El viaje de ida y vuelta,
el alojamiento y la excitación para
cuatro 'pasajeros',
dos astronautas y un ingeniero de
vuelo, costará unos 20 millones
LOS TRENES subterráneos que van desde el Grand Central a 'Times Square', en la ciudad de Nueva York, reciben el nombre genérico de 'shuttles'. Igual denominación reciben en los Estados Unidos los autobuses que tienen un corto recorrido entre una terminal de varias rutas y un sitio en las colonias suburbanas, centros comerciales específicos, colegios, etc. Algún diccionario daba al vocablo esta acepción: 'Tren que va y viene entre dos lugares cercanos'. Pero, dentro de muy poco, la definición cambiará . . . .
La era espacial avanza
En el espacio extra terrestre existen en la actualidad satélites-laboratorios desde los cuales se observa, analiza y, tal vez, se hace espionaje en torno a lo que hay y ocurre en la Tierra. De cuando en cuando, las dos grandes potencias mundiales: Estados Unidos y la Unión Soviética, envían misiones a esos laboratorios; los cohetes se enganchan a ellos y los técnicos viven allá durante períodos más o menos cortos, o largos, según se considere el
asunto. Tales viajes esporádicos darán paso a un nuevo concepto: el de los 'shuttles' del espacio. Viajes regulares de ida y vuelta, con itinerario fijo.
La NASA de Norteamérica tiene planes, ya en vías de ejecución, de utilizar regularmente estos 'shuttles' para la construcción de estaciones permanentes en el espacio desde las cuales, además, se pudieran lanzar futuras exploraciones interplanetarias. Cada nave puede reiniciar su viaje al espacio dos semanas después de haber aterrizado.
El primero de estos conmutadores del espacio hizo ya su debut oficial el día 17 de septiembre de 1976, durante las ceremonias tradicionales de exposición que se efectúan en Palmdale, Califarnia, donde están las plantas de la Rockwell International Corporation,
que es la principal empresa contratista del programa.
Cabo Cañaveral,
en Florida, también se revitaliza
El proyecto tendrá como sede y estación de pasajeros el Centro Espacial Kennedy, desde el cual se efectuaron los maravillosos viajes tripulados a la luna y otras no menos excitantes aventuras de esta nuestra era espacial. Y los trabajos de adaptación del Centro para estos nuevos viajes 'regulares', de siete días de duración, ya están bien adelantados. El presupuesto es de 600 millones de dólares; y una pista de concreto, de 4,57 kilómetros de largo está ya terminada. La fuerza humana trabajando en el programa está llegando a unos 11 mil empleados y obreros, bien por debajo del 'ejército' de 26 mil hombres y mujeres que trabajaron en la cresta de popularidad de los viajes a la luna.
Si todo sale bien, el primer 'shuttle' o avión de ida y vuelta saldrá del Centro Espacial Kennedy en julio de 1980. aun cuando los vuelos experimentales o de prueba comenzarán este año 1977.
A esta primera nave se le ha puesto por nombre 'Enterprise', debido a la petición insistente de los fanáticos de un programa de televisión, muy popular en Estados Unidos, llamado 'Star Trek', ya que la nave espacial de ficción , 'escenario' de los episodios sobre el cual gira la trama, así se llama.
El 'Enterprise', que es una nave ancha, amplia y de más de 37 metros de longitud, será utilizado en un extenso programa de vuelos de prueba para verificar sus diversos sistemas;
aerodinámico, mecánico y de electrónica en la aviación, así como sus características de aproche y de aterrizaje, en lo que respecta al vuelo atmosférico, desde luego.
Un segundo 'Orbiter' que está siendo armado ahora, será la nave espacial que se lanzará desde el Centro Kennedy, en la primavera de 1979 para llevar a efecto el primero de seis
vuelos de prueba en órbita. Los vuelos regulares están programados para comenzar en- julio de 1980.
Este primer .'tren' de carga pesa unos 68.000 kilogramos, es de un tamaño similar al DC-9, y su costo ascenderá a unos 500 millones de dólares.
Uno de los problemas más excitantes del proyecto es el aterrizaje, ya que en realidad consistirá en lo mismo que hace actualmente un planeador sin motor, es decir, un deslizamiento sobre la pista.
El 'Enterprise' será llevado hacia el espacio en un 747 desde la Base Aérea Edwards, en California, donde una pista algo más larga que la del Centro Kennedy ya se ha preparado.
Esta pista será usada en los cuatro primeros viajes del 'shuttle'.
El problema del 'deslizamiento'. Se hace necesario, al menos por ahora, ya que el 'shuttle' no tiene espacio suficiente para llevar el combustible que se requiere para tal aterrizaje. De
modo que. al regresar a la atmósfera. los motores se apagarán cuando la nave esté a unos 45.7 kilómetros de la Tierra, para comenzar entonces el excitante deslizamiento a unos 300 kmph.
