacer mención a todos ellos por lo que nos limitaremos
a hacer referencia a algunos de los mejores en orden arbitrario.
Los Laboratorios Audiotex presentan un "kit" al que llaman "Concepto
Total", que incluye dos rociadores de aerosol, un envase de un liquido
"purificador", y una almohadillas de tela y de terciopelo. Los
rociadores son el "Record Basic" y el "Record Plus";
el primero se utiliza como disolvente de sedimentos acumulados por el poco
cuidado, mientras que el segundo es para eliminar la suciedad que se la
haya podido adherir al disco al tocarlo con los dedos, y al mismo tiempo
para lubricarlo. Las almohadillas de terciopelo son para limpiar el polvo
mientras las de tela son para secar el limpiador y el lubricante de los
los propios discos.
La limpieza periódica de los discos es un factor importante
en el cuidado que debe dárseles para mantener su durabilidad y calidad.
Se debe poner especial cuidado en limpiarlos de forma correcta
Para los tocadiscos completamente manuales, la misma firma
tiene el "Electroduster", que es un brazo con una almohadilla
de terciopelo que va limpiando el disco a medida que éste va tocando.
Otra firma, la Corporación Recoton, vende un juego de productos para
el cuidado de los discos, que incluye un brazo automático para la
limpieza de los discos, llamado "Oust Wand", una solución
de limpieza llamada "Magic Giant" destinada a eliminar no sólo
la suciedad sino fundamentalmente la electrostática. Además,
unos cepillos y almohadillas que se pueden utilizar secos o en combinación
con el liquido "Magic Giant". El conjunto se vende en los Estados
Unidos por un valor precio aproximado de US$16.00 dólares.
La firma Audio-Technica, una de las más famosas en la producción
de equipos de audio y productos relacionados, introdujo un sistema llamado
"Autocleanica" que se compone de un brazo automático, un
cepillo de fibra de carbón y una almohadilla de limpieza. Además
incorpora una novedad, un cable de tierra para evitar que el disco se cargue
electrostáticamente mientras se limpia. El sistema se completa con
un liquido para limpiar las agujas.
Una compañía inglesa, la Elpa Marketing Industries tiene varias
líneas de productos de limpieza. Entre los principales productos
se encuentra el Parastat, que ha sido diseñado para eliminar la suciedad
de los discos con. exceso de polvo y otros sedimentos dañinos.
Por su parte la Oiscwasher tiene una línea de productos que incluye
un cepillo con fibras especialmente inclinadas, un liquido llamado D3, que
incorpora un elemento químico para "suspender" y eliminar
la suciedad de los surcos.
Un método muy efectivo aunque parezca poco ususal, es el de los limpiadores
por vacío. Estos equipos se conectan a la corriente doméstica
y un sistema de rodillos hace girar el disco mientras un cepillo va limpiando
y una diminuta aspiradora va absorbiendo la suciedad al mismo tiempo que
elimina la electricidad estática. Los fabricantes sugieren que los
discos se limpien con este método antes y después de utilizarlos,
a pesar de su inconveniencia.
Otra máquina limpiadora es la producida por la RPM Industries, que
consiste de un cepillo espiral de pelo de camello que se inserta en el orificio
central del disco colocado éste sobre el plato del tocadiscos- de
forma que quede paralelo y tocando la superficie del disco. El otro extremo
del cepillo se conecta aun motor del tocadisco. El cepillo gira, rota y
vibra sobre el disco que permanece inmóvil, desprendiendo las partículas
de suciedad. Además, con la máquina se suministra un líquido
para combatir la electrostática.
Por último, un método que los audiófilos se niegan
frecuentemente a utilizar, pero sus resultados positivos en casos de suciedad
extrema son indiscutibles. es lavar los discos con agua y jabón.
De hecho, la compañía inglesa Watts publicó hace algún
tiempo un folleto en el cual da instrucciones para el lavado adecuado de
los discos con este procedimiento. Lo que sigue es un extracto de dichas
instrucciones de la Watts:
Tome un pedazo de tela bien limpio, sin hilachas ni arrugas. Prepare una
solución de limpieza con dos gotas de liquido detergente por cada
pinta (0.47 litro) de agua bien limpia a una temperatura de 85 a 95 grados
centígrados. Tres o cuatro pintas serán suficiente.
Vierta la solución en una vasija poco profunda e introduzca el disco
colocándolo sobre el borde y sujetándolo con el dedo pulgar
en el borde y otro dedo en la parte central del disco, donde se encuentra
su identificación. Proceda a lavar el disco con una esponja frotando
en ambas direcciones su superficie.
Rote el disco hasta que haya lavado toda la superficie varias veces, teniendo
cuidado de frotar siempre en la dirección de los surcos y no de través.
Saque el disco de la solución y sacúdalo hasta eliminar la
mayor parte de la misma de su superficie. Luego coloque el disco sobre un
extremo de la tela que preparó al principio. Tome el otro extremo
y frote suavemente el disco hasta que vea que está completamente
seco.
Algunos audiófilos simplemente dejan secar el disco con el aire en
vez de frotarlo con la tela hasta secarlo.
Cualquiera sea el método que se utilice, lo importante es tener siempre
presente que el cuidado de los discos no es cuestión temporal o irregular,
sino que deben limpiarse frecuentemente si se espera de ellos el mejor rendimiento,
de los contrario su calidad y durabilidad corren el riesgo de ser mínimos.
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 33 - Enero
1980 - Número 1
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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus