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Estás leyendo parte de la revista de Marzo de 1973
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Enviarán Mecánicos
al Espacio para Reparar los Satélites |
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NO OBSTANTE las grandes conquistas
espaciales del hombre que se han alcanzado hasta ahora, siguen los Estados
Unidos empeñados en continuar desarrollando su programa espacial.
En 1973 se colocará en órbita el Skylab, y para 1980 se espera
que ya esté funcionando el Trasbordador Espacial.
El más reciente programa espacial de los Estados Unidos se relaciona
con el Trasbordador. Fue apenas el verano pasado cuando la NASA encargó
la creación de este vehículo ala North American Rockwell,
en Downey, California. En el momento de escribir estas líneas, todavía
no se ha llegado a una decisión final con respecto a ciertos detalles
de su diseño.
El programa del Trasbordador tiene dos objetivos principales: transformar
los vuelos espaciales en algo rutinario y reducir el costo que supone colocar
cargas útiles en el espacio. Se calcula que el costo de colocar una
libra de carga en una órbita baja alrededor de la tierra con los
vehículos de lanzamiento actuales es de 900 dólares, ' como
mínimo. Con el Trasbordador, el costo bajaría alrededor de
Dls. 160.
En contraste con todos los otros sistemas de vuelos espaciales, los componentes
del Trasbordador podrán usarse de nuevo y no requerirán los
preparativos elaborados y prolongados para su lanzamiento, como sucede ahora.
La unidad principal será el "orbitador", vehículo
con alas en delta del tamaño de un avión de reacción
de alcance mediano (DC-9). Ha sido concebido para funcionar como un cohete
y un avión al mismo tiempo, siendo el primer vehículo de su
tipo.
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El orbitador tendrá una tripulación de cuatro personas -un
piloto y un copiloto, así como dos ayudantes -y podrá transportar
alrededor de seis pasajeros. Artículos de gran tamaño, como
satélites, "remolcadores espaciales" o hasta laboratorios
totalmente equipados, podrán ser transportados en el compartimiento
de carga del orbitador, el cual mide 60 pies (18.28 m) de largo y 15 pies
(4.57 m) de diámetro. La nave puede transportar 65,000 libras (29,483
kg) de carga a lo largo de una trayectoria orbital y traer de nuevo a tierra
una carga de aproximadamente 40,000 libras (18,143 kg).
La potencia para hacer despegar el orbitador de 140,000 libras (63,502 kg)
y colocarlo en órbita -100 a 200 millas náuticas sobre el
globo terráqueo- será proporcionada por dos cohetes reforzadores
de combustible sólido y tres grandes motores de cohete en la cola
del aparato.
Los cohetes sólidos de 150 pies (45.7m) de largo desarrollarán
un empuje de alrededor de 3.5 millones de -libras (1.58 millones de kg)
cada uno. Se desprenderán a una altura de 25 millas (40 km) y bajarán
por paracaídas para ser recogidos en el océano.
Los tres motores de cohete del orbitador serán abastecidos de combustible
-hidrógeno líquido combinado con oxígeno líquido-
desde un tanque de gran altura, permitiendo que cada uno de ellos desarrolle
un empuje de 470,000 libras (213. 187 kg). En la plataforma de lanzamiento,
el tanque de 187 pies (57 m) , de alto se elevará por encima de su
"carga", el orbitador, así como de los dos reforzadores.
Cuando la nave espacial alcance su posición de vuelo en órbita,
el tanque de combustible se desprenderá y se desgastará por
completo al atravesar la atmósfera.
En el espacio, el orbitador maniobrará mediante motores más
pequeños en el conjunto trasero de propulsión y efectuará
correcciones de su trayectoria mediante descargas de potencia proporcionadas
por pequeños motores de empuje instalados en los extremos de las
alas delta y en la alto de su cola de gran altura. Un vuelo de rutina, de
acuerdo con los científicos espaciales, duraría 7 días.
La duración de estos viajes se podría prolongar con tales
cargas de consumo como alimentos, agua y oxígeno.
La sección central del orbitador se halla ocupada por el compartimiento
de carga de 60 pies (18,28 m) .De acuerdo con el diseño actual del
vehículo, "el techo" de este compartimiento consistirá
en un par de puertas que se abren hacia afuera para permitir la salida de
alguna carga o la entrada de otra.
Una de las funciones principales del orbitador será colocar toda
una serie de satélites en órbita. Incluirán naves de
comunicaciones, metereológicas, de navegación, de control
del tránsito aéreo, de recursos terrestres y de equipo geodético.
También colocaría en órbita sondas espaciales y observatorios
de propósito especial.
Uno de
estos satélites que ya se está diseñando es el gran
telescopio espacial de la NASA, el cual mide unos 50 pies (15.24 m) de largo
y pesa hasta 25,000 libras (11.339 kg). Se dice que el telescopio podrá
observar galaxias 100 veces más pálidas que las que puede
ver la mayoría de los potentes instrumentos ópticos instalados
en tierra. Dentro del sistema solar, será capaz de vigilar por largo
tiempo los fenómenos atmosféricos que ocurren en Venus, Marte,
Júpiter y Saturno. Además de lanzar el enorme ojo espacial.
el orbitador podrá recogerlo para someterlo a reparaciones y poner
al día sus instrumentos.
El orbitador tendrá la capacidad de recuperar equipo de una órbita
cercana a la tierra. Hoy día, muchos satélites automatizados
nunca funcionan después de ser colocados en órbita; otros
fallan después de cierto período de tiempo. Puede ser que
una antena deje de proyectarse o que el cargador de baterías sufra
alguna falla, dando lugar a una pérdida de potencia.