El dibujo de arriba muestra cómo la superficie inferior del 'Shuttle' lucirá de un blando brillante -fuego al blanco- durante el re-ingreso a la atmósfera de la Tierra. La superficie del 'Shuttle' está cubierta con mosaicos glaseados de fibra de cuarzo fundido contra el calor.
En ese primer viaje de inauguración 'oficial', el Orbiter llevará un laboratorio completo, unos 14.500 kilogramos de equipos, para llevar adelante experimentos científicos y observación de la Tierra. Se han programado 50 misiones en un período de cinco años.
En cada una de esas misiones irán cuatro pasajeros, los científicos, dos astronautas y un ingeniero de vuelo. Cada misión costará 20 millones de dólares, al principio -luego reducido el costo a la mitad- pero se considera una excelente inversión por los beneficios científicos, industriales y económicos que reportarán a la humanidad.
El primer satélite orbital, de ida y vuelta, (arriba) fue exhibido en la
planta de la Rockwell international en Palmdale, Californa EE.UU., en septiembre
pasado. Se le puso el nombre de 'Enterprise', que es el de la nave espacial
que aparece en el programa de TV Star Trek
Las naves serán reusables
Cuarzo fundido, absolutamente puro, hecho por la Corning Glass Works durante
los últimos cuarenta años para decenas de aplicaciones distintas, hallará el
más exótico empleo en la formación de una fina capa de revestimiento de este
''tren espacial de ida y vuelta' o 'shuttle'. Un 96 por ciento de ese cuarzo
así fundido recubrirá unos 34.000 mosaicos aislantes, únicos en su clase, que
cubrirán el 70 por ciento de la nave espacial. Otra parte exterior del 'shuttle'
estará ocupada por ventanas y parabrisas, también de cristal producido por la
Corning.
Numerosos productos hechos prácticamente de esta misma clase de cristal que
recubrirá los mosaicos del 'shuttle' con la marca Vycor de la Corning, son bien
conocidos en los círculos industriales y científicos, pero no del hombre de
la calle. Es el mismo cristal utilizado en las primeras misiones espaciales
tripuladas por el hombre.
Los mosaicos están siendo producidos por la Lockheed Missiles & Space Co, y
se supone que han de resistir temperaturas de hasta 12600 C, durante los cien
vuelos para que serán construidas las naves. Ello determina que el sistema de
transporte empleará naves reusables y, por tanto, más económicas.
Con anterioridad, las naves tripuladas enviadas al espacio utilizaban una especie
de escudo contra el calor, que se destruía en la re-entrada ígnea dentro de
la atmósfera terrestre.
El cuarzo fundido será una especie de glaseado que mejorará las propiedades
de protección térmica de los mosaicos aislantes, reduciendo su porosidad. Sin
el glaseado de cuarzo fundido, los mosaicos absorberían la humedad -y el peso-
de la lluvia y humedad entre misión y misión.
La Corning suministra a la Lockheed dos clases de cristal, cada uno de composición
ligeramente distinta. Una clase es para ser aplicada en toda la superficie inferior
del 'shuttle' y algunas pequeñas áreas del tope en que las temperaturas suben
entre 649 y 1260? C, cuando está en vuelo. Para las áreas de la sección de la
cola, motores. fuselaje y en la parte superior de las alas en que la temperatura
alcanza de 316 a 649? C, el cristal es ligeramente distinto en su composición.
Todos los mosaicos glaseados serán igualmente impregnados con un material polimero
-DCZ 6070- que es fabricado por Dow Corning Corp.
Se requieren
cerca de 34,000 mosaicos aislantes para cubir el 70% de la superficie de la nave.
Los mosaicos hechos por Lockheed Missiles & Space Company, son de varias formas
y tamaños para ajustarse con precisión a la curvatura del tren espacial.
Tremendo rompecabezas
Lockheed ha dicho que cada mosaico ha de estar precisamente conformado para
adaptarse a la curvatura de la superficie del 'shuttle', en el sitio exacto
en que ha de fijarse. Esto reduce el peso, en conjunto, del sistema aislante
y asegura suavidad aerodinámica; también quiere decir que de los 34,000 mosaicos
colocados en cada nave, no hay dos exactamente iguales. Todo esto hace que el
trabajo de probar y ajustar los mosaicos en la 'piel' de la nave espacial, sea
algo así como armar el rompecabezas tridimensional más grande del mundo en una
superficie que tiene el doble del tamaño de una cancha de baloncesto. Al momento
del ensamblaje, un forro de fieltro, semejante a los de las pelotas de tenis,
se añadirá a la base o parte inferior de cada mosaico; y, por tanto, a la superficie
de aluminio de la nave. El con trato entre la Lockheed y la Rockwell comprende
la producción de mosaicos para cinco naves. El primer 'shuttle', sin embargo,
no tendrá el revestimiento de cuarzo hasta que se completen los vuelos de prueba
preliminares, no orbitales.
El proyecto es patrocinado por países europeos, en consorcio espacial con Estados
Unidos. Tal vez constituya el comienzo de viajes regulares, con itinerario fijo,
de carga y 'pasaje' al espacio extra terrestre.
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 30 - Abril de 1977 - Número 4