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La Historia de una Soga - Septiembre 1948
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| La antigua suerte hindú de la
cuerda ha intrigado a los seres humanos desde hace siglos. La prueba
consiste en arrojar al aire una soga, la que queda suspendida
rígidamente y sin soporte aparente. Para esto, el fakir acude a
un ardid sumamente sencillo: un garfio de cuatro puntas, invisible para
el público, colocado al extremo de la cuerda, engancha en un
alambre, igualmente invisible, que se tiende horizontalmente a
través del escenario. La penumbra que reina en el escenario
facilita el engaño. No obstante, esta prueba está muy
lejos de ser tan asombrosa como el milagro de la soga misma, uno de los
auxiliares más útiles del hombre a través de la
historia, desde tiempos inmemoriales.
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| Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 3 - Septiembre 1948 - Número 3 |
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