Para recuperar un satélite averiado, tendrá el orbitador que
acoplarse a él. Ingenieros vestidos con trajes espaciales tendrían
que salir por las puertas del orbitador a fin de conectarlo con cables al
satélite. Se tiraría de éste para colocarlo dentro
del compartimiento de carga, a fin de someterlo a un examen. En caso de
tratarse de un problema menor, puede efectuarse una reparación allí
mismo para dejar salir el satélite de nuevo. Pero en casos de necesitarse
una reparación mayor, habría que volver con el satélite
a tierra. Esto ahorraría una cantidad considerable de dinero, de
acuerdo con la NASA.
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Otra función del nuevo vehículo sería
el lanzamiento de un "remolcador" espacial: una unidad de propulsión
que se utilizaría para trasladar un satélite de una órbita
a otra. El remolcador obedecería órdenes del orbitador y
volvería a él al concluir su misión.
Al finalizar un vuelo típico de 7 días, el orbitador regresaría
a casa -una pista de aterrizaje en el centro Espacial Kennedy o tal vez
una base en California. Valiéndose de sus cohetes, el orbitador
desciende hasta alcanzar una altura de aproximadamente 400,000 pies (121.920
m) .Al llegar a este nivel, en la atmósfera superior de la tierra
entran en acción los controles y las superficies aereodinámicas
del orbitador. El descenso ideal se efectuaría sin ningún
medio de propulsión. (Todavía no se había llegado
a una decisión sobre cómo se usarían loS motores
de respiración de aire del orbitador cuando se imprimió
este artículo. Es posible que sólo se empleen para operaciones
de traslado).
He aquí cómo loS expertos de la NASA creen que se realizará
un aterrizaje típico a una altura de 39,000 pies (11,887 m), el
piloto conecta el sistema de aterrizaje automático. La aeronave
inicia el descenso curvo hacia una "compuerta" invisible, a
una altura de aproximadamente 20,000 pies (6,096 m) y aproximadamente
a 20 ó 30 millas del punto de aterrizaje. Al llegar a la compuerta,
el orbitador inicia un inclinado deslizamiento de 6000 pies (1,828.8 m)
por minuto, a una velocidad de 300 nudos. Unos 45 minutos antes de tocar
tierra, sube la nariz del vehículo y éste inicia su descenso
para un aterrizaje suave.
Estos aterrizajes ya se han efectuado Con naves experimentales. Casi todo
el equipo electrónico que se requiere para efectuar aterrizajes
automáticos ya existe en aviones comerciales de reacción.
Estos sistemas Son Conocidos por los pilotos por las siguientes siglas:
INS (Sistema de Navegación Por Inercia), DEM (Equipo Medidor de
Distancias), VOR (Alcance General por FMA) y el ILS (Sistema de Instrumentos
de Aterrizar). Proporcionan información de guía y navegación
al piloto del avión que los usa al conducir su aeronave. En el
nuevo sistema NASA se emplean estos dispositivos electrónicos para
proporcionar información .de guía y navegación aun
computador que Controla la nave directamente.
Como al orbitador se le prestará servicio de manera muy parecida
aun avión, volará en ciclos de alrededor de dos semanas.
El motivo de lo breve de este período es la nueva protección
térmica que tendrá.
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El potente conjunto de fuerza en la cola del orbitador, se
puede apreciar en esta maqueta.
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Este dibulo muestra cómo en remolcador espacial apartaria
a los satélites del orbitador.
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El
blindaje térmico que protege la cápsula Apolo resulta ideal
para disipar el intenso calor desarrollado durante la re-entrada a la atmósfera.
El único problema es que el blindaje térmico se quema y derrite
al mismo tiempo. El cambiar el blindaje térmico en el orbitador requeriría
una cantidad considerable de tiempo, aumentando también los costos
del sistema.
Los científicos de la North American han propuesto la creación
de un blindaje permanente para el orbitador. El sistema incluirá
estos elementos:
Un elastómero (material de tipo de caucho) de bajo peso que se ligará
al 29% de la superficie del orbitador que no tiene que someterse a temperaturas
ultra-altas (menos de 650° F -347° C) .
* Un aislamiento de cerámica ligado al 68% de la superficie del orbitador
que tiene que someterse a temperaturas de 650° a 2500° F (347 a
1234° C).
* Otro nuevo material (llamado compuesto reforzado de carbón-carbón),
que se empleará para los bordes de ataque de las alas y la tapa de
la nariz del orbitador, donde podrían alcanzarse temperaturas de
3000° F (1648° C).
Según los proyectos, cada orbitador semejante podría utilizarse
100 veces o más. Esto constituirá un gran factor para reducir
el costo de cada vuelo a 10.5 millones de dólares, suma razonable
en cuanto a operaciones espaciales.
El Trasbordador será desarrollado en el transcurso de los próximos
6 años. En 1976 se iniciarán los vuelos de prueba horizontales
(empleando motores de reacción de respiración de aire) .y
para 1978 se proyecta efectuar vuelos de prueba orbitales con tripulantes
a bordo, a fin de que todo el sistema del Trasbordador pueda utilizarse
dos años después.
El sistema aproxima más el día en que cualquier persona -y
no sólo astronautas especialmente adiestrados- pueda realizar vuelos
espaciales. El Trasbordador tendrá un sistema de levante "controlado"
que no someterá a los pasajeros a grandes fuerzas "G".
A la larga, el Trasbordador conducirá científicos, médicos
y técnicos de laboratorio -tanto hombres como mujeres- hacia el espacio,
junto con su equipo experimental. Cuando se logre esto, los turistas sin
duda comenzarán a pensar en ese único "lugar" que
les queda por visitar: el espacio. |
Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 26 - Marzo
de 1954 - Número 3 |
